Argentina se entrega a su nueva estrella: «La aparición de Mastantuono está a la altura de las de Maradona y Messi»

Una leyenda del país, Roberto Saporiti, compara en conversación con EL MUNDO la temprana irrupción de Mastantuono con la que tuvieron los dos genios Leer Una leyenda del país, Roberto Saporiti, compara en conversación con EL MUNDO la temprana irrupción de Mastantuono con la que tuvieron los dos genios Leer  

Franco Mastantuono es un futbolista especial, su aparición es comparable a las de Diego Maradona y Lionel Messi. ¿Quién dice esto? Roberto Saporiti, un hombre que jugó contra Alfredo Di Stéfano en el Santiago Bernabéu, que dirigió a Maradona, que vio jugar a Pelé y Johan Cruyff y que siguió en detalle la carrera de Messi. Saporiti es, a sus 86 años, historia viva del fútbol argentino.

«La aparición de Mastantuono es en mi opinión la más impactante del fútbol argentino en muchos años. Está a la altura de las apariciones de Maradona y Messi», dijo Saporiti durante una entrevista con EL MUNDO en Buenos Aires. «Que el Real Madrid lo haya comprado… Lo han examinado futbolísticamente, y también su vida particular. Intensamente. No compran a cualquiera».

En 1978, en las semanas previas al que sería el primero de los tres títulos mundiales que ganó Argentina, Saporiti se encontró con que tenía una serie diferencia con César Luis Menotti, su amigo, sí, pero su jefe, también, como seleccionador nacional. Menotti había decidido que Maradona, que tenía embelesado al fútbol argentino a sus 17 años, era uno de los tres descartes en la lista definitiva para la Copa del Mundo.

«Y yo le dije hasta el último instante, ¿estás seguro? En una de las prácticas finales le pregunté dónde lo ponía a Diego, me dijo que con los suplentes. Ganaron 5-1 con cuatro goles de Diego. Yo manejé esa práctica porque Menotti tenía un encuentro con la prensa internacional. Vino y me dijo que ya tenía decidido quiénes eran los tres que salían. Y yo me apresuré y le tiré tres nombres. El último no, me dijo. Se queda. ¿Y quién sale? Diego, me dijo. Jajajajaja, le dije yo. Me estás jodiendo. No, sale Diego, insistió. ¿Me estás cargando, como va a salir Diego? Hacía un frío bárbaro, Menotti me dijo de cenar y seguir hablando mientras tomábamos un café. Menotti nunca perdía el control, pero esa vez me dijo que no jodiera más con el asunto».

Saporiti, a la derecha, junto a Di Stéfano.
Saporiti, a la derecha, junto a Di Stéfano.E.M.

Maradona pudo haber sido bicampeón mundial, pero la decisión de Menotti probablemente lo impidió. «Yo le decía que estratégica y políticamente estábamos cometiendo un error. Diego volaba, volaba, era una maravilla… Llegó el entrenamiento en el que Menotti dijo los tres que se iban. Dijo algo así: ‘Después de mucho tiempo y reflexión, cometiendo sin dudas injusticias… el reglamento me permite solo 22. A partir de este entrenamiento quedan liberados tal, tal y Diego’. Se quedaron todos mudos. Diego se levantó y salió corriendo. No se lo esperaba, era un chico de 17 años».

Un paralelismo con Mastantuono, que con 17 años, nueve meses y 22 días se convirtió en el jugador más joven en debutar en la selección argentina en un partido oficial, el 5 de junio de este año, el 1-0 sobre Chile por las eliminatorias sudamericanas. Cuarenta y ocho años antes, Maradona se había convertido con 16 años, tres meses y 25 días, en el jugador más joven en debutar en la selección mayor de su país: fue en el 5-1 con que la albiceleste goleó en un amistoso a Hungría.

¿Podrá encontrar Mastantuono el equilibrio que Maradona no siempre pudo mantener? «Depende de sus amigos, de la familia. ¡No de los amigos del campeón! Ojo con eso… Y de su personalidad para adaptarse a la Casa Blanca», advierte Saporiti. «Va a tener grandes compañeros y estrellas mundiales. Es un mundo nuevo para él, muy joven. Todo depende de él, tiene todas las condiciones. Pero no es fácil. El palco y el periodismo en Madrid son muy exigentes».

El ex entrenador de Maradona quiere ser preciso en la comparición que plantea cuando habla de Mastantuono. «Franco me hace recordar a las apariciones de Maradona y Messi, que aparecieron y manejaban a sus equipos. Pero no se los puede comparar aún globalmente, hay que esperar diez años para ver qué hizo Mastantuono. Eso sí, la aparición es fantástica. River era una cosa con Mastantuono y es otra cosa sin él. Es un jugador que de la nada te genera una ocasión de gol o una asistencia, y que jugando ante 85.000 hinchas en el Monumental se ganó el respeto de una tribuna que es también muy exigente».

Las carreras de Maradona y Messi son incomparables, dos extraterrestres, «como lo fue Alfredo Di Stéfano», añade Saporiti, que tiene aún muy presente el 18 de enero de 1961, el día en el que se midió en el Bernabéu a Di Stéfano. Los blancos ganaron 6-2 al Deportivo Español, campeón de la Primera B argentina, que estaba de gira por Europa

«Jugamos contra el Barcelona, el Espanyol, el Elche, el Athletic Bilbao… Y el último partido lo jugamos en el Santiago Bernabéu. Yo con 20 años y Di Stefano, 34. Después del partido nos sacamos una foto. La delantera del Real Madrid era Kopa, Di Stéfano, Puskas y Gento. ¡Mamita mía! Imaginate… Pentacampeones de Europa. Un extraterrestre Alfredo, jugador de toda la cancha y de todos los tiempos. Corría, daba pases gol, era jugador de todo el equipo. Y a ese equipo llega Mastantuono».

La adolescencia marcó un momento decisivo para Franco Mastantuono: debía elegir entre ser tenista o futbolista. No lo sabía aún, pero optar por el fútbol le quitó potencialmente del camino a Carlos Alcaraz. Al murciano lo cambió por Lamine Yanal y Erling Haaland.

Mastantuono era de niño y adolescente un gran tenista, llegó a ser, a los 12 años, uno de los cinco mejores de esa categoría en Argentina, uno de los países con mayor tradición tenística del mundo: en 2018 ganó 13 títulos.

En los días finales en Argentina antes de volar a Madrid, Mastantuono se entrenó en solitario como futbolista… y como tenista. «Sos Nadal», le dijo Federico Coria, uno de los mejores tenistas argentinos, tras jugar con él en las pistas del Buenos Aires Lawn Tennis Club, el gran templo del tenis argentino.

«Es muy impresionante su derecha», dijo a EL MUNDOFederico Delbonis, héroe del título de la Copa Davis

«Franco es muy inteligente y tiene una gran calidad humana», añadió Delbonis, que tiene autoridad para decir lo que dice: es de Azul, la ciudad en las suaves serranías del centro de la provincia de Buenos Aires en la que nació Mastantuono.

Zurdo con el balón y diestro con la raqueta, Mastantuono visitó en julio el Club de Remo, en el que se formó como tenista, para jugar con Bautista Vilicich, 718 del ranking mundial de la ATP.

La pasión de Mastantuono por el tenis se observó en un detalle de un video distribuido por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) de cara a la última Copa Libertadores: el hoy jugador del Real Madrid apareció vestido de futbolista, pero raqueta en mano.

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