El estadounidense vuelve a encarnar a Peter Sutherland en el thriller de espionaje de Shawn Ryan, cuya primera temporada se coronó como la más vista de la plataforma de ‘streaming’ en 2023, tras acumular 98.2 millones de visualizaciones en sus primeros 91 días Leer El estadounidense vuelve a encarnar a Peter Sutherland en el thriller de espionaje de Shawn Ryan, cuya primera temporada se coronó como la más vista de la plataforma de ‘streaming’ en 2023, tras acumular 98.2 millones de visualizaciones en sus primeros 91 días Leer
Hay un viejo adagio que dice: «Es difícil llegar a la cima, pero es aún más difícil mantenerse allí». Vale tanto para atletas olímpicos y equipos de fútbol como para el CEO de una multinacional o un estudiante sobresaliente. Y, por supuesto, se puede aplicar a una serie de televisión. Competir por la atención del espectador entre la miríada de contenidos disponibles hoy en día es sólo la mitad de la batalla para los showrunners, guionistas y productoras, pero Shawn Ryan y su thriller de acción El agente nocturno encontraron la fórmula ganadora en Netflix.
Nada más estrenarse en marzo de 2023, la primera temporada de esta serie, basada en la novela homónima de Matthew Quirk, se convirtió en el número 1 en el Top 10 global de la plataforma durante cuatro semanas consecutivas y alcanzó el primer lugar en el Top 10 de 87 países. Pero su éxito no acabó ahí. Cuando la N roja publicó sus cifras de audiencia ese año, El agente nocturno se coronó como la serie más vista de 2023, tras acumular 98.2 millones de visualizaciones en sus primeros 91 días. Y por si fuera poco, actualmente ocupa el séptimo lugar entre las series de habla inglesa más populares de todos los tiempos en Netflix. La pregunta que queda por hacerse ahora es: ¿podrá repetir semejante éxito con el estreno de su segunda temporada este jueves?
A Gabriel Basso (San Luis, Misuri, 1994) no le preocupan demasiado los números. Para él, lo importante es que «el equipo se sienta orgulloso de su trabajo». Con eso, el actor que da vida al agente Peter Sutherland está más que feliz. «Cuando inviertes seis meses de tu vida en algo, es lógico que quieras que sea bueno y que resuene en la gente, pero nunca lo haces pensando en alcanzar una determinada cifra de visualizaciones«, explica Basso en conversación con este diario desde Londres. «Estoy en una posición muy afortunada, porque hay muchas series que son buenas o incluso mejores que la nuestra artísticamente, pero que no calan en tanta gente, y eso es mérito del gran trabajo que han hecho los guionistas y el equipo de producción», continúa.
El actor es una especie de enigma en la industria. Justo cuando se ha catapultado al estrellato, admite abiertamente que planea dejar la interpretación -después de grabar la tercera temporada de El agente nocturno, cuyo rodaje acaba de empezar en Estambul- y que no le gusta demasiado este mundillo. De hecho, cuando se le pregunta si sintió presión durante el rodaje de la nueva tanda de capítulos, aprovecha para reflexionar la cultura de la «arrogancia» en Hollywood. Eso sí, con una sonrisa y una sinceridad poco habitual.
«Creo que siempre debería haber presión sobre nosotros como actores. Pedimos a la gente que dedique su tiempo libre a ver algo que hemos creado, y eso conlleva una gran responsabilidad. Hay mucha arrogancia en esta industria: los estudios y las productoras tienden a asumir que la gente les debe su tiempo, pero la verdad es que siempre deberíamos esforzarnos por ofrecer algo de calidad», opina el intérprete, quien también admite no sentirse una «parte productiva de la sociedad». «Así que, no, no sentí de repente la presión de hacerlo mejor, porque el objetivo siempre debe ser hacerlo así de bien«.
Para quienes necesiten refrescar la memoria, El agente nocturno sigue a Peter Sutherland, un agente del FBI desterrado a un puesto de ínfima categoría en el sótano de la Casa Blanca, donde su única tarea es responder a las llamadas de socorro en una línea de emergencia del gobierno. Lo que no imagina cuando atiende la llamada de Rose Larkin (Luciane Buchanan) es que se verá involucrado en un complot relacionado con un topo en las altas esferas de Washington, y tendrá que salvar no sólo su vida, sino también la de la presidenta. Gracias a sus esfuerzos, ahora en la segunda temporada se le concede la oportunidad de unirse a la organización secreta de Acción Nocturna. Pero esto lo abocará a un mundo lleno de peligros, donde la confianza es un lujo que no puede permitirse.
«Retomamos la historia en Bangkok, donde Peter se encuentra en su primera misión como agente nocturno, bajo la tutela de Alice (Brittany Snow). Pero las cosas empiezan a torcerse rápidamente y vuelve a dudar de todo el mundo», adelanta Basso. Aunque evita revelar más detalles sobre la trama, sí comparte cómo cambia la psique de su personaje. «El camino de Peter en la primera temporada era muy claro: proteger a Rose, salvar a la presidenta, detener la bomba. Todos esos objetivos eran evidentes y alcanzables de forma directa», explica. «En la segunda temporada, sin embargo, el camino se vuelve más subjetivo y moralmente ambiguo, por lo que tanto los guionistas como yo acordamos que las presiones comiencen a doblegar a Peter, porque está tratando de ser un héroe en un entorno que no lo permite».
Ahora que Peter ya no es el que contesta al teléfono para ayudar a quienes persiguen a los malos, sino el que sale tras ellos, está claro que la acción se dispara en esta temporada, algo que emocionó mucho a Basso. «Hago la mayoría de mis propios stunts«, comenta orgulloso. «Hay una escena de lucha en el capítulo cuatro, que grabamos en el sótano de la misión de Irán ante la ONU, que me encantó. Todos estaban al máximo: los operadores de cámara, los coreógrafos, los demás especialistas. Esa pelea se sintió muy auténtica, de esas que te hacen contener la respiración mientras la ves».
¿No prefieres dejar los stunts a los profesionales?, le preguntamos.
«Vuelvo al tema de la responsabilidad: estás pidiéndole al público que vea tu serie, y creo que saben cuando no se les está mostrando ciertas cosas. Me parece bien que haya un doble si el seguro no me deja hacer algo porque para algo existen, pero creo que algunos abusan de la excusa de no querer lesionarse», argumenta. «Es como, ‘hombre, asume el golpe y ya’. Te pagan mucho dinero. Tienes un fisioterapeuta en el set. El seguro no te dejaría hacerlo si no fuera seguro», añade. «El público necesita verte recibir un golpe porque es algo que les sumerge por completo en la historia. Por eso lo hago».
Pero no todo es acción. También está la cuestión del acercamiento entre Peter y Rose. «En la primera temporada, su relación fue circunstancial. Estaban obligados a estar juntos. Peter la mantenía con vida y ella no tenía a nadie más», explica Basso. «Después, cuando Peter fue declarado enemigo público número uno, él tampoco tenía a nadie más, así que ambos encontraron en el otro ese refugio que tanto necesitaban», prosigue el actor. Ahora, en esta segunda temporada, la pareja intenta comprender qué significa realmente su vínculo. «Tienen que plantearse si es saludable que sigan juntos y si se siguen queriendo ahora que ya no les disparan cada dos por tres», concluye.
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