Daniel P., un tuitero referencia de la izquierda madrileña: “Gallardón al menos tenía un modelo de ciudad, no como Almeida”

Con 38 grados Sol es una sartén, pero el turista que se atreve a venir a Madrid en agosto no pierde la oportunidad de darse un paseo exprés por la plaza más icónica de la ciudad, antes de salir corriendo a alguna de las calles aledañas, donde al menos podrá sentarse a beber un café helado de Starbucks o entrar a comprar suvenires en alguna tienda típica, como la Casa de las Carcasas o Zara. Bajo uno de los toldos que tanto han costado y que tan poco solucionan, Daniel P. (Madrid, 44 años), la mano detrás de la cuenta de la red social X @MadridDecadente, comienza a contar que, si tiene algo en común la Puerta del Sol con José Luis Martínez Almeida, sería este páramo de cemento.

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 Fotógrafo profesional, vecino de Lavapiés, autor de la cuenta @MadridDecadente, ha emprendido “una cruzada” contra las deficientes obras del ayuntamiento y el deterioro de una idea de ciudad  

Con 38 grados Sol es una sartén, pero el turista que se atreve a venir a Madrid en agosto no pierde la oportunidad de darse un paseo exprés por la plaza más icónica de la ciudad, antes de salir corriendo a alguna de las calles aledañas, donde al menos podrá sentarse a beber un café helado de Starbucks o entrar a comprar suvenires en alguna tienda típica, como la Casa de las Carcasas o Zara. Bajo uno de los toldos que tanto han costado y que tan poco solucionan, Daniel P. (Madrid, 44 años), la mano detrás de la cuenta de la red social X @MadridDecadente, comienza a contar que, si tiene algo en común la Puerta del Sol con José Luis Martínez Almeida, sería este páramo de cemento.

Daniel subió un vídeo desde su cuenta anónima donde mostraba el avance de la reforma de la plaza de Sol y ese fue su primera publicación viral, la que le hizo darse cuenta de que él no era el único que pensaba que aquello terminaría en desastre como muchos otros casos anteriores. Esta es, dice él, también la gran obra por la que será recordada el actual alcalde. “Y no es una buena reforma”, aclara. Este hombre, fotógrafo profesional con una mirada detectivesca, y atento al urbanismo, se ha convertido con sus comentarios y sus denuncias en un referente, celebrado incluso por los políticos de la izquierda madrileña, a quienes dota de argumentos e imágenes de los actos que comete el Ayuntamiento de la capital.

Su primer vídeo viral llegó hasta una comisión de Urbanismo del ayuntamiento, donde acusaron a un concejal de la coalición Ahora Madrid de estar detrás de la denuncia. “Ahí dije ‘Ostras, qué fuerte a donde he llegado con algo que me sale simplemente por ir grabando por la calle’”, cuenta. Desde entonces, su cuenta @MadridDecadente es reconocida entre la izquierda por hacer “un trabajo necesario de fiscalización de las obras públicas y de replanteo de los espacios públicos con una perspectiva ecologista y moderna”, según Más Madrid, y por emplear “fuentes oficiales solamente”, según el Psoe, siempre, así lo recalcan ambos, de manera independiente.

Daniel nació, se crio y vive en Lavapiés ―al menos hasta que su casera suba el precio del alquiler o un fondo buitre compre el edificio entero, dice―, así que el centro es el barrio en el que se toma el café, hace la compra y se divierte. Daniel, que es fotógrafo profesional, comenzó haciendo videos y fotos con el móvil de lo que se encontraba en su zona: una calle peatonalizada por la que pasan los coches, un bote de basura a rebosar y lleno de ratas o la última de las reformas que ha dejado una plaza más fea, más calurosa y con menos árboles. Actualmente, se prepara cada publicación como un reportaje periodístico y sale a la calle con su cámara profesional para hacer las fotos que luego comparte en su cuenta de forma anónima, porque dice que lo importante son los temas y no la persona.

Entre sarcasmo, comedia e investigación, la cuenta Madrid Decadente ya casi llega a los 30.000 seguidores y se ha convertido en un referente crítico de las obras que van surgiendo por la ciudad, que no son pocas. Hay tanto para criticar porque, dice Daniel, el urbanismo que está planteando Almeida ni siquiera piensa en el turismo que tanto promueve. “Vienes a la Puerta del Sol y te encuentras con un sitio por el que no quieres pasar, bastante feo, bastante sucio y bastante inhóspito. Yo no creo que nadie que venga a esta plaza se pueda maravillar por la belleza”, asegura.

– Cuando va a comenzar un nuevo proyecto, ¿siempre se espera lo peor?

– A día de hoy, sí.

Desde Sol, Daniel camina por la calle de Carretas hasta la plaza de Jacinto Benavente. “Esta me parece difícil que la empeoren”, dice, señalando la salida del parking, los cuatro botes de basura, la estación de bicis eléctricas y los cero bancos que hay en medio de la explanada, “pero pienso que son capaces”. Y es que los dos y únicos árboles que dan sombra a la plaza pueden ser el siguiente objetivo de Almeida, un alcalde ya famoso por sus talas masivas. Daniel lo tiene claro: “Creo que la mitad de las obras que se están haciendo son prescindibles y las están haciendo, de verdad, solo por enriquecer a gente conocida”.

Daniel P. reposa sobre la escultura del 'Barrendero madrileño', en la plaza Jacinto Benavente de Madrid.

El recorrido por la ciudad de Almeida continúa con una parada frente al Café Central, un mítico bar de jazz en el que, según el tuitero, todos los madrileños del centro deben haberse sentado alguna vez, incluidos el alcalde y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Los propietarios del inmueble dieron un ultimátum a los socios del Café: no renovarán el contrato que se vence en octubre, así que lo más probable es que los amantes de su música en vivo tengan que buscarse otro sitio.

Al enterarse de esta noticia, @MadridDecadente publicó una encuesta. “¿Qué creéis que pondrán en su lugar y aportará gran valor añadido al barrio?“, preguntaba a sus seguidores. 1.308 votaron por alguna de las opciones, que eran “un hotel boutique”, “un sitio de empanadillas” o uno “de brunch”, pero casi la mitad apostó por lo que vieron más realista: otro “edificio de Airbnb”. “Y yo tras conocer que el pobre rentista dueño del local es además propietario de todo el edificio, creo que acertaréis…”, agregó en la publicación.

Daniel señala que, claro, el inminente cierre del Café Central no es culpa directa de Almeida, pero sí explica hacia dónde va Madrid con su actual alcalde:

– Gallardón al menos tenía un modelo de ciudad, que ya es más de lo que tiene Almeida. Yo creo que Almeida no sabía que iba a ganar y empezó como [José María] Álvarez del Manzano haciendo arreglitos por aquí y por allá y ahora quiere pegar un giro hacia Gallardón, que sí tenía un gran modelo, que luego lo llevó a una gran deuda, pero que al menos tenía esta cosa de “¡Voy a construir las cuatro torres! ¡Voy a construir el Wanda Metropolitano! ¡Voy a soterrar Madrid Río!“. Por eso lo llamaban Alberto Ruiz faraón.

Sin embargo, Daniel no cree que Almeida vaya a tener “el mismo éxito”, si se le puede llamar así, que su antecesor por un detalle: “A Gallardón le interesaba más la ciudad, pero a Almeida solo le interesa el poder”. Daniel no es político y tampoco urbanista o arquitecto, pero dice que, tras toda una vida bajo los mandatos de alcaldes del PP, en la época de Manuela Carmena se dio cuenta de que “había otra manera de hacer las cosas”. Su visión es la de cualquier vecino que se preocupa por su ciudad. “Con los años he ido aprendiendo, he ido hablando con mucha gente, y decidí emprender, como voy a llamarlo, una cruzada contra el ayuntamiento, sobre todo para decirles ‘podéis hacer la cosa mejor’”.

El recorrido, una tarde con ola de calor, termina como empezó, en una plaza al sol y sin árboles obra de Almeida. Daniel fue el primero que advirtió en redes cómo había quedado la plaza de Santa Ana tras la polémica reforma que emprendió el alcalde, en beneficio de un aparcamiento privado que hay debajo de ese suelo. “En julio iré a Madrid. Visto lo visto, ¿es recomendable llevar paraguas para tener sombra?“, le preguntaba un seguidor en la publicación de @MadridDecadente, donde se veía una plaza rodeada de árboles hace unos años y una plaza casi completamente cementada en 2025.

A la pregunta de a qué sitios llevaría a un amigo que no conoce Madrid para que se impregnara de su esencia, Daniel responde que a Lavapiés, su barrio, aunque tenga “un punto sucio y cutre”, o a los barrios del sur de Madrid, a los que por suerte y por desgracia la mano del Almeida apenas llega. “Madrid se llamaba la Villa de Madrid porque veníamos de ahí, una especie de gran pueblo o la suma de varios pueblos. Ese concepto ha desaparecido. Ahora estamos muy apostando por el Madrid D.F., con una noria gigante, la Fórmula 1, la piscina de olas más grande del mundo y unos barrios nuevos totalmente incomunicados”.

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