David Bustamante, implacable en El Hormiguero: un brutal mensaje para que «se envenenen»

Abrió David Bustamante anoche la puerta de El Hormiguero y dejó a todos atónitos. El artista ha cambiado de vida, de rutina, de alimentación, de… Su cambio físico es brutal, pero más lo fue el mensaje que lanzó a los que «cuando te ven débil, te ponen el pie en la cabeza» Leer Abrió David Bustamante anoche la puerta de El Hormiguero y dejó a todos atónitos. El artista ha cambiado de vida, de rutina, de alimentación, de… Su cambio físico es brutal, pero más lo fue el mensaje que lanzó a los que «cuando te ven débil, te ponen el pie en la cabeza» Leer  

Hace casi un año, cuando RTVE anunció que David Broncano y LalaChus iban a ser los presentadores de las Campanadas, se desató una ola de gordofobia contra la humorista de tal calibre que hasta el presidente de la televisión pública tuvo que intervenir lanzando un mensaje de apoyo a la colaboradora de La Revuelta.

Los llamados haters no encontraron un argumento mejor para atacar a LalaChus que a través de su físico. Era lo más fácil, lo más sencillo, lo más simple y lo que creyeron le haría más daño. LalaChus salió de aquella oleada de odio con humor y mostrando lo que más les podía reventar, que se la pelaba.

Lo que nunca sabremos es cómo fueron esos días de puertas hacia dentro de su casa en los que la colaboradora entraba en las redes sociales y veía las barbaridades que se decían a costa de su físico. Se habló mucho entonces de la gordofobia, de atacar a una persona por su físico, de esos haters que no encuentran argumentos y sólo llegan a insultar a través del valor de una balanza. Sin embargo, antes que LalaChus otros muchos han vivido lo mismo. Uno de ellos es David Bustamante, el cual lleva sufriendo esa gordofobia desde hace décadas. Mientras con LalaChus hubo una oleada de apoyo de seguidores y de los medios de comunicación, con Bustamante siempre ocurre lo mismo: los haters le atacan por su físico y la noticia es qué le ha pasado al artista para haber engordado tanto o por qué Bustamante está así o asá.

La realidad es que el físico siempre ha sido el mejor arma para quien quiere atacar. La diferencia no debería ser ninguna. Lo que supuso para LalaChus aquella oleada de odio es lo mismo que supone para David Bustamante: dos rostros famosos, sometidos al escarnio público por estar más o menos gordos. ¿Realmente alguien sabe lo que supone sufrir ese acoso para la persona que lo sufre?

Por eso, anoche, cuando David Bustamante abrió la puerta de El Hormiguero y se plantó en medio del plató de Pablo Motos hecho un figurín, más allá de la sorpresa, también estaba la venganza. La venganza de un artista que por las razones que sean y que sólo le interesan a él ha sufrido multitud de cambios físicos.

Lo que nunca cambia es que cada vez que aumenta de peso, el odio se multiplica por mil. Por ello, el mensaje que anoche lanzó David Bustamante en El Hormiguero es aún más importante que el cambio físico que ha vivido. Porque como Bustamante o como LalaChus en su momento, vivir sometidos a ese escarnio constante, a ese escarnio por su físico, a ese escarnio que sufren ellos, pero también los que están a su alrededor necesita un basta, un hasta aquí, una respuesta, un se acabó. Y eso es lo que les dio anoche David Bustamante en El Hormiguero.

Más allá de lo intensito o no que es el cantante, y más allá de que Pablo Motos quisiese que todo el mundo viera la transformación de David Bustamante, estuvo «el veneno» que el cántabro les envió a todos aquellos que durante años le han juzgado no por su música sino por su físico. La verdad es que cada vez es más necesario mensajes como el de anoche de David Bustamante.

«A mí lo que más me molesta es que de todas las cosas que hago, hablen de algo que a ellos no les importa para nada. Les da igual. No lo hacen por mi bien», arrancó el cantante muy serio. No era para menos.

«Ellos cuando ven a alguien débil o en un momento más gris lo que hacen es ponerle un pie en el cuello para que no levanten cabeza, y eso es muy cruel. No hay nada más ruin en esta vida que ser cobarde, refugiarse en las redes sociales y hacer daño a una persona que tiene sentimientos, que tiene una hija de 17 años, que tiene unos padres», continuó con el plató de El Hormiguero en absoluto silencio.

«Una vez dije una cosa aquí que se hizo muy viral: «Sé donde estoy en casa momento y no siempre tengo la fuerza de voluntad para hacer las cosas. Y si las quieres ayudar no las hundas más. Nosotros tenemos un espejo en casa para saber cómo estamos y cuando me pican esto es lo que hay», remató haciendo gala de su nuevo físico.

Y ahora habrá quien piense que Bustamante es de los que se han sumado a la ola del ozempic, pero no. El cambio físico de David Bustamante es el resultado de haber encontrado el momento en el que el artista tuvo la suficiente fuerza de voluntad para cambiar. «Cuéntame tu rutina para que los haters se envenen en sus propias mentiras», le lanzó Pablo Motos. Y allá que fue Bustamante. Ahora sí, el Bustamante intensito.

«Busco un estilo de vida. Yo soy éste en este momento. Me levanto muy pronto. Me estoy haciendo mayor. Me pongo el despertador a las 7 y me despierto a las 5.30. Me levanto y hago una activación que es caminar y voy a ver a mi entrenador con el que hago pesas. Y por la noche hago una hora u hora y media de cardio. Donde he notado una mejora es en la alimentación. He desterrado los hidratos, las harinas, los azúcares, como proteínas, no bebo refrescos», relató el artista. Y es que «el momento en que decides salir del sofá es el mejor». «No hay mejor terapeuta y mejor ansiolítico que hacer el deporte», sentenció.

«Me gustaría mantenerme así porque me quiero encontrar en forma para mis conciertos. Al cuidar mi estómago y no sufrir reflujos, mi voz está mejor que nunca en mi vida», reveló Bustamante, que sorprendió a Pablo Motos. «¿Te cambia la voz cuando te cambia el cuerpo?», le preguntó el presentador al cantante. «Totalmente», concluyó.

No habló más de su físico, ni de su rutina, ni del odio, ni de los haters, ni de si está más delgado, más fuerte, más cachas. No hacía falta que dijera mucho más porque en el inicio del programa lo dijo todo. El problema es que esté gordo o esté delgado, esté más o menos sano, esté a tope o lo esté, ese odio va a seguir existiendo. Lo dijo él, y es necesario repetirlo: «No hay nada más ruin en esta vida que ser cobarde, refugiarse en las redes sociales y hacer daño a una persona». No hace falta leer entre líneas. A buen entendedor…

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