Israel planea encerrar a 600.000 palestinos en un campamento sobre las ruinas de Rafah, en el sur de Gaza

El Gobierno que lidera Benjamín Netanyahu prevé instalar un campamento en las ruinas de la ciudad de Rafah, al sur de Gaza, en las que obligar a asentarse a 600.000 gazatíes que, una vez dentro, no podrían salir. Así lo ha anunciado este lunes el ministro de Defensa, Israel Katz, que ha dado instrucciones al ejército para que lo lleven adelante, según varios medios israelíes.

Seguir leyendo

 El ministro de Defensa llama “ciudad humanitaria” a unas instalaciones rodeadas por el ejército de las que no se podrá salir  

El Gobierno que lidera Benjamín Netanyahu prevé instalar un campamento en las ruinas de la ciudad de Rafah, al sur de Gaza, en las que obligar a asentarse a 600.000 gazatíes que, una vez dentro, no podrían salir. Así lo ha anunciado este lunes el ministro de Defensa, Israel Katz, que ha dado instrucciones al ejército para que lo lleven adelante, según varios medios israelíes.

Estas instalaciones estarían en principio destinadas para palestinos asentados en el campamento de Al Mawasi, en el suroeste de la Franja y frecuente escenario de ataques de las tropas de ocupación. El plan sale a la luz unas horas antes de que el primer ministro israelí sea recibido en Washington por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Estas instalaciones, según lo detallado por el ministro, no impiden que Israel mantenga entre sus planes el intentar expulsar a la población del enclave, algo que disfrazan bajo el eufemismo de emigración voluntaria y que llevan meses aireando como una posibilidad. El propio Trump defendió pocos días después de tomar posesión en enero deportar a los gazatíes y construir en Gaza una especie de ciudad de vacaciones a orillas del Mediterráneo. Su idea, que concuerda con lo que se considera un plan de limpieza étnica, recibió amplios aplausos del Gobierno israelí.

El anuncio de Katz ha tenido lugar horas después de que se supiera que el entramado de mercenarios armados que Israel y Estados Unidos han impuesto en la Franja para gestionar la ayuda humanitaria y que denominan Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, según sus siglas en inglés) tenga entre sus planes construir “áreas de tránsito humanitario” en el enclave y, posiblemente, fuera de territorio palestino, informa Reuters. El argumento sobre el que apoyan ese anuncio es similar al que maneja Katz para el proyecto de Rafah: salvaguardar a los gazatíes del dominio de Hamás.

Lo que el responsable de Defensa israelí califica de “ciudad humanitaria” se empezaría a levantar, si las condiciones lo permiten, durante los dos meses de tregua en la Franja que ha propuesto el mandatario estadounidense y que va a abordar con Netanyahu en su encuentro en la Casa Blanca. El plan prevé que el ejército israelí controle el perímetro, mientras que las instalaciones sean gestionadas por organizaciones internacionales. El objetivo, según Katz, es mantener a salvo a los civiles palestinos de Hamás.

Choques con el ejército

La idea del Gobierno choca, sin embargo, con la manera en el jefe de las Fuerzas Armadas, Eyal Zamir, entiende que deben gestionarse el conflicto en Gaza. El jefe del ejército entiende que movilizar a la población dentro o fuera de la Franja no figura entre sus objetivos. El estamento político, con Netanyahu a la cabeza, lleva días protagonizando desencuentros con Zamir, según ha trascendido de las últimas reuniones del gabinete de seguridad que gestiona los asuntos de la guerra.

Israel ya ha declarado a lo largo de la guerra otras zonas humanitarias que sus tropas han seguido bombardeando, causando la muerte a cientos de civiles. La diferencia con la que se planea ahora en la frontera con Egipto es que esta sería un recinto cerrado desde la que se ofrecería servicios a los internos.

Aquellos que fueran a acceder al campamento deberían pasar por un control previo para que los responsables se aseguraran de que no portan armas. En el interior está previsto que haya donde vivir, así como alimentos, añaden los medios israelíes. De esta forma, Israel sigue adelante con su plan de controlar en todo momento a la población local y seguir moviéndola a su antojo, como demuestran las órdenes de desplazamiento forzoso que siguen emitiendo de manera cotidiana los militares.

La construcción de esas denominadas “áreas de tránsito humanitario” cuentan con un presupuesto de 2.000 millones de dólares (unos 1.710 millones de euros). El plan fue diseñado el pasado mes de febrero, fue presentado a la Administración de Trump y discutido recientemente en la Casa Blanca, según una fuente próxima citada por Reuters.

El documento describe esos campamentos como lugares “a gran escala” y “voluntarios” donde la población de Gaza podría “residir temporalmente, desradicalizarse, reintegrarse y prepararse para reubicarse si así lo desea”.

La agencia británica, sin embargo, desconoce si es una idea que va a llevarse a cabo ahora. Es más, la GHF le ha negado que esté implicada en ese proyecto y que lo único que hacen en la Franja es participar en la distribución de ayuda. Un informe de Naciones Unidas del pasado jueves informó de que más de 500 personas han muerto desde que ese polémico entramado comenzó a llevar a cabo sus repartos a finales de mayo.

A lo largo de la presente guerra, Israel ya ha declarado una supuesta zona humanitaria en el suroeste de Gaza: se trata del referido campamento Al Mawasi. Ese mar de tiendas y refugios improvisados acoge desde hace meses a decenas de miles de personas de diferentes zonas del enclave y es objetivo también de los bombardeos de las tropas de ocupación. La ONU y las organizaciones humanitarias insisten en que no hay ninguna zona segura en toda la Franja para la población. Mientras, el ejército sigue lanzando órdenes de desplazamiento forzoso que son consideradas ilegales por la legislación internacional y que suponen crímenes de guerra, según un informe de Human Rights Watch.

 Feed MRSS-S Noticias

Noticias Similares