Este es el tiempo que tienes que pasar sin Internet en el móvil para rejuvenecer tu cerebro una década

Si sientes que tu móvil te absorbe demasiado, no estás ni
mucho menos solo en esa situación. La mitad de los usuarios de smartphones
en Estados Unidos, y un 80 % de los menores de 30 años, admiten que les
preocupa usar demasiado sus dispositivos. Y es lógico: la percepción de los
móviles modernos como inocuos pertenece al pasado (no tan lejano, aún no hemos
llegado a las dos décadas de uso generalizado de estos dispositivos), y desde
hace años abundan los estudios que alertan de cómo el uso excesivo afecta al
cerebro y al estado de ánimo de las personas
. No los hay tantos sobre los
efectos beneficiosos de dejar de usarlos, y ese es el enfoque de un reciente
estudio realizado por un equipo de científicos de cinco universidades de Estados Unidos y Canadá (Texas, Georgetown, Boston, Alberta y Vancouver).

Los investigadores decidieron averiguar qué nos pasa si volvemos a vivir sin smartphones con un experimento controlado
de un mes de duración
. Contaron con la participación de 467 usuarios de
iPhone en Estados Unidos y Canadá
, la mayoría de ellos motivados a reducir
el uso de su teléfono. El planteamiento era simple: bloquearon todo el
acceso a internet móvil
(tanto WiFi como datos móviles) de los smartphones
de los participantes durante dos semanas. Para ello, utilizaron una
aplicación llamada Freedom que, además, registraba si el bloqueo estaba
activo, garantizando la fiabilidad de los datos.

No se planteó como una desconexión total del móvil e
Internet, sino volver a lo que era normal en la primera década de este siglo.
Los participantes aún podían usarlos para llamadas y SMS y también se
les permitía acceder a Internet desde otros dispositivos, como
ordenadores, para aislar específicamente el impacto de la conexión constante a
través del móvil.

Los participantes se dividieron en dos grupos: uno
que se desconectó de inmediato durante las primeras dos semanas y otro que
actuó como grupo de control y se desconectó en las segundas dos semanas. Así se
pudo comparar el antes y el después y observar si los beneficios se mantenían
tras la intervención.

Las mejoras descubiertas con solo 2 semanas de desconexión de Internet en el móvil

Los resultados ofrecen una evidencia directa de cómo la
desconexión impacta positivamente en nuestra vida en varios aspectos:

  • Mayor bienestar general: los participantes reportaron
    una mejora significativa en su bienestar subjetivo, sintiéndose más satisfechos
    con su vida y experimentando más emociones positivas.
  • Mejor salud mental: se observaron mejoras importantes
    en la salud mental, incluyendo una reducción en síntomas de depresión y
    ansiedad. Para ponerlo en perspectiva, el efecto en los síntomas de
    depresión fue incluso mayor que el efecto promedio de los antidepresivos
    y
    similar al de la terapia cognitivo-conductual, aunque los autores advierten que
    estas comparaciones deben tomarse con cautela debido a las diferencias entre
    estudios.
  • Atención más nítida: la capacidad de mantener la
    atención, medida objetivamente en una tarea, mejoró de forma notable. Los
    investigadores señalan que esta mejora en la atención es equivalente a
    rejuvenecer el cerebro una década
    .
  • Mejor estado de ánimo: los participantes
    experimentaron una mejora progresiva en su estado de ánimo a lo largo del proceso.

Por qué se producen esos beneficios

El estudio indica que, al no tener el smartphone disponible
como tal, las personas empezaron a pasar más tiempo en el mundo offline,
tradicionalmente conocido como el real: socializando en persona, haciendo
ejercicio, disfrutando de la naturaleza y dedicándose a pasatiempos. También
redujeron su consumo de medios en general, se sintieron más conectados
socialmente, mejoraron su autocontrol y, curiosamente, también durmieron más
horas.

Todos estos cambios contribuyeron a su mejor estado de
ánimo y salud mental
. Sin embargo, la mejora en la atención parecía
ocurrir por una vía diferente, no explicada por estos factores, quizá por una
reducción más directa de las distracciones constantes.

Casi todos los participantes (90,7 %) experimentaron
mejoras en al menos uno de esos tres aspectos clave
. Quienes más se
beneficiaron fueron aquellos que, al inicio, tenían un mayor ‘miedo a
perderse algo’ (FoMO) y quienes reportaban más síntomas de TDAH
, lo que
sugiere que la desconexión es especialmente efectiva para quienes se sienten
más enganchados al móvil.

Los autores de la investigación señalan algunas
consideraciones. Por ejemplo, los participantes sabían que estaban en un
estudio sobre el móvil, lo que podría haber influido en sus respuestas, aunque
se utilizaron mediciones objetivas para minimizar esto. Además, la mayoría de ellos
ya estaban motivados para reducir su uso y los que completaron el
estudio tenían una salud mental y atención inicial ligeramente mejores, lo que
significa que los resultados podrían no ser exactamente iguales para toda la
población. A pesar de que fue difícil para muchos mantener el bloqueo
completo durante las dos semanas (solo el 25,5 % lo hizo al pie de la letra),
los beneficios se observaron incluso en aquellos que no cumplieron a la
perfección, sugiriendo que con solo reducir la conexión constante ya se logran
mejoras
.

Los investigadores creen que estudios futuros podrían
explorar bloqueos más específicos, como solo con ciertas aplicaciones o en
momentos determinados del día
, lo que podría ser más fácil de mantener para
la gente y quizá aún más efectivo. En cualquier caso, ilustra el coste que
tiene el uso excesivo de smartphones y lo rápidamente que genera beneficios
disminuir su uso
.

 Un equipo de investigadores de cinco universidades de Estados Unidos y Canadá llevó a cabo un estudio con 467 usuarios de iPhone  

Si sientes que tu móvil te absorbe demasiado, no estás ni mucho menos solo en esa situación. La mitad de los usuarios de smartphones en Estados Unidos, y un 80 % de los menores de 30 años, admiten que les preocupa usar demasiado sus dispositivos. Y es lógico: la percepción de los móviles modernos como inocuos pertenece al pasado (no tan lejano, aún no hemos llegado a las dos décadas de uso generalizado de estos dispositivos), y desde hace años abundan los estudios que alertan de cómo el uso excesivo afecta al cerebro y al estado de ánimo de las personas. No los hay tantos sobre los efectos beneficiosos de dejar de usarlos, y ese es el enfoque de un reciente estudio realizado por un equipo de científicos de cinco universidades de Estados Unidos y Canadá (Texas, Georgetown, Boston, Alberta y Vancouver).

Los investigadores decidieron averiguar qué nos pasa si volvemos a vivir sin smartphones con un experimento controlado de un mes de duración. Contaron con la participación de 467 usuarios de iPhone en Estados Unidos y Canadá, la mayoría de ellos motivados a reducir el uso de su teléfono. El planteamiento era simple: bloquearon todo el acceso a internet móvil (tanto WiFi como datos móviles) de los smartphones de los participantes durante dos semanas. Para ello, utilizaron una aplicación llamada Freedom que, además, registraba si el bloqueo estaba activo, garantizando la fiabilidad de los datos.

No se planteó como una desconexión total del móvil e Internet, sino volver a lo que era normal en la primera década de este siglo. Los participantes aún podían usarlos para llamadas y SMS y también se les permitía acceder a Internet desde otros dispositivos, como ordenadores, para aislar específicamente el impacto de la conexión constante a través del móvil.

Los participantes se dividieron en dos grupos: uno que se desconectó de inmediato durante las primeras dos semanas y otro que actuó como grupo de control y se desconectó en las segundas dos semanas. Así se pudo comparar el antes y el después y observar si los beneficios se mantenían tras la intervención.

Las mejoras descubiertas con solo 2 semanas de desconexión de Internet en el móvil

Los resultados ofrecen una evidencia directa de cómo la desconexión impacta positivamente en nuestra vida en varios aspectos:

  • Mayor bienestar general: los participantes reportaron una mejora significativa en su bienestar subjetivo, sintiéndose más satisfechos con su vida y experimentando más emociones positivas.
  • Mejor salud mental: se observaron mejoras importantes en la salud mental, incluyendo una reducción en síntomas de depresión y ansiedad. Para ponerlo en perspectiva, el efecto en los síntomas de depresión fue incluso mayor que el efecto promedio de los antidepresivos y similar al de la terapia cognitivo-conductual, aunque los autores advierten que estas comparaciones deben tomarse con cautela debido a las diferencias entre estudios.
  • Atención más nítida: la capacidad de mantener la atención, medida objetivamente en una tarea, mejoró de forma notable. Los investigadores señalan que esta mejora en la atención es equivalente a rejuvenecer el cerebro una década.
  • Mejor estado de ánimo: los participantes experimentaron una mejora progresiva en su estado de ánimo a lo largo del proceso.

Por qué se producen esos beneficios

El estudio indica que, al no tener el smartphone disponible como tal, las personas empezaron a pasar más tiempo en el mundo offline, tradicionalmente conocido como el real: socializando en persona, haciendo ejercicio, disfrutando de la naturaleza y dedicándose a pasatiempos. También redujeron su consumo de medios en general, se sintieron más conectados socialmente, mejoraron su autocontrol y, curiosamente, también durmieron más horas.

Todos estos cambios contribuyeron a su mejor estado de ánimo y salud mental. Sin embargo, la mejora en la atención parecía ocurrir por una vía diferente, no explicada por estos factores, quizá por una reducción más directa de las distracciones constantes.

Casi todos los participantes (90,7 %) experimentaron mejoras en al menos uno de esos tres aspectos clave. Quienes más se beneficiaron fueron aquellos que, al inicio, tenían un mayor ‘miedo a perderse algo’ (FoMO) y quienes reportaban más síntomas de TDAH, lo que sugiere que la desconexión es especialmente efectiva para quienes se sienten más enganchados al móvil.

Los autores de la investigación señalan algunas consideraciones. Por ejemplo, los participantes sabían que estaban en un estudio sobre el móvil, lo que podría haber influido en sus respuestas, aunque se utilizaron mediciones objetivas para minimizar esto. Además, la mayoría de ellos ya estaban motivados para reducir su uso y los que completaron el estudio tenían una salud mental y atención inicial ligeramente mejores, lo que significa que los resultados podrían no ser exactamente iguales para toda la población. A pesar de que fue difícil para muchos mantener el bloqueo completo durante las dos semanas (solo el 25,5 % lo hizo al pie de la letra), los beneficios se observaron incluso en aquellos que no cumplieron a la perfección, sugiriendo que con solo reducir la conexión constante ya se logran mejoras.

Los investigadores creen que estudios futuros podrían explorar bloqueos más específicos, como solo con ciertas aplicaciones o en momentos determinados del día, lo que podría ser más fácil de mantener para la gente y quizá aún más efectivo. En cualquier caso, ilustra el coste que tiene el uso excesivo de smartphones y lo rápidamente que genera beneficios disminuir su uso.

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