Cristina Seguí monta un esperpento en Código 10 y denuncia haber sido expulsada de Mediaset: «¡Que te calles ya!»

La cofundadora de Vox y ahora columnista de opinión, Cristina Seguí, salió anoche de las instalaciones de Mediaset tras ser expulsada de Código 10 después de dirigirse a Pablo Fernández, portavoz de Podemos, como «los suelta violadores» Leer La cofundadora de Vox y ahora columnista de opinión, Cristina Seguí, salió anoche de las instalaciones de Mediaset tras ser expulsada de Código 10 después de dirigirse a Pablo Fernández, portavoz de Podemos, como «los suelta violadores» Leer  

Hace mucho tiempo que las tertulias políticas de los programas de actualidad dejaron de ser como aquellas de José Luis Balbín y de La Clave. Pese a que su objetivo es aportar análisis, información y contexto en la televisión de hoy en día se necesita un gancho, un imán, algo que atraiga para que el espectador no se aleje del programa. Por ello, hace tiempo que las tertulias políticas son una especie del debate de La isla de las tentaciones, donde los presentadores y moderadores intentan poner paz, mientras los contertulias se lanzan pullas, golpes bajos y duras críticas. Si sólo queda en eso, se podría decir que todo ha ido bien. El problema es cuando alguno de esos contertulios saca los pies del tiesto y cruza determinadas líneas rojas que, pro mucho espectáculo que de, no se pueden traspasar. Anoche, Cristina Seguí las traspasó y por eso parece ser, según ha relatado ella misma, fue expulsada del programa de Nacho Abad y David Aleman, Código 10, en Cuatro.

Exactamente 38 minutos de programa llevaban cuando de la mesa desapareció Cristina Seguí. Fue David Aleman el que sin citar el nombre de la cofundadora de Vox y ahora columnista de opinión explicaba que ante la imposibilidad de tratar los temas que estaban previstos que se tratase -Aldama, Ábalos, el caso Koldo, Santos Cerdán, las ex amigas del ex ministros, los secretos que conocen esas mujeres, etc.- en la mesa de tertulia había desaparecido Cristina Seguí y se habían sentado Sonia Ferrer y Susana Pastor. ¿Qué es lo que había ocurrido antes de la publicidad? Pues aquí está el quid de la cuestión.

Nada más comenzar el programa fueron varias las veces que Nacho Abad advirtió a Cristina Seguí de que cuando se referiese a datos del caso Koldo utilizase siempre el «presuntamente», pues en Código 10 «se respeta la presunción de inocencia». Cristina Seguí aceptó barco como animal de compañía, pero con la boca chica, pues hasta en cinco ocasiones el presentador tuvo que recordarle lo mismo. Era el aviso de lo que iba a ocurrir después.

A nadie le debería sorprender que cuando en una mesa sientas a contertulios como Cristina Seguí u otros -también de otros programas- se corre el riesgo de que la cosa se vaya de las manos. De hecho, Nacho Abad ha tenido que pasar varias veces por estos malos tragos con otros colaboradores y en otros de sus programas. Hay colaboradores que se calientan, que pierden las formas, que pierden el respeto y a los que les da exactamente igual pasarse de la raya. A Cristina Seguí, amparándose «en la libertad de expresión», se le fue anoche de las manos.

Durante los 38 minutos que duró su presencia en Código 10, la cofundadora de Vox expresó en varias ocasiones que no se creía absolutamente nada de lo que han contado las mujeres que se han relacionado con el caso Koldo y, especialmente, con José Luis Ábalos. De hecho, anoche Código 10 recibió de nuevo en el plató a Claudia Montes, que presentó nuevos audios inéditos sobre la presunta trama corrupta que salpica a ex altos cargos del PSOE. La que fuera Miss Asturias en la categoría mayores de 30 años en 2017, acudía al programa para aportar nuevas pruebas de supuestas irregularidades en la adjudicación de contratos públicos en la filial de RENFE en la que ella misma trabajó, así como nuevos testimonios que refuerzan su versión.

Con Claudia Montes sentada en la mesa de tertulianos y Cristina Seguí erre que erre en un momento del debate, Pablo Fernández, portavoz de Podemos, sale en defensa de Claudia y de todas las mujeres que están saliendo en el caso después de que Cristina Seguí lanzase a Claudia Montes la pregunta de si a ella le habían enchufado en una empresa pública. Montes respondió en varias ocasiones que a ella no le habían enchufado, que había entrado por méritos propios y ante la insistencia de Seguí, Pablo Fernández le reprochó a la cofundadora de Vox que si ahora la culpa de todo la tenían las mujeres.

En ese momento, y sin venir a cuento, Cristina Seguí desprecia el comentario de Pablo Fernández y se dirige afirmando que «sois los suelta violadores de este páis». Pablo Fernández le advierte de que en esos términos a él no se dirija, pues «ni a mí ni a nadie de mi partido nos han condenado a penas de prisión por denigrar a una víctima de violencia», en referencia a la condena de 15 meses de cárcel a la que fue condenado Seguí por difundir un vídeo de las menores víctimas de una violación grupal. En este punto, las formas ya se habían perdido por completo.

Nacho Abad y David Aleman intentan poner un poco de orden, les piden respeto, que guarden las formas, que no crucen determinadas línes, pero Cristina Seguí hace oídos sordos y continúa su rifirrafe con Fernández: «Vosotros sois los que habéis soltado a un centenar de violadores, así que si yo fuera culpable de denigrar a una menor… Yo estoy condenada a 15 meses de prisión, tú que pides la libertad para etarras y eres admirador de etarras, por un tuit».

Fernández negaba a Seguí y Seguí continuaba lanzando improperios, hasta que David Aleman intenta cortarles sin éxito para marcharse a publicidad. Código 10 vuelve a los 30 segundos y en la mesa continúa Cristina Seguí. A su regreso, Nacho Abad centra de nuevo el debate en el caso Koldo dando paso a Claudia Montes que intenta responder a Cristina Seguí y a sus acusaciones de haber sido enchufada en una empresa pública. Montes da sus explicaciones y es Soraya Rodríguez, ex portavoz del PSOE, la que pone sobre la mesa la incomodidad que estaba sintiendo al juzgar a mujeres que «han tenido relación con Ábalos».

«Demagogia barata», comenzó a decir Cristina Seguí, mientras Rodríguez amenazaba con abandonar la mesa. Nacho Abad volvía a intervenir advirtiendo que la gente no se les oía, mientras David Aleman intentaba que terminaran de una vez: «Vale, ya. Vale. Cristina, por favor, que me da igual, que te calles. Os podéis callar ya. El debate es José Luis Ábalos«. Y llegó un nuevo bloque de publicidad y a su regreso Cristina Seguí ya no estaba. «Antes de irnos a publicidad estaba siendo imposible centrar el debate en lo que hemos preparado por eso se han incorporado a la mesa Sonia Ferrer y Susana Pastor». Y todo pareció haber quedado ahí, pero no.

La cofundadora de Vox había abandonado el plató, pero no se iba a callar. Minutos después, desde el parking de las instalaciones de Mediaset, Cristina Seguí subía un largo y duro vídeo relatando su «expulsión» del programa Código 10 y anunciando que «nunca más volvería a pisar este canal».

«Acabo de ser expulsada por la directora del programa Codigo 10 por recordarle al portavoz de Podemos, Pablo Fernández, que es el portavoz del partido de los suelta violadores. Algo incontestable y que no entra dentro del concepto de «libertad de expresión» de sus profesionales», escribió Seguí en X, acompañándolo del vídeo donde defendía sus argumentos y cargaba con dureza contra el programa y contra Mediaset, a la vez que seguía insistiendo en que Podemos es el partido de los «suelta violadores».

«Parece ser que esto es incotestable, un hecho inédito en esta cadena, donde los profesionales de esta cadena y canal han considerado que decir que Pablo Fernández es el portavoz del partido de los suelta violadores no es libertad de expresión, y yo abandono el programa, obviamente expulsada, no voluntariamente, obviamente no volveré aquí jamás, y os quería contar lo sucedido para que veáis donde están los límites de la libertad de expresión», sentenció Cristina Seguí.

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