Ojo con las hemorroides: si tienes esta costumbre mientras haces caca, multiplicas tu riesgo de sufrir almorranas

«Si va al baño, mejor deje el smartphone fuera», aconseja una experta tras analizar la relación entre este hábito y el aumento de hemorroides Leer «Si va al baño, mejor deje el smartphone fuera», aconseja una experta tras analizar la relación entre este hábito y el aumento de hemorroides Leer  

Sabe que va a estar un buen rato en el baño. Se aburre mirando a las musarañas, así que lleva consigo el móvil. ¿Qué más dará? Entre el correo electrónico, un vídeo de piruetas en YouTube y recetas que probablemente nunca cocinará, pasa el tiempo. Es un 2×1. Pero la escena, tan común y aparentemente inofensiva, no lo es tanto: quienes usan el smartphone en el inodoro tienen un 46% más de riesgo de padecer hemorroides.

Pocos estudios han explorado si esta práctica tan habitual es dañina. Ahora, la revista científica PLOS One, a través de un trabajo realizado en el Beth Israel Deaconess Medical Center, en Estados Unidos, lo responde: sí, hacer scroll infinito mientras defecas está asociado a una mayor probabilidad de padecer esta afección.

«Estamos descubriendo las múltiples formas en que los smartphones y nuestro estilo de vida moderno impactan en la salud. Usarlos en lugares tan íntimos como el baño puede tener consecuencias no previstas», explica la gastroenteróloga Trisha Pasricha, autora sénior del estudio.

Las almorranas, la forma coloquial de referirse a las hemorroides, son dilataciones e inflamaciones de las venas situadas en la zona anal o rectal, que pueden provocar dolor, sangrado y molestias al defecar. Se calcula que las padecen en torno al 35% de las personas en el mundo y suelen aparecer entre los 25 y los 55 años.

El equipo analizó a 125 adultos que se sometían a una colonoscopia de cribado. Todos completaron una encuesta sobre su estilo de vida y hábitos en el baño, y los endoscopistas evaluaron la presencia de hemorroides.

Entre los participantes el 66% informó usar smartphones en el inodoro. Tras ajustar estadísticamente otros factores -como los hábitos de ejercicio, la edad y la ingesta de fibra-, los investigadores encontraron que quienes usaban el móvil en el baño tenían un 46% más de riesgo de hemorroides que los no usuarios.

El tiempo sentado fue lo que marcó la diferencia. El 37% de los usuarios que usaba permanecían más de cinco minutos tratando de hacer caca, frente al 7,1% de quienes no lo utilizaba. Las actividades más comunes eran leer noticias y consultar redes sociales. Curiosamente, la variable «hacer esfuerzo» no se relacionó con más casos, a diferencia de lo que habían sugerido estudios previos.

Los investigadores son prudentes: se trata de un estudio observacional y con un número limitado de participantes. Sin embargo, creen que los resultados deberían orientar las recomendaciones clínicas. «Intentar no pasar más de unos pocos minutos en el baño y, siempre que sea posible, dejar el smartphone fuera» es la pauta que recomiendan.

El mensaje es claro: si el tiempo de defecación se alarga, conviene preguntarse si realmente se debe a una dificultad fisiológica o a la distracción de la pantalla. «En muchos casos no es el cuerpo el que necesita más tiempo, sino la mente, entretenida con otra cosa», añade Pasricha.

Lejos de ser una mera curiosidad, el estudio refleja cómo los hábitos tecnológicos moldean la salud en aspectos insospechados. La dependencia del smartphone no solo afecta al sueño, la concentración o a los adolescentes.

No se trata de demonizar la tecnología, sino de recuperar el sentido práctico: el baño no es un lugar para pasar ratos largos. Como concluye Pasricha: «Necesitamos estudiarlo más a fondo, pero mientras tanto es una recomendación segura: deja el móvil fuera del baño. Tu cuerpo lo agradecerá«.

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