“Señor presidente, si no se aplican sanciones inmediatas a Israel, lo que acabará por reconocer será un cementerio”. Así se expresaban hace unos días los historiadores Elie Barnavi, también exembajador de Israel en Francia, y Vincent Lemire en una tribuna en el periódico Le Monde en la que pedían a Emmanuel Macron más presión a Israel ante la grave situación en Gaza. El anuncio del presidente francés de que reconocerá el Estado palestino durante la Asamblea de la ONU en septiembre ha agitado el debate en una Francia muy dividida ante esta cuestión. Es el país con la mayor comunidad judía de Europa (500.000 personas, menos de un 1% de la población) y también con más musulmanes, casi seis millones, un 8% del total.
El anuncio del presidente de que reconocerá el Estado en la Asamblea de la ONU ahonda la fractura en el país con la mayor comunidad judía y musulmana de Europa
“Señor presidente, si no se aplican sanciones inmediatas a Israel, lo que acabará por reconocer será un cementerio”. Así se expresaban hace unos días los historiadores Elie Barnavi, también exembajador de Israel en Francia, y Vincent Lemire en una tribuna en el periódico Le Monde en la que pedían a Emmanuel Macron más presión a Israel ante la grave situación en Gaza. El anuncio del presidente francés de que reconocerá el Estado palestino durante la Asamblea de la ONU en septiembre ha agitado el debate en una Francia muy dividida ante esta cuestión. Es el país con la mayor comunidad judía de Europa (500.000 personas, menos de un 1% de la población) y también con más musulmanes, casi seis millones, un 8% del total.
Si hasta el momento había sido muy prudente al respecto, Macron intenta liderar ahora el movimiento europeo de apoyo dentro de un “compromiso por la paz”, presionado por el clamor ante las imágenes de hambruna y destrucción en Gaza. En un contexto político y social muy polarizado, Macron juega al equilibrismo, con una izquierda que le acusa de inmovilismo y parte de la comunidad judía, también la extrema derecha, que le reprocha que con esta decisión da alas a Hamás.
“Intenta encontrar una posición equilibrada, de igualdad, pero en este contexto tan polarizado es casi imposible”, admite Carole Reynaud Paligot, investigadora de la Universidad de la Sorbona, que recuerda que la historia de Francia hace que en el país haya una sensibilidad fuerte con este tema. “Hubo un Gobierno, durante la II Guerra Mundial, que defendió un antisemitismo de Estado y esto es una carga en nuestra identidad. Por eso siempre ha habido una voluntad de luchar contra el antisemitismo”, explica. Se refiere al Gobierno del general Pétain, que gobernó tras la ocupación de Francia por los nazis.
“El anuncio es carburante para el odio contra los judíos”, critica el presidente del Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (CRIF), Yonathan Arfi. “En Francia hay un activismo virulento de apoyo a Palestina que estigmatiza a los judíos. Son actos de antisemitismo, porque se les señala como si fueran responsables de lo que está ocurriendo a miles de kilómetros en Gaza. Hoy nos llaman genocidas. Las palabras cambian, pero el odio sigue siendo el mismo”, dice Arfi.
“Macron había dicho que reconocería el Estado palestino cuando fueran liberados los rehenes y se hubiera acabado con Hamás y al final ha decidido hacerlo sin condiciones. Es prematuro, la soberanía de Palestina es legítima, pero no puede hacerse mientras haya rehenes y exista Hamás”, dice Arfi. Para Reynaud Paligot, “el reconocimiento de los dos Estados es algo que contempla la ONU, y no hay nada de extraño en que un Gobierno recuerde que existen resoluciones que no se están respetando”.
Según un estudio de IFOP, encargado por la CRIF en junio, el 22% de los franceses está a favor del reconocimiento del Estado palestino, de inmediato y sin condiciones; un 47% lo apoya, pero una vez se liberen todos los rehenes que están aún en manos de Hamás y tras la rendición del movimiento palestino. Un 31% se opone en cualquier circunstancia.
La extrema derecha de Marine Le Pen, líder de Reagrupamiento Nacional (RN), el partido más votado en el país, ha denunciado que esta decisión “da alas a Hamás”, mientras que, en el otro extremo de la Asamblea, la izquierda reclama medidas de presión más contundentes con Israel. “Hay una ambigüedad. En ese proceso de normalización de su discurso para hacerse ver como un partido respetable, RN se ha alejado de las ideas más radicales, pero no hay que olvidar que parte de sus militantes vienen de movimientos que son antisemitas”, denuncia Reynaud Paligot.
“Hay un Gobierno de extrema derecha, el de Netanyahu, que manipula y tergiversa el discurso. Condenar lo que está haciendo y decir que hay que parar la colonización no es antisemitismo. En el otro lado, los musulmanes critican la islamofobia creciente y la realidad es que en Francia hay ambas cosas”, opina la experta.
Arfi, de la CRIF, cree que esta decisión no va a cambiar la situación de los civiles en Gaza. “Lamentamos que se haya dado prioridad a esto en lugar de poner toda la presión posible en la liberación de los rehenes”, asegura. Responsabiliza a Hamás de la durísima situación que atraviesa la Franja. “El peso que tiene la población judía en Francia es grande y está más amenazada, así que debería haber primado la prudencia”, reivindica.
En 2024 se contabilizaron 1.530 actos antisemitas, la misma cifra que en el año precedente, según cifras del Ministerio del Interior. En lo que va de 2025, son medio centenar de agresiones, un 24% menos que en el mismo periodo del año precedente. Los actos islamófobos ascienden a 145, un 75% más.
Feed MRSS-S Noticias