Australia lanza su primer cohete orbital: solo ha tardado 14 segundos en estrellarse

Una diferencia entre la actual carrera espacial y la que
tuvo lugar en el siglo XX es que ahora hay un interés comercial y beneficios
económicos a la vista
. Esto ha hecho que compañías y países hayan adquirido
un gran interés en desarrollar cohetes que les permitan llegar al espacio y
participar de esa nueva economía
, siendo la empresa australiana Gilmour
Space
una de ellas. Este miércoles lanzó su primer cohete orbital, pero con
un éxito bastante limitado. El Eris, a los 14 segundos de despegar, ya
estaba en tierra envuelto en una nube de polvo
.

El cohete, de 23 metros de altura y diseñado para
transportar hasta 305 kilos de carga útil a la órbita baja terrestre, despegó
desde el Puerto Espacial Orbital de Bowen, en la costa de Queensland,
alrededor de las 00:35 de este miércoles, hora peninsular. Ascendió unas
decenas de metros, superando por poco a la torre de lanzamiento de la misma
altura que el Eris, se quedó brevemente suspendido en el aire mientras se
desplazaba lateralmente y finalmente cayó
a muy poca distancia de la rampa
que acababa de abandonar.

No es raro que un nuevo cohete falle en sus primeros
lanzamientos. SpaceX acumuló tres intentos fallidos con su primer
cohete, Falcon 1, antes de completar con éxito su primer vuelo orbital
en 2008. Por no hablar de Starship, que lleva nueve vuelos de
prueba y no parece aún demasiado cerca de conseguir completar el primero de una
pieza. Así, aunque 14 segundos son muy pocos segundos y llamar ‘vuelo’ a lo que
hizo Eris puede resultar un poco exagerado, la compañía muestra
optimismo.

‘Hoy, Eris se convirtió en el primer cohete orbital
fabricado en Australia en despegar desde suelo australiano: ~14 s de vuelo,
23 s de encendido del motor
. Un gran paso para nuestra capacidad de
lanzamiento. El equipo está a salvo, tenemos los datos y ya pensamos en el TestFlight
2’, ha señalado la compañía en una publicación en X.

‘Despegar y entrar en vuelo es un gran paso para cualquier
programa espacial nuevo. Esta fue la primera prueba real de nuestros sistemas
de cohetes, de nuestra tecnología de propulsión y de nuestro puerto espacial y ha
demostrado que gran parte de lo que hemos construido funciona’
, ha afirmado
Adam Gilmour, CEO de Gilmour Space, en un comunicado.

Según la empresa, no hubo heridos ni ‘impactos
medioambientales adversos’ como consecuencia del desplome de Eris. La rampa de
lanzamiento tampoco resultó dañada.

Por qué el cohete Eris permaneció solo 14 segundos en el aire

El Eris es un cohete de tres etapas. El propulsor
utiliza cuatro motores Sirius de Gilmour Space, la segunda etapa solo
uno y la tercera otro motor llamado Phoenix. Según ha explicado el CEO a
Ars Technica, primero falló un motor Sirius, lo que aún permitía al
propulsor continuar ascendiendo. Pero después lo hizo un segundo Sirius,
lo que hizo ya imposible mantener en el aire al cohete.

‘No esperaba que llegáramos a la órbita, nunca lo hice. Pensé
que en el mejor de los casos serían unos 40 segundos de vuelo, pero considero
un logro 14
’, ha señalado Gilmour al medio.

Otro aspecto que ha podido afectar al rendimiento del cohete
ha sido el largo tiempo que ha pasado almacenado antes de poder lanzarlo,
debido a la espera para que las autoridades australianas dieran el visto bueno.
Eris estaba listo desde abril de 2024.

‘Tuvimos que esperar 18 meses para obtener la
aprobación regulatoria para el lanzamiento con el cohete terminado’, afirma Gilmour.
Cuando no estaba en la plataforma de lanzamiento para pruebas, el cohete se
almacenaba horizontalmente dentro de un hangar a poco más de un kilómetro de la
playa, con riesgo de sufrir corrosión por exposición prolongada a un ambiente con alta salinidad
.

‘Estaba cada vez más preocupado porque el cohete se
estaba volviendo viejo
. Tuvimos que reemplazar muchas cosas durante las
pruebas y nos preocupaba mucho que cuanto más esperáramos, peor se pondría. Así
que estoy muy contento de que ese viejo vehículo haya salido de la
plataforma, haya superado la torre y la plataforma de lanzamiento antes de que
se apagara’
, asegura Gilmour.

 Eris, de la compañía Gilmour Space, ha sido completamente diseñado y fabricado en Australia  

Una diferencia entre la actual carrera espacial y la que tuvo lugar en el siglo XX es que ahora hay un interés comercial y beneficios económicos a la vista. Esto ha hecho que compañías y países hayan adquirido un gran interés en desarrollar cohetes que les permitan llegar al espacio y participar de esa nueva economía, siendo la empresa australiana Gilmour Space una de ellas. Este miércoles lanzó su primer cohete orbital, pero con un éxito bastante limitado. El Eris, a los 14 segundos de despegar, ya estaba en tierra envuelto en una nube de polvo.

El cohete, de 23 metros de altura y diseñado para lanzar hasta 305 kilos de carga útil a la órbita baja terrestre, despegó desde el Puerto Espacial Orbital de Bowen, en la costa de Queensland, alrededor de las 00:35 de este miércoles, hora peninsular. Ascendió unas decenas de metros, superando por poco a la torre de lanzamiento de la misma altura que el Eris, se quedó brevemente suspendido en el aire mientras se desplazaba lateralmente y finalmente cayó a muy poca distancia de la rampa que acababa de abandonar.

No es raro que un nuevo cohete falle en sus primeros lanzamientos. SpaceX acumuló tres intentos fallidos con su primer cohete, Falcon 1, antes de completar con éxito su primer vuelo orbital en 2008. Por no hablar de Starship, que lleva nueve vuelos de prueba y no parece aún demasiado cerca de conseguir completar el primero de una pieza. Así, aunque 14 segundos son muy pocos segundos y llamar ‘vuelo’ a lo que hizo Eris puede resultar un poco exagerado, la compañía muestra optimismo.

‘Hoy, Eris se convirtió en el primer cohete orbital fabricado en Australia en despegar desde suelo australiano: ~14 s de vuelo, 23 s de encendido del motor. Un gran paso para nuestra capacidad de lanzamiento. El equipo está a salvo, tenemos los datos y ya pensamos en el TestFlight 2’, ha señalado la compañía en una publicación en X.

‘Despegar y entrar en vuelo es un gran paso para cualquier programa espacial nuevo. Esta fue la primera prueba real de nuestros sistemas de cohetes, de nuestra tecnología de propulsión y de nuestro puerto espacial y ha demostrado que gran parte de lo que hemos construido funciona’, ha afirmado Adam Gilmour, CEO de Gilmour Space, en un comunicado.

Según la empresa, no hubo heridos ni ‘impactos medioambientales adversos’ como consecuencia del desplome de Eris. La rampa de lanzamiento tampoco resultó dañada.

El Eris es un cohete de tres etapas. El propulsor utiliza cuatro motores Sirius de Gilmour Space, la segunda etapa solo uno y la tercera otro motor llamado Phoenix. Según ha explicado el CEO a Ars Technica, primero falló un motor Sirius, lo que aún permitía al propulsor continuar ascendiendo. Pero después lo hizo un segundo Sirius, lo que hizo ya imposible mantener en el aire al cohete.

‘No esperaba que llegáramos a la órbita, nunca lo hice. Pensé que en el mejor de los casos serían unos 40 segundos de vuelo, pero considero un logro 14’, ha señalado Gilmour al medio.

Otro aspecto que ha podido afectar al rendimiento del cohete ha sido el largo tiempo que ha pasado almacenado antes de poder lanzarlo, debido a la espera para que las autoridades australianas dieran el visto bueno. Eris estaba listo desde abril de 2024.

‘Tuvimos que esperar 18 meses para obtener la aprobación regulatoria para el lanzamiento con el cohete terminado’, afirma Gilmour. Cuando no estaba en la plataforma de lanzamiento para pruebas, el cohete se almacenaba horizontalmente dentro de un hangar a poco más de un kilómetro de la playa, con riesgo de sufrir corrosión por exposición prolongada a un ambiente con alta salinidad.

‘Estaba cada vez más preocupado porque el cohete se estaba volviendo viejo. Tuvimos que reemplazar muchas cosas durante las pruebas y nos preocupaba mucho que cuanto más esperáramos, peor se pondría. Así que estoy muy contento de que ese viejo vehículo haya salido de la plataforma, haya superado la torre y la plataforma de lanzamiento antes de que se apagara’, asegura Gilmour.

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