Mamadou Balde lleva una década trabajando para Grupo Jorge, una de las grandes empresas del sector cárnico que acaba de suspender a 300 trabajadores temporales de un matadero de Vic, en Barcelona. Balde representa a los afectados por la suspensión y constata que esta es la primera consecuencia laboral de calado en la crisis por el brote de peste porcina africana (PPA). “Estamos en contacto con la dirección de la empresa, sindicatos y el Departamento de Trabajo para que se activen los Expedientes de Regulación Temporal de Ocupación (ERTO). Todos estamos preocupados. No estamos solos en esto, todo el sector está inquieto”, explica Balde. Este jueves mismo se confirmaron cuatro nuevos casos de jabalíes afectados por la peste, todos ellos dentro de la zona donde comenzó el brote. Todo ello siguió empujando a la baja el precio de la carne. Mercalleida, la lonja de referencia en España, bajó otros 10 céntimos el precio que se paga por cada kilo de cerdo.
La suspensión de 300 trabajadores temporales de un matadero de Vic (Barcelona) desata el temor de los empleados de la industria cárnica
Mamadou Balde lleva una década trabajando para Grupo Jorge, una de las grandes empresas del sector cárnico que acaba de suspender a 300 trabajadores temporales de un matadero de Vic, en Barcelona. Balde representa a los afectados por la suspensión y constata que esta es la primera consecuencia laboral de calado en la crisis por el brote de peste porcina africana (PPA). “Estamos en contacto con la dirección de la empresa, sindicatos y el Departamento de Trabajo para que se activen los Expedientes de Regulación Temporal de Ocupación (ERTO). Todos estamos preocupados. No estamos solos en esto, todo el sector está inquieto”, explica Balde. Este jueves mismo se confirmaron cuatro nuevos casos de jabalíes afectados por la peste, todos ellos dentro de la zona donde comenzó el brote. Todo ello siguió empujando a la baja el precio de la carne. Mercalleida, la lonja de referencia en España, bajó otros 10 céntimos el precio que se paga por cada kilo de cerdo.
La suspensión de empleados en Vic ha desatado el temor entre los trabajadores de un sector que emplea a entre 15.000 y 20.000 personas en Cataluña. El despido llevado a cabo por la empresa Grupo Jorge, ha puesto sobre la mesa la urgencia de activar los ERTE. La Empresa de Trabajo Temporal (ETT) ya ha presentado el expediente al Departamento de Trabajo de la Generalitat, que ahora dispone de cinco días hábiles para decidir si lo acepta o no. En caso de aceptarlo, los empleados suspendidos podrán cobrar a través del Servicio de Empleo Público (SEPE), según fuentes del mismo departamento.
El matadero se encuentra en el municipio de Santa Eugènia de Berga, en la comarca de Osona, una zona que este jueves la Comisión Europea excluyó de la zona limitada junto al Bages, también en Barcelona, y el Segrià, en Lleida. Tan solo la comarca de Osona aglutina el 11% de las cabezas de ganado porcino de Cataluña, por lo que el impacto de una posible restricción de la actividad puede ser notable en todo el sector. De momento, el foco de peste porcina continúa estabilizado en los alrededores del municipio de Cerdanyola del Vallès, a las puertas de Barcelona.
La empresa, con unos 6.000 trabajadores y consolidado como uno de los mayores exportadores de producto porcino de España, tiene el ojo puesto en el veto de China, según Balde. “Estamos esperando a que China vuelva a abrir las importaciones de producto español. En ese caso, la empresa volverá a contratar a trabajadores de ETT”, explica el representante. En cambio, desde CCOO no ven lógico que la empresa no haya rectificado tras conocer las nuevas delimitaciones impuestas por Bruselas. “Es una vulneración de los derechos laborales llevada a cabo a través de una decisión unilateral”, denuncia el sindicato.
La punta de lanza de las reivindicaciones laborales de los damnificados pivota alrededor de los ERTE. Balde, que se encuentra en plena negociación, asegura que serán “cruciales” para que los trabajadores no tengan que consumir el paro. El sindicato da un paso más y exige al Govern de la Generalitat que acelere los acuerdos bilaterales para que los países que han vetado las exportaciones acepten productos de zonas no afectadas. También piden a la Administración que prohíba los despidos asociados al brote. “Reclamamos a la empresa que se siente a negociar para buscar soluciones acordadas para afrontar esta crisis. No debemos olvidar que es coyuntural, no estructural”, señala en un comunicado.
Los Comunes también se han reunido con los trabajadores suspendidos en Vic y han cargado contra el consejero de Agricultura, Ramaderia i Pesca, Òscar Ordeig, y el resto del Ejecutivo. “Ordeig no puede actuar como un servidor obediente de la patronal cárnica. El Govern debería asumir un papel proactivo en la defensa de todos los puestos de trabajo, también de los temporales”, apostilla Arnau Martí, concejal de los Comunes en el Ayuntamiento de Vic. Martí considera que los trabajadores que provienen de ETT son la “baza más fácil” del sistema laboral, pero que deben estar protegidos.
Tan solo una semana después de la detección de los dos primeros casos de jabalíes infectados, la industria se resiente por el aumento de países que han vetado las importaciones de producto cárnico español y la ampliación del área afectada a 91 municipios por parte de la Comisión Europea. La mayoría de municipios afectados están ubicados en las comarcas del Vallès Occidental y Oriental y el Baix Llobregat. Pero también hay algunos afectados en las comarcas del Barcelonés, Maresme, Alt Penedès y Anoia.
El sector porcino, como el resto de la actividad primaria, padece una temporalidad crónica de sus trabajadores y una elevada movilidad. Por el contrario, lidera la exportación agroalimentaria con un 19% del total de los negocios de alimentación y bebidas hacia el extranjero, según datos de Prodeca, la promotora de alimentos catalanes de la Generalitat. Además, representa cerca de la mitad de las exportaciones de producto porcino español.
Ante el volumen de exportaciones a China (10% en 2023, según el Departamento de Trabajo), el Ministerio de Agricultura negocia con el gigante asiático para que aplique la regionalización de las exportaciones y no extienda el veto a toda España. Por ahora, el balance de jabalíes muertos en la sierra de Collserola, zona cero del brote, asciende a medio centenar. El consejero Ordeig ha llamado a la calma y ha afirmado que “la gran mayoría” de ellos ha dado negativo en la prueba del patógeno.
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