José Luis Cobos, el primer enfermero español en representar a todo el colectivo mundial: «La enfermería no puede ser invisible»

El actual vicepresidente del Consejo General de Enfermería de España presidirá el organismo que representa a las más de 30 millones de enfermeras de todo el mundo durante los próximos cuatro años Leer El actual vicepresidente del Consejo General de Enfermería de España presidirá el organismo que representa a las más de 30 millones de enfermeras de todo el mundo durante los próximos cuatro años Leer  

Llegaron a admitirle en Medicina, pero la Enfermería fue su elección. «Suena a típico, pero lo cierto es que mi historia personal me ha llevado a dedicarme a algo que me ha permitido devolver todos los cuidados que recibí de pequeño». José Luis Cobos (Madrid, 1969), al otro lado del teléfono, relata desde la capital de Finlandia a EL MUNDO cómo ha llegado hasta la cima de la enfermería mundial.

Desde ayer, y durante los próximos cuatro años, va a representar los intereses de más de 30 millones de enfermeras de todo el mundo. Cobos lleva más de 30 años dedicado a la Enfermería, «he pasado por todos los puestos y conozco bien la profesión». Sus credenciales han sido valorados por los miembros de más de 140 asociaciones que forman el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE).

Cobos llevaba ya algún tiempo ejerciendo la representación internacional del Consejo General de Enfermería, del que es vicepresidente tercero. «He participado ya muchos foros de este tipo y he podido asistir a muchas reuniones internacionales en las que ponemos en común los desafíos de la profesión», comenta. La candidatura española se enfrentaba a la china con Ying Wu, de China y a la sudafricana, con Thembeka Gwagwa. La delegación española del CGE, con su presidente al frente, Florentino Pérez, llevan desde el pasado fin de semana en la reunión internacional del CIE, que tiene lugar estos días en Helsinki.

El enfermero extremeño.(aunque nació en la capital de España, es de Serradilla, provincia de Cáceres) reconoce que «era el momento de dar un paso al frente. Era la primera vez que me presentaba«. También ha sido el estreno del CGE en apostar por dar el salto internacional. Su legislatura va a girar en torno a la palabra «empoderamiento«. «Es casi la misma en su traducción al inglés. La he elegido porque debemos dar un paso al frente como colectivo sanitario a nivel internacional. También porque debemos asumir que hay decisiones en las políticas sanitarias en las que se debe contar con nosotros. La voz de la enfermería debe llegar lejos». Y aquí subraya el rol de influencia en los foros internacionales e instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En este sentido, resalta que «debemos ser el altavoz en los países en los que los profesionales lo tienen más complicado. Tenemos que ser capaces desde las 140 asociaciones de ayudar al resto». Y subraya la importancia del «liderazgo de la profesión enfermera». «Vamos a dotar de puestos de trabajo ajustados a sus capacidades, que son muchas, a los profesionales del colectivo». Todos estos objetivos sirven para dejar claro que «la enfermería no debe ser invisible». «Debemos apostar por convertirnos en soluciones y, para lograrlo, debemos transformar nuestras organizaciones, fortalecer nuestras asociaciones y liberar el potencial de cada enfermera».

Para esto resulta «imprescindible apostar por la formación continuada«. Cobos enumera las claves que deben llevar a ello: «Modernizar las competencias -como la prescripción enfermera-, y promover nuestro liderazgo en todos los ámbitos: asistencial, docente, investigador, gestor y político».

Si apuntamos a la situación en nuestro país, esto es extrapolable. «Acaba de ser presentado el Marco Estratégico para los Cuidados de Enfermería (MECE) 2025-2027 con la participación de todos los órganos de gobernanza del Comité de Cuidados», subraya Cobos al tiempo que recuerda que sucedió «por unanimidad en el seno del último Consejo Interterritorial, con lo difícil que es hoy llegar a este tipo de acuerdos».

Esta hoja de ruta contempla las necesidades formativas y organizativas de una profesión adaptada al siglo XXI y cuyas vertientes antes mencionadas forman parte del ADN de Cobos, que ha ejercido en cada uno de dichos estamentos. Pero va más allá, «tenemos que atraer a más profesionales y mejorar las condiciones para que no se desmotiven». Le preocupa que las condiciones no sean favorables, porque «aquí todavía es atractivo formarse: está entre los grados más demandados y con la nota más alta». Y añade lo fundamental: «No debemos perderlos, se pueden ir fuera a formarse, pero no a quedarse porque las condiciones laborales aquí no sean justas».

Sobre el éxodo español asociado a la profesión enfermera, asegura que «se va frenando poco a poco. El Brexit supuso un cambio, pero aún así todavía hay enfermeros que se marchan. A nivel mundial, hay escasez. Y la falta de atractivo hacia el ejercicio de la profesión puede contagiarse de otros países a aquí. Tenemos que estar atentos».

La huida de profesionales podría obstaculizarse aún más si el nuevo Estatuto Marco de los profesionales sanitarios, actualmente en negociación y elaboración de un nuevo borrador, recogiese sus demandas. «Sí, es cierto que esto cambiaría la situación, pero debemos tener en cuenta es el momento de los sindicatos. Nosotros podemos apoyarlos, pero la negociación es suya», sostiene Cobos.

Con la mente puesta en España, pero también a nivel global el enfermero destaca que «nos preocupan la asistencia en conflictos bélicos y las agresiones a los sanitarios«. En nuestro país, «debemos abordar el problema del aumento de la violencia en nuestro país fruto de pacientes que se encuentran con situaciones personales complicadas».

Desde hace tres décadas, el enfermero que desechó la idea de cursar Medicina ha realizado una intensa y rigurosa labor, tanto en el terreno clínico, como en el académico, de gestión o investigación. «¿Por qué Enfermería? Perdí muy pronto a mi madre y la vida me llevó a devolver todo aquello que me dieron en la infancia. Cuando pensaba que podía hacer yo, decidí que Enfermería era el camino», cuenta Cobos.

La trayectoria de Cobos dio comienzo con la parte asistencial en el Hospital Universitario Gregorio Marañón, también estuvo en la Paz y conoce lo que es trabajar en Atención Primaria en la sanidad madrileña. De la asistencia a la gestión, facetas que llegó a compatibilizar durante algún tiempo, cuando fue jefe de Departamento de Formación Continuada y Calidad del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, luego llegó a subdirector del Instituto de Investigación para la Calidad Sanitaria y subdirector del Gabinete de Estudios del Consejo General de Enfermería.

«Llega un punto en el que dejas de ver pacientes y lo cambias por la gestión, porque también es necesaria». También fue director del Instituto Español de Investigación Enfermera. Para cada una de las vertientes que ha ejercido también se ha formado: máster en investigación, en Gestión de Servicios de Salud, experto en Gestión y Liderazgo y, por supuesto, graduado en Enfermería. Tiene el doctorado por la Universidad Complutense de Madrid, con calificación de sobresaliente Cum Laude.

Tanto por su papel como responsable del área internacional del CGE como por su posición como vicepresidente, Cobos ha tenido la oportunidad de protagonizar algunas negociaciones políticas al más alto nivel junto al presidente del CGE, Florentino Pérez Raya y el resto de los miembros de la Comisión Ejecutiva. También ha ejercido como portavoz del consejo para abordar en los medios de comunicación asuntos muy variados de la Sanidad española. Asimismo, ha participado en el desarrollo de herramientas digitales en el ámbito de la prescripción enfermera y ha promovido regulaciones en favor de la bioseguridad en Europa.

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