Herramientas de piedra halladas en la isla de Célebes confirman la presencia de homínidos en varios puntos de Indonesia mucho antes de lo que se creía. En la cercana isla de Flores se habían encontrado restos que podrían ser de la misma época Leer Herramientas de piedra halladas en la isla de Célebes confirman la presencia de homínidos en varios puntos de Indonesia mucho antes de lo que se creía. En la cercana isla de Flores se habían encontrado restos que podrían ser de la misma época Leer
Un nuevo hallazgo agita la cronología de la expansión de los homínidos a través del planeta. Indicios de un viaje por mar abierto hace más de un millón de años, mucho antes de lo que se creía posible. Un grupo de homínidos cruzó entonces a través de islas y estrechos hasta establecerse en la isla de Célebes (Sulawesi en indonesio). El descubrimiento, publicado este miércoles en un artículo de la revista Nature, podría constituir la prueba más antigua de humanos aventurándose en alta mar, según sus autores.
Pero, sobre todo, abre nuevos interrogantes y plantea un misterio fascinante sobre la identidad de estos pioneros, cuya presencia confirma la riqueza evolutiva de esta región en los confines entre Asia y Oceanía. La investigación se ha basado en el descubrimiento de herramientas de piedra que datan de hace, al menos, 1,04 millones de años (y probablemente más de 1,48 millones de años, según los científicos), excavadas en un yacimiento insular llamado Calio. Consisten en pequeños fragmentos de piedra con bordes afilados (lascas) que esos fabricantes prehistóricos moldearon a partir de cantos más grandes, que habrían obtenido del lecho de ríos cercanos.
El descubrimiento es el resultado de una colaboración de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación de Indonesia y del Centro Australiano de Investigación sobre la Evolución Humana de la Universidad Griffith. Los trabajos de campo, dirigidos por el investigador Budianto Hakim, extrajeron un total de siete piezas de piedra de las capas sedimentarias de un afloramiento de arenisca (un saliente de roca), en un terreno que hoy es un campo de maíz, en el sur de Sulawesi.
Los científicos creen que en la edad de hielo del Pleistoceno temprano (entre 2,5 y 0,8 millones de años) este yacimiento habría sido el lugar donde los homínidos fabricaban herramientas y realizaban otras actividades, como la caza, en las proximidades de un curso fluvial.
El equipo australiano realizó a esos restos análisis de datación paleomagnética (basada en la evolución del campo geomagnético del planeta) de la propia arenisca, además de una datación directa de un fósil de cerdo excavado para confirmar su antigüedad. Sus hallazgos sugieren que esta isla indonesia estuvo poblada por homínidos aproximadamente en la misma época que la cercana isla de Flores. Y suponen una prueba más de la riqueza prehistórica de esta región, menos estudiada que Europa, pero que intriga a los investigadores desde hace más de un siglo, en particular desde que en 1891 Eugène Dubois hallara el llamado hombre de Java.
«Este nuevo descubrimiento nos ayuda a comprender mejor el movimiento de los humanos extintos a través de la Línea Wallace, una zona de transición más allá de la cual evolucionaron de forma aislada especies animales únicas y a menudo bastante peculiares», señala Adam Brumm, profesor del Centro Australiano de Investigación sobre la Evolución Humana de la Universidad Griffith.
También conocida como Wallacea, se trata de una vasta región natural en los confines del océano Pacífico y el Índico, repartida entre Indonesia y Timor Oriental y compuesta por múltiples grupos de islas. En investigaciones recientes, el mismo equipo de paleontólogos australianos ya había hallado indicios de la presencia de homínidos en un pasado muy remoto. Los más antiguos eran artefactos de piedra tallada procedentes de la isla de Flores, datados en 1,02 millones de años.
Flores, a cientos de kilómetros al sur de Sulawesi, es famosa por el descubrimiento de los restos del Homo floresiensis, un homínido de cuerpo pequeño, que hizo que se le conociera popularmente como el hobbit de la isla de Flores. Los primeros huesos excavados de H. floresiensis fueron datados hace en torno a unos 50.000 años. Aunque inicialmente su descubrimiento causó controversia y ciertos científicos negaron que se tratase de una nueva especie y que tal vez fuera un sapiens con una enfermedad genética, posteriormente restos similares con una antigüedad de 700.000 años en Flores confirmaron la existencia de floresiensis como nueva especie.
La presencia humana remota en las islas es una de las razones por la que sus descubridores sugieren que el origen de los hobbits de la isla de Flores podría estar en una evolución de Homo erectus que habrían cruzado cientos de miles de años antes la formidable barrera marina que separa el sudeste asiático continental hasta esta pequeña isla. Una sorpresa para los científicos porque hasta ahora se dudaba de las capacidades de esta especie para aventurarse en alta mar.
En Flores, por ejemplo, la evolución de H.erectus hubiera protagonizado un fenómeno conocido como enanismo insular, un proceso evolutivo que tienden a sufrir las especies animales en entornos cerrados de pequeño tamaño, como islas, y por el que tienden a desarrollar una disminución de tamaño para adaptarse a la limitación de recursos. El mismo proceso que los científicos creen que pudo haber conducido a la evolución del H. Luzonensis, el hobbit filipino descubierto en 2019.
En cuanto a Sulawesi, la mayor de las islas Wallaceas, los primeros objetos tallados descubiertos hasta ahora databan de 194.000 años. Ahora, según los autores, el reciente hallazgo plantea nuevas preguntas sobre la posible evolución de Homo erectus a lo largo del tiempo, en una isla mucho más grande (más de 12 veces el tamaño de Flores) con muchos más recursos. «En este sentido Sulawesi es una incógnita porque es como un minicontinente en sí mismo», afirma Brumm.
«Homínidos aislados en un territorio tan grande y ecológicamente rico durante un millón de años, ¿habrían sufrido los mismos cambios evolutivos que los hobbits de Flores? ¿O habría ocurrido algo totalmente distinto?», se pregunta el investigador. «Es una pieza importante del rompecabezas, pero en el yacimiento de Calio todavía no se ha encontrado ningún fósil de homínido; así que, aunque ahora sabemos que hubo fabricantes de herramientas en Sulawesi hace un millón de años: su identidad sigue siendo un misterio».
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