Agentes del servicio de inmigración de Estados Unidos detuvieron el martes por la noche a una estudiante musulmana turca que, en 2024, firmó con otros autores un artículo de opinión en el periódico de la universidad de Tufts, en Boston (Massachusetts), en el que se pedía a ese centro que dejara de financiar empresas con vínculos con Israel y mencionaba el “genocidio palestino” en Gaza. Rumeysa Ozturk, de 30 años, tenía un viado en vigor —que ha sido revocado— para cursar un doctorado sobre infancia y desarrollo humano en esa institución, según ha precisado su abogada, Mahsa Khanbabai. La versión oficial sobre este arresto, transmitida en su cuenta de la red social X por la subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin, es que Ozturk participaba “en actividades de apoyo a Hamás”. El equipo legal de la mujer sostiene que ha sido detenida por ejercer su derecho a la libertad de expresión.
Un vídeo refleja cómo varios agentes de inmigración con el rostro cubierto acorralan en la calle a Rumeysa Ozturk, le arrebatan el móvil y se la llevan con las manos esposadas a la espalda.
Agentes del servicio de inmigración de Estados Unidos detuvieron el martes por la noche a una estudiante musulmana turca que, en 2024, firmó con otros autores un artículo de opinión en el periódico de la universidad de Tufts, en Boston (Massachusetts), en el que se pedía a ese centro que dejara de financiar empresas con vínculos con Israel y mencionaba el “genocidio palestino” en Gaza. Rumeysa Ozturk, de 30 años, tenía un viado en vigor —que ha sido revocado— para cursar un doctorado sobre infancia y desarrollo humano en esa institución, según ha precisado su abogada, Mahsa Khanbabai. La versión oficial sobre este arresto, transmitida en su cuenta de la red social X por la subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin, es que Ozturk participaba “en actividades de apoyo a Hamás”. El equipo legal de la mujer sostiene que ha sido detenida por ejercer su derecho a la libertad de expresión.
La estudiante fue aprehendida, según refleja un vídeo difundido en redes sociales, cuando se dirigía a una reunión con amigos para celebrar el iftar —la ruptura del ayuno del mes sagrado de Ramadán—. En la calle y a plena luz del día, un hombre encapuchado se acerca a ella y, a los pocos segundos, intenta sujetarla agarrándola por las muñecas, mientras otros cinco agentes, algunos con el rostro tapado, acorralan a la estudiante, le arrebatan inmediatamente el teléfono que llevaba en una mano, le quitan la mochila y terminan llevándosela con las manos esposadas a la espalda, mientras Ozturk aparentemente intenta razonar con ellos.
La subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin, justificó luego esta detención, que los partidarios de la estudiante describen como un “secuestro a plena luz del día”, con el argumento de que “Glorificar y apoyar a terroristas que matan a estadounidenses es motivo suficiente para poner fin a la expedición de visados”. Un visado “es un privilegio, no un derecho”, zanjó McLaughin, que no mostró prueba alguna de esa supuesta apología de Hamás por parte de Ozturk.
Sin cargos
En un comunicado difundido por The New York Times, la abogada de la estudiante aseguró más tarde que los allegados de la mujer no habían podido contactarla y que estaba en paradero desconocido. “Hasta la fecha, que sepamos, no se han presentado cargos contra Rumeysa [Ozturk]”, expresó la letrada. “Basándonos en los patrones que estamos viendo en todo el país, su ejercicio de su derecho a la libertad de expresión parece haber desempeñado un papel en su detención”, asevera en el texto Mahsa Khanbabai.
Khanbabai presentó una demanda a última hora del martes por detención ilegal, que llevó a la juez de Boston Indira Talwani a ordenar a los servicios de inmigración y aduanas de Massachusetts que no trasladaran a Ozturk fuera de ese Estado sin un aviso previo de 48 horas. A pesar de esta orden, el miércoles por la noche la estudiante turca se encontraba ya en el estado de Luisina, aseguró su abogada, que calificó de “infundadas” las denuncias contra la estudiante y sostuvo que la gente debería estar “horrorizada por la forma en que el DHS se llevó a Rumeysa a plena luz del día”. La senadora demócrata por Massachusetts Elizabeth Warren describió esta detención como “la última de un alarmante patrón para reprimir las libertades civiles”.
El miércoles, una gran manifestación en Somerville (Massachusetts) denunció el arresto de la estudiante turca, que completaba su formación en Estados Unidos gracias a una beca Fulbright. El caso de Ozturk recuerda al de Mahmoud Khalil, detenido por las autoridades de inmigración hace unas semanas en el edificio de Nueva York en el que vivía junto a su esposa estadounidense, propiedad de la Universidad de Columbia, donde finalizó sus estudios en diciembre. El mismo día de su arresto, las autoridades comunicaron a una de sus abogadas que revocaban el permiso de residencia permanente de Khalil. El Gobierno de Donald Trump asegura que Khalil tiene vínculos con Hamás. El joven fue uno de los líderes de las protestas propalestinas que tuvieron lugar el año pasado en Columbia y que se extendieron a otras universidades estadounidenses.
Trump y su secretario de Estado, Marco Rubio, en particular, han prometido deportar a los manifestantes extranjeros propalestinos, acusándoles de apoyar a Hamás, de poner trabas a la política exterior estadounidense y de antisemitismo. Las organizaciones convocantes de estas protestas, incluidos grupos judíos antisionistas, afirman que la Administración estadounidense equipara el apoyo pacífico a los derechos de los palestinos y la denuncia de los posibles crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos por Israel en Gaza con el antisemitismo y el respaldo a Hamás.
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