Alerta de los empresarios extremeños: calculan pérdidas millonarias por la falta de trabajadores

Representantes de varios sectores de la economía extremeña alertan de las graves consecuencias que está suponiendo la actual falta de trabajadores en ámbitos como la agricultura, construcción o transportes. Los empresarios de esta comunidad no encuentran personal, por lo que demandan más facilidades para que llegue mano de obra de fuera de España. El problema está forzando cambios hasta en la producción agrícola, advierten, abandonando la fruta, por ejemplo, en favor de cultivos más mecanizados como los cereales.

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 El problema está forzando hasta cambios en los cultivos agrícolas y las empresas piden facilidades para contratar inmigrantes. La construcción o el transporte son otros de los sectores más afectados  

Representantes de varios sectores de la economía extremeña alertan de las graves consecuencias que está suponiendo la actual falta de trabajadores en ámbitos como la agricultura, construcción o transportes. Los empresarios de esta comunidad no encuentran personal, por lo que demandan más facilidades para que llegue mano de obra de fuera de España. El problema está forzando cambios hasta en la producción agrícola, advierten, abandonando la fruta, por ejemplo, en favor de cultivos más mecanizados como los cereales.

Desde la Confederación Regional de Empresa Extremeñas (Creex) dicen que es un problema general, más complicado en agricultura y construcción. Su secretario general, Javier Peinado, propone unir mejor oferta y demanda de puestos de trabajo o hacer que las condiciones laborales sean más atractivas. La Federación Regional de la Pequeña y Mediana Empresa de Construcción y Afines de Extremadura (Pymecom) traslada que están atravesando una situación muy complicada. “Hay una escasez no solo de albañiles, sino todos los oficios relacionados con la construcción. El déficit puede ser en total de unas 9.000 personas”, estima José Luis Iglesias, gerente de esta organización. “Hay empresas que no pueden hacer frente a la demanda de obras, el sector puede morir de éxito”, añade.

Pymecom propone tres soluciones. Primero, “la atracción de mano de obra extranjera, para lo cual “es preciso que se flexibilice la normativa”, plantea. También pide “políticas que atraigan a las mujeres, ya que las empresas se tienen que mentalizar de que el sector femenino tiene que entrar en la construcción”. Por último, demanda más formación profesional dual que “potencie la parte práctica en detrimento de la teórica”, dice el gerente de la entidad extremeña.

Uno de los sectores que se está transformando por la escasez de mano de obra es la agricultura. Hay profesionales del campo que están optando por cultivar producciones mecanizadas, como el cereal, en detrimento de otras que necesitan mano de obra como es la fruta. Desde Cooperativas Agroalimentarias de Extremadura creen que el problema afecta directamente a la productividad y a la competitividad. El presidente de la organización, Ángel Pacheco, asegura que se necesita cubrir puestos en campañas específicas, como la recolección en el campo y el trabajo en las industrias. Esta organización no da cifras de las necesidades, ya que considera que varían según la campaña de producción.

Mientras, UPA-UCE Extremadura considera que para los pequeños y medianos agricultores se hace complicado gestionar la llegada de trabajadores de fuera: “Para que un trabajador venga tiene que tener unas condiciones dignas, hay que garantizarle un periodo de contratación, pero también tiene que ser rentable para el agricultor”. El empleo varía a lo largo del año, añade la entidad, por lo que ya se está trabajando en la “concatenación de campañas”. “Por ejemplo, con los compañeros de la zona de Huelva, donde los trabajadores que atienden la recogida de los frutos rojos puedan venir después a la fruta a Extremadura”, cuenta su secretario regional, Ignacio Huertas.

Estas dos organizaciones dicen que el principal problema está en el relevo generacional, donde los jóvenes no miran al campo como una salida profesional. Desde las cooperativas lamentan que “los trabajos pueden parecer poco atractivos”, pero defienden que “no tienen malas condiciones, ni los salarios son inadecuados”. Por su parte UPA-UCE coincide en que “las condiciones han cambiado completamente”. “Hay horarios adaptados a las condiciones climatológicas, los salarios han mejorado, pero los trabajadores nacionales rechazan este tipo de trabajos, lo que se añade al éxodo rural que deja a nuestros pueblos sin habitantes”.

El sector del transporte en Extremadura cifra sus necesidades actuales en 5.000 trabajadores. Vicente Ruiz, propietario de una empresa ubicada en la localidad pacense de Don Benito, explica: “Nuestra compañía está creciendo, pero nos faltan conductores cualificados, por lo que necesitamos que vengan trabajadores de fuera”.

En Extremadura hay alrededor de 600 empresas dedicadas al transporte de mercancías y aseguran que la escasez de mano de obra les está llevando a rechazar muchos encargos con las pérdidas económicas que ello supone. No dan una cifra, pero hablan de “cientos de miles de euros” y cuentan que trabajos que tenían que estar realizado compañías nacionales las están desarrollando empresas de fuera de España procedentes de Polonia o de Ucrania.

La Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) pide más agilidad burocrática para que lleguen trabajadores de terceros países como Perú, Chile o Argentina. Entre los avances de los últimos meses, cita un cambio en la legislación que permite un canje digital del permiso de conducir de los transportistas extranjeros. Sin embargo, antes de empezar a trabajar con pleno derecho los trabajadores foráneos tienen que residir al menos seis meses en España en cumplimiento de las leyes europeas, “con lo que ello supone para nuestras cuentas”, advierten. Javier Peinado, de la patronal extremeña, opina que las prestaciones sociales y los subsidios pueden “estar desincentivando que se acepten ciertos puestos de trabajo por personas que entienden que no les merece la pena trabajar y que prefieren seguir desempleadas”.

La necesidad de trabajadores en diferentes sectores de la economía regional ha llevado al delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, a alzar la voz ante los últimos casos de acoso a los migrantes. “Hay una necesidad de trabajadores en determinados sectores y mientras, estamos viendo voces racistas, xenófobas, que quieren expulsar a trabajadores. Este país está creciendo y una parte es por el trabajo que hacen personas de otros países que vienen a cubrir determinados puestos”, defiende Quintana.

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