No
cabe duda de que la tecnología entra por los ojos. Más tarde se queda en su
lugar gracias a sus prestaciones, pero la seducción comienza por la vista, por
el diseño. Marcas como Nothing han apostado
por esto y han obtenido un gran éxito, pero también están las que mantienen
un diseño y se centran exclusivamente en la calidad. La serie Freebuds de Huawei entra en esta
categoría.
Desde
hace varios años he tenido la oportunidad de probar muchos de los productos de
audio de Huawei, comenzando con la primera generación de la serie FreeBuds Pro.
Sigo teniendo los FreeBuds Pro 2 como auriculares de uso diario por motivos
como la batería, el confort y la fiabilidad. Dos generaciones más tardes, ha
llegado la élite del audio de Huawei con los Pro 4. El diseño, seamos honestos,
no ha cambiado mucho, sí hay detalles que le dan el toque premium: una banda
dorada que recorre los perfiles, tanto en el modelo en negro (el que he
probado), como en el blanco o el verde jade, todos ellos con una textura de
color (si eso existe) casi aterciopelada. En pocas palabras: visualmente son
muy atractivos.
¿Es
suficiente esto? Vamos por partes. En lo que a confort respecta (un apartado
fundamental en aquellos auriculares del tipo in-ear que llevaremos durante
horas), se gradúan con honores. Son ligeros (menos de 6 gramos), se adaptan perfectamente al oído
sin molestar y recomiendo probar los cuatro tamaños de almohadillas
disponibles, vale la pena sorprenderse, ya que no solo cambia el confort,
también el sonido gracias a su mejor adaptación al canal auditivo. El haber
usado espuma viscoelástica en lugar de la silicona habitual, generan un mejor
ajuste y una mayor comodidad tras horas de llevarlos puestos.
Desde
hace años, Huawei se ha dedicado con esmero casi artesanal a los gadgets como
relojes y auriculares. El conocimiento obtenido durante este período ha hecho
que consiga un producto de muy alta calidad. En este sentido, los FreeBuds Pro 4
se comportan como se espera de unos cascos de 200 euros: excelente calidad en
los rangos más bajos, bajísima distorsión en el volumen máximo y voces
cristalinas, tanto en los audios como en las llamadas. Tienen muy poca competencia.
Eso
sí, hay que destacar que todas las configuraciones premium, como la opción de
personalización disponible en AI Life, solo está disponible en dispositivos
Huawei. Eso significa que quienes tengan un móvil de la casa notarán diferencias
respecto a quienes no tengan un smartphone Huawei. ¿Se nota? Si solo los usamos
con un Android o un iPhone, no pensaremos que haya muchas opciones de mejor
calidad, pero el salto se nota hacia arriba. Pero para ello hay que ser un
fanático del audio cuyo trabajo tenga que ver con canales, distorsión y señales
acústicas.
El
otro factor decisivo es la batería: con el estuche de carga he rozado las 30
horas de reproducción, poco más de 20 con la opción de cancelación de ruido
activa. Sin depender del estuche, las cifras llegan a las 6 horas y 4,5 horas
respectivamente. Bastan 10 minutos en el estuche de carga para que tengamos
suficiente para una película o varios episodios de una serie.
Respecto
a la cancelación de ruido (ANC), Huawei no sorprende manteniendo el estándar
alto: reduce los sonidos exteriores y en los viajes en tren o en avión, se
comporta de modo muy eficaz gracias a los algoritmos de captación, a los
micrófonos (sensibles y bien ubicados) y a la mencionada espuma viscoelástica.
La
sorpresa más grata, sin embargo, llegó en las llamadas. En ambos extremos. Del
otro lado del teléfono mi voz llegaba clara, a pesar de estar en un aeropuerto
y aun abusando del sistema, con una aspiradora cerca. Y la voz llegaba sin
problemas. En el extremo opuesto, recibí las llamadas con nitidez sin estar
cerca del teléfono y con un solo auricular puesto. En comparación con los
FreeBuds Pro 2, el salto es enorme y era una tarea ya compleja.
Un
defecto que mantiene la serie es su dificultad para llevar la calidad de sonido
y el diseño al deporte: no se comportan muy bien en los saltos y carreras. Y
ese debería ser un pedido para Huawei: llevar esta calidad a los auriculares de
deporte.
Veredicto:
Aunque
estemos en la madrugada del 2025, estamos ante uno de los mejores auriculares del
año. Teniendo en cuenta que son bastante más económicos que la competencia
(Apple, Sony o Bose) y se comportan como mínimo igual de bien, a menos que los
uses exclusivamente para deporte, son los mejores auriculares del momento.
Los nuevos y premium auriculares de la casa china llegan con poco cambio en su diseño, pero con un interesante salto en calidad.
No cabe duda de que la tecnología entra por los ojos. Más tarde se queda en su lugar gracias a sus prestaciones, pero la seducción comienza por la vista, por el diseño. Marcas como Nothing han apostado por esto y han obtenido un gran éxito, pero también están las que mantienen un diseño y se centran exclusivamente en la calidad. La serie Freebuds de Huawei entra en esta categoría.
Desde hace varios años he tenido la oportunidad de probar muchos de los productos de audio de Huawei, comenzando con la primera generación de la serie FreeBuds Pro. Sigo teniendo los FreeBuds Pro 2 como auriculares de uso diario por motivos como la batería, el confort y la fiabilidad. Dos generaciones más tardes, ha llegado la élite del audio de Huawei con los Pro 4. El diseño, seamos honestos, no ha cambiado mucho, sí hay detalles que le dan el toque premium: una banda dorada que recorre los perfiles, tanto en el modelo en negro (el que he probado), como en el blanco o el verde jade, todos ellos con una textura de color (si eso existe) casi aterciopelada. En pocas palabras: visualmente son muy atractivos.
¿Es suficiente esto? Vamos por partes. En lo que a confort respecta (un apartado fundamental en aquellos auriculares del tipo in-ear que llevaremos durante horas), se gradúan con honores. Son ligeros (menos de 6 gramos), se adaptan perfectamente al oído sin molestar y recomiendo probar los cuatro tamaños de almohadillas disponibles, vale la pena sorprenderse, ya que no solo cambia el confort, también el sonido gracias a su mejor adaptación al canal auditivo. El haber usado espuma viscoelástica en lugar de la silicona habitual, generan un mejor ajuste y una mayor comodidad tras horas de llevarlos puestos.
Desde hace años, Huawei se ha dedicado con esmero casi artesanal a los gadgets como relojes y auriculares. El conocimiento obtenido durante este período ha hecho que consiga un producto de muy alta calidad. En este sentido, los FreeBuds Pro 4 se comportan como se espera de unos cascos de 200 euros: excelente calidad en los rangos más bajos, bajísima distorsión en el volumen máximo y voces cristalinas, tanto en los audios como en las llamadas. Tienen muy poca competencia.
Eso sí, hay que destacar que todas las configuraciones premium, como la opción de personalización disponible en AI Life, solo está disponible en dispositivos Huawei. Eso significa que quienes tengan un móvil de la casa notarán diferencias respecto a quienes no tengan un smartphone Huawei. ¿Se nota? Si solo los usamos con un Android o un iPhone, no pensaremos que haya muchas opciones de mejor calidad, pero el salto se nota hacia arriba. Pero para ello hay que ser un fanático del audio cuyo trabajo tenga que ver con canales, distorsión y señales acústicas.
El otro factor decisivo es la batería: con el estuche de carga he rozado las 30 horas de reproducción, poco más de 20 con la opción de cancelación de ruido activa. Sin depender del estuche, las cifras llegan a las 6 horas y 4,5 horas respectivamente. Bastan 10 minutos en el estuche de carga para que tengamos suficiente para una película o varios episodios de una serie.
Respecto a la cancelación de ruido (ANC), Huawei no sorprende manteniendo el estándar alto: reduce los sonidos exteriores y en los viajes en tren o en avión, se comporta de modo muy eficaz gracias a los algoritmos de captación, a los micrófonos (sensibles y bien ubicados) y a la mencionada espuma viscoelástica.
La sorpresa más grata, sin embargo, llegó en las llamadas. En ambos extremos. Del otro lado del teléfono mi voz llegaba clara, a pesar de estar en un aeropuerto y aun abusando del sistema, con una aspiradora cerca. Y la voz llegaba sin problemas. En el extremo opuesto, recibí las llamadas con nitidez sin estar cerca del teléfono y con un solo auricular puesto. En comparación con los FreeBuds Pro 2, el salto es enorme y era una tarea ya compleja.
Un defecto que mantiene la serie es su dificultad para llevar la calidad de sonido y el diseño al deporte: no se comportan muy bien en los saltos y carreras. Y ese debería ser un pedido para Huawei: llevar esta calidad a los auriculares de deporte.
Veredicto:
Aunque estemos en la madrugada del 2025, estamos ante uno de los mejores auriculares del año. Teniendo en cuenta que son bastante más económicos que la competencia (Apple, Sony o Bose) y se comportan como mínimo igual de bien, a menos que los uses exclusivamente para deporte, son los mejores auriculares del momento.
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