Confirman la subida de los casos de cáncer en menores de 50 años: «Ahora hay que saber por qué y cómo evitarlo»

Un análisis, realizado con datos de 42 países, alerta del aumento de seis tumores (tiroides, riñón, mama, colorrectal, endometrio y leucemia) en adultos de 20 a 49 años. La obesidad y el sedentarismo son los principales factores Leer Un análisis, realizado con datos de 42 países, alerta del aumento de seis tumores (tiroides, riñón, mama, colorrectal, endometrio y leucemia) en adultos de 20 a 49 años. La obesidad y el sedentarismo son los principales factores Leer  

Hace apenas un mes The Lancet predecía un aumento del número de casos a nivel mundial en las dos próximas décadas. Los nuevos diagnósticos crecerán un 61% hasta alcanzar los 30,5 millones en 2050, mientras que las muertes anuales por esta enfermedad aumentarán casi un 75%, superando los 18,6 millones.

La mala noticia ahora llega con la confirmación de que la edad media de los pacientes bajará al grupo de adultos jóvenes entre 20 y 49 años. «Desde hace unos años venimos advirtiendo de que ya hay señales en determinados tumores cuyos diagnósticos llegan antes de los 50», apunta Josep Tabernero, director del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO). Este experto pone en valor el estudio publicado en Annals of Internal Medicine que muestra la incidencia de seis tipos de cáncer –tiroides, mama, colorrectal, riñón, endometrio y leucemia– aumentó en adultos jóvenes de tres cuartas partes de 42 países.

En todos ellos, excepto el colorrectal, los diagnósticos también crecieron en los mayores de 50 años. El estudio analiza datos de 13 tipos de neoplasias y observa que, en los que su incidencia está en aumento, se incluyen algunos de los más relacionados con la obesidad, como el cáncer de endometrio y de riñón. También alerta de que ya estamos ante la primera generación considerada sedentaria.

Para certificar estas cifras, la autora del trabajo, Amy Berrington de Gonzalez, se ha valido de los registros contenidos en la base de datos Globocan de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer. Tras la constatación, Berrington, responsable del equipo de Epidemiología Clínica del Cáncer en el Instituto de Investigación del Cáncer de Londres, cuenta que ahora la tarea está en analizar «qué podría estar causando estos aumentos tanto en jóvenes como en mayores».

España no está entre los países europeos debido a «la deficiencia de los datos», apunta Tabernero y confirma Berrington. «No tenemos buenos registros, pero sí que sabemos que las tendencias que recoge el trabajo son extrapolables a nuestro país». Este oncólogo lleva años señalando que «nuestro lifestyle [hábitos de vida] es contraproducente», pero «no cambiamos», lamenta.

Junto a él, Peter A. Fasching, director del Centro Integral del Cáncer-EMN en Erlangen (Alemania) valora desde la cita anual de la Oncología europea (ESMO) que «hay que hay que evitar todos los factores que nos llevan a necesitar de los avances médicos». Para Fasching no se trata solo de diagnosticar en fases tempranas, «cuando podemos curar a los pacientes», sino ser «consciente de que hay múltiples hábitos nocivos que conducen a ese aumento de las detecciones».

El trabajo de Berrington arroja sobre la mesa tendencias significativas en cáncer colorrectal: las tasas de incidencia aumentaron a un ritmo más rápido en los adultos jóvenes que en los adultos mayores en aproximadamente el 30% de los países estudiados. Kristian Helin, director ejecutivo del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres, afirma, en una nota que «estos hallazgos ofrecen una visión más clara de lo que está sucediendo y cuestionan la idea de que el aumento de las tasas de cáncer solo afecta a las personas más jóvenes». Asimismo, Helin destaca «la importancia de incluir a todos los adultos, no solo a los jóvenes, al desarrollar nuevas directrices y estrategias de investigación para abordar el aumento de la incidencia del cáncer».

No obstante, persiste la preocupación por la posible epidemia mundial de cáncer colorrectal en adultos jóvenes tras varios estudios que han informado de un aumento de los diagnósticos en los menores de 50 años en muchos países. Las posibles causas incluyen «cambios en la dieta, obesidad infantil y uso de antibióticos», apunta Tabernero. Miguel Martín, jefe de servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Gregorio Marañón, también sugiere el papel de los disruptores endocrinos, «tanto en tumores femeninos (mama y endometrio), como en los varones, en la próstata».

En el caso del tumor de mama, Antonio Llombart explica que

La investigadora propone cribados bajar la edad de los cribados. «La detección del cáncer colorrectal puede prevenirlo al detectar pólipos que pueden extirparse antes de que se conviertan en malignos», sostiene Berrington, al tiempo que argumenta que «la detección se ofrece principalmente a mayores de 50 años. Si se aborda de forma precoz en un porcentaje suficiente de la población, las tasas de incidencia disminuirán con el tiempo en mayores».

Sobre la confianza en los screenings poblacionales, Martín deja claro que «solo evitan la mortalidad en un 35%, el resto está en manos de los abordajes terapéuticos».

La cara positiva de esta investigación son los datos de tumores con menos recursos terapéuticos efectivos como el cáncer de hígado, oral, esofágico y de estómago. Aquí las tasas de incidencia bajaron en los jóvenes en más de la mitad de los países estudiados, esto contradice informes previos.

«»

 Ciencia y salud // elmundo

Noticias Similares