Israel ha lanzado este viernes una serie de ataques
aéreos coordinados contra Irán destinados a neutralizar sus
infraestructuras nucleares clave y eliminar a altos mandos de la Guardia
Revolucionaria, así como a científicos
vinculados a los programas de desarrollo nuclear. En esta operación, que
continúa en marcha, los aviones de combate israelíes emplearon una de las
municiones convencionales más destructivas de su arsenal: la bomba MPR-500,
según informa el portal de defensa ruso Top War. Esta bomba de 227 kg con
guía de precisión está diseñada para penetrar hasta un metro de hormigón
armado o atravesar cuatro capas de paredes o suelos reforzados de 20
centímetros de grosor, lo que la convierte en un arma temible contra
instalaciones fortificadas.
La MPR-500 ha sido desarrollada por la empresa
israelí Elbit Systems y se ha diseñado para integrarse en diversas
plataformas de combate de la Fuerza Aérea de Israel, como los cazas
polivalentes F-15I Ra’am y F-16I Sufa. Estos aviones pueden
lanzar la bomba equipada con el kit JDAM (Joint Direct Attack Munition)
que la transforma en un arma inteligente guiada por GPS. La MPR-500 también es
compatible con sistemas de guiado láser como el Paveway II y el Lizard,
lo que proporciona a los operadores múltiples opciones de ataque.
Capacidad de penetración optimizada y 26.000 fragmentos de metralla
Lo que hace particularmente eficaz a la MPR-500 contra
infraestructuras es su capacidad de penetración optimizada. Está
diseñada para mantener su integridad estructural al impactar y puede perforar
hasta un metro de hormigón armado antes de detonar, lo que le permite atacar instalaciones
fortificadas como búnkeres subterráneos, silos de misiles, centros de mando
o instalaciones de enriquecimiento nuclear. Su trayectoria de penetración en
línea recta elimina desviaciones y garantiza un impacto preciso incluso a
través de múltiples capas de protección.
Más allá de su potencia de penetración, su eficacia se ve
reforzada por un diseño de fragmentación controlada. Cada bomba contiene
unos 26.000 fragmentos de metralla diseñados para dispersarse de forma uniforme al
detonar, cubriendo un área de hasta 2.200 metros cuadrados. Esto permite
neutralizar sistemas internos, personal y estructuras secundarias sin causar
una destrucción tan generalizada como la que provocan las bombas de
propósito general de mayor tamaño.
A pesar de tratarse de una bomba y no un misil, la MPR-500
puede lanzarse desde distancias de seguridad gracias a sus capacidades
de planeo que le permiten alcanzar blancos situados a decenas de
kilómetros. Muchos de los objetivos iraníes atacados la última noche se
encontraban en zonas del interior de Irán, de lo que se infiere que los cazas
israelíes se adentraron en el espacio aéreo iraní y que Israel habría
neutralizado previamente sistemas de defensa aérea iraníes.
El sistema de guiado es clave en la precisión de la
MPR-500. El kit JDAM incorpora un sistema de navegación inercial
combinado con GPS que transforma la bomba en una munición de planeo de
alta precisión, con un margen de error circular inferior a 13 metros.
También puede ser guiada por láser con designadores aéreos o terrestres, lo que
permite correcciones en tiempo real, adecuado para blancos móviles o de
oportunidad.
Con capacidad de penetración optimizada y 26.000 fragmentos de metralla, se trata de una de las bombas convencionales más potentes de Israel
Israel ha lanzado este viernes una serie de ataques aéreos coordinados contra Irán destinados a neutralizar sus infraestructuras nucleares clave y eliminar a altos mandos de la Guardia Revolucionaria, así como a científicos vinculados a los programas de desarrollo nuclear. En esta operación, que continúa en marcha, los aviones de combate israelíes emplearon una de las municiones convencionales más destructivas de su arsenal: la bomba MPR-500, según informa el portal de defensa ruso Top War. Esta bomba de 227 kg con guía de precisión está diseñada para penetrar hasta un metro de hormigón armado o atravesar cuatro capas de paredes o suelos reforzados de 20 centímetros de grosor, lo que la convierte en un arma temible contra instalaciones fortificadas.
La MPR-500 ha sido desarrollada por la empresa israelí Elbit Systems y se ha diseñado para integrarse en diversas plataformas de combate de la Fuerza Aérea de Israel, como los cazas polivalentes F-15I Ra’am y F-16I Sufa. Estos aviones pueden lanzar la bomba equipada con el kit JDAM (Joint Direct Attack Munition) que la transforma en un arma inteligente guiada por GPS. La MPR-500 también es compatible con sistemas de guiado láser como el Paveway II y el Lizard, lo que proporciona a los operadores múltiples opciones de ataque.

Lo que hace particularmente eficaz a la MPR-500 contra infraestructuras es su capacidad de penetración optimizada. Está diseñada para mantener su integridad estructural al impactar y puede perforar hasta un metro de hormigón armado antes de detonar, lo que le permite atacar instalaciones fortificadas como búnkeres subterráneos, silos de misiles, centros de mando o instalaciones de enriquecimiento nuclear. Su trayectoria de penetración en línea recta elimina desviaciones y garantiza un impacto preciso incluso a través de múltiples capas de protección.
Más allá de su potencia de penetración, su eficacia se ve reforzada por un diseño de fragmentación controlada. Cada bomba contiene unos 26.000 fragmentos de metralla diseñados para dispersarse de forma uniforme al detonar, cubriendo un área de hasta 2.200 metros cuadrados. Esto permite neutralizar sistemas internos, personal y estructuras secundarias sin causar una destrucción tan generalizada como la que provocan las bombas de propósito general de mayor tamaño.
A pesar de tratarse de una bomba y no un misil, la MPR-500 puede lanzarse desde distancias de seguridad gracias a sus capacidades de planeo que le permiten alcanzar blancos situados a decenas de kilómetros. Muchos de los objetivos iraníes atacados la última noche se encontraban en zonas del interior de Irán, de lo que se infiere que los cazas israelíes se adentraron en el espacio aéreo iraní y que Israel habría neutralizado previamente sistemas de defensa aérea iraníes.
El sistema de guiado es clave en la precisión de la MPR-500. El kit JDAM incorpora un sistema de navegación inercial combinado con GPS que transforma la bomba en una munición de planeo de alta precisión, con un margen de error circular inferior a 13 metros. También puede ser guiada por láser con designadores aéreos o terrestres, lo que permite correcciones en tiempo real, adecuado para blancos móviles o de oportunidad.
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