China continúa acelerando el ritmo de sus
lanzamientos al espacio. Este miércoles realizó el de un cohete Larga Marcha
8A que se ha convertido en el número 600 desde el del Larga
Marcha 1 que tuvo lugar el 24 de abril de 1970 y puso en órbita el satélite
Dongfanghong-1. Este hito llega solo 22 meses después de que
China alcanzara el lanzamiento número 500, lo que refleja el impulso del
país comunista a su industria aeroespacial.
Con el lanzamiento de esta semana, China ha puesto en órbita
el duodécimo grupo de satélites de la constelación Guowang, diseñada
para competir con Starlink, ampliando su red de banda ancha en la órbita
terrestre baja.
Tras el éxito de Starlink, varios países han anunciado
proyectos similares. China desarrolla Guowang, Rusia planea su propia
constelación -cuyas pruebas comenzarán en 2027- y la Unión Europea también impulsa
la creación de una red semejante.
Sin embargo, todas ellas van muy por detrás de Starlink,
que actualmente cuenta con más de 8.000 satélites en órbita. Guowang es la
más avanzada entre el resto, pero dispone como máximo de 95 satélites,
según SpaceNews. China planea ampliar esa cifra a más de 400 en 2027 y hasta
13.000 en los años siguientes.
Uno de los motivos del éxito y la rápida expansión de
Starlink es que SpaceX puede añadir satélites adicionales a sus lanzamientos
del cohete Falcon 9 cuando dispone de capacidad de carga sobrante, algo que
resulta imposible para casi cualquier otro país o empresa y que le otorga una
enorme ventaja competitiva.
El Larga Marcha 8A es una variante del Larga Marcha 8
estándar: mantiene los propulsores laterales, utiliza motores YF-75H de
hidrógeno y oxígeno líquido mejorados en la segunda etapa y cuenta con una
cofia más amplia, de 5,2 metros de diámetro, para encapsular grupos de
satélites. Hasta ahora, los cuatro lanzamientos del Larga Marcha 8A han
transportado lotes de satélites Guowang.
China necesitó hasta 2007 para lanzar sus primeros 100
cohetes Larga Marcha y hasta 2021 para alcanzar el número 400.
Los últimos 100 los ha lanzado en menos de dos años, y podría llegar a unos
70 lanzamientos solo en 2025. La misión del miércoles fue el lanzamiento
orbital número 62 de China en 2025, lo que sitúa al país ya muy cerca de
superar su récord anual, establecido en 68 lanzamientos en 2024.
La mayoría de estos vuelos han empleado cohetes
hipergólicos Larga Marcha 2, 3 y 4, mientras que las nuevas versiones con
motores de hidrógeno-oxígeno líquido y queroseno-oxígeno líquido -Larga Marcha
5, 6, 7 y 8- comenzaron a operar a mediados de la década de 2010.
Actualmente se desarrollan el Larga Marcha 10, destinado a misiones
tripuladas a la Luna, y el Larga Marcha 9, de gran capacidad. El
primer Larga Marcha reutilizable podría ser el 12A, cuyo lanzamiento se prevé
antes de finales de año.
La red de satélites china para proporcionar banda ancha desde la órbita baja terrestre acumula 95 satélites, muy lejos de los 8.000 con los que ya cuenta Starlink
China continúa acelerando el ritmo de sus lanzamientos al espacio. Este miércoles realizó el de un cohete Larga Marcha 8A que se ha convertido en el número 600 desde el del Larga Marcha 1 que tuvo lugar el 24 de abril de 1970 y puso en órbita el satélite Dongfanghong-1. Este hito llega solo 22 meses después de que China alcanzara el lanzamiento número 500, lo que refleja el impulso del país comunista a su industria aeroespacial.
Con el lanzamiento de esta semana, China ha puesto en órbita el duodécimo grupo de satélites de la constelación Guowang, diseñada para competir con Starlink, ampliando su red de banda ancha en la órbita terrestre baja.
Tras el éxito de Starlink, varios países han anunciado proyectos similares. China desarrolla Guowang, Rusia planea su propia constelación -cuyas pruebas comenzarán en 2027- y la Unión Europea también impulsa la creación de una red semejante.
Sin embargo, todas ellas van muy por detrás de Starlink, que actualmente cuenta con más de 8.000 satélites en órbita. Guowang es la más avanzada entre el resto, pero dispone como máximo de 95 satélites, según SpaceNews. China planea ampliar esa cifra a más de 400 en 2027 y hasta 13.000 en los años siguientes.
Uno de los motivos del éxito y la rápida expansión de Starlink es que SpaceX puede añadir satélites adicionales a sus lanzamientos del cohete Falcon 9 cuando dispone de capacidad de carga sobrante, algo que resulta imposible para casi cualquier otro país o empresa y que le otorga una enorme ventaja competitiva.
El Larga Marcha 8A es una variante del Larga Marcha 8 estándar: mantiene los propulsores laterales, utiliza motores YF-75H de hidrógeno y oxígeno líquido mejorados en la segunda etapa y cuenta con una cofia más amplia, de 5,2 metros de diámetro, para encapsular grupos de satélites. Hasta ahora, los cuatro lanzamientos del Larga Marcha 8A han transportado lotes de satélites Guowang.
China necesitó hasta 2007 para lanzar sus primeros 100 cohetes Larga Marcha y hasta 2021 para alcanzar el número 400. Los últimos 100 los ha lanzado en menos de dos años, y podría llegar a unos 70 lanzamientos solo en 2025. La misión del miércoles fue el lanzamiento orbital número 62 de China en 2025, lo que sitúa al país ya muy cerca de superar su récord anual, establecido en 68 lanzamientos en 2024.
La mayoría de estos vuelos han empleado cohetes hipergólicos Larga Marcha 2, 3 y 4, mientras que las nuevas versiones con motores de hidrógeno-oxígeno líquido y queroseno-oxígeno líquido -Larga Marcha 5, 6, 7 y 8- comenzaron a operar a mediados de la década de 2010. Actualmente se desarrollan el Larga Marcha 10, destinado a misiones tripuladas a la Luna, y el Larga Marcha 9, de gran capacidad. El primer Larga Marcha reutilizable podría ser el 12A, cuyo lanzamiento se prevé antes de finales de año.
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