Los dos organismos llevan ocho meses negociando cambios en la actual Champions, pero la negativa de la UEFA hace dos semanas y la última sentencia favorable a la Superliga podrían cambiar el mapa de la batalla Leer Los dos organismos llevan ocho meses negociando cambios en la actual Champions, pero la negativa de la UEFA hace dos semanas y la última sentencia favorable a la Superliga podrían cambiar el mapa de la batalla Leer
Han sido ocho reuniones en ocho meses, una cada cuatro semanas. Ha habido cierta cercanía, propuestas para un pequeño cambio de formato dividiendo la Champions League, que mantendría su denominación, en dos grupos de 18, para que el torneo se viera gratis en la plataforma ‘Unify‘ y para firmar la definitiva paz, pero ha sido imposible. Hace poco mas de dos semanas, las conversaciones entre la UEFA y la Superliga terminaron, según pudo saber este periódico, con el «no» del organismo europeo presidido por Aleksander Ceferin. No hubo bandera blanca en la gran guerra del fútbol europeo. Un punto de inflexión al que el miércoles se sumó la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, favorable al nuevo proyecto y que servirá, esperan, para tener más poder en la mesa de negociación.
La Audiencia Provincial de Madrid desestimó el recurso de la UEFA, LaLiga y la Federación Española contra la nueva competición y confirmó que el organismo europeo incurrió en un abuso de posicióndominante al tratar de impedir la creación de competiciones alternativas. Un fallo que abre la puerta a que A22 Sports, la empresa promotora de la Superliga, el Real Madrid y los clubes que así lo deseen, puedan reclamar compensaciones económicas por daños y prejuicios.
«Dado que la UEFA sigue ignorando las resoluciones judiciales vinculantes, ‘A22 Sports’ no tiene otra opción que iniciar los procedimientos para ser compensada por los daños sufridos», dijo en un comunicado la promotora. La misma respuesta a la sentencia que el Madrid. «El club anuncia que seguirá trabajando por el bien del fútbol global y de los aficionados, al tiempo que pedirá a UEFA los cuantiosos daños y perjuicios sufridos«, anunció el conjunto blanco.
Y es ahí, en los «cuantiosos daños sufridos«, donde está la baza de A22 y del Madrid en su mesa de negociación con la UEFA. La amenaza de una multa millonaria (el club blanco podría reclamar hasta 4.000 millones) si las demandas siguen adelante, es lo que da fuerza al bando de la Superliga de cara a conseguir sus objetivos. Pero, ¿cuáles son?
Olvídense de una nueva competición. Eso, de momento, está metido en un cajón. Vayamos a esas ocho reuniones que han tenido los representantes de A22, del Real Madrid y del Barcelona con miembros ejecutivos de la UEFA. Primero, los protagonistas. Alrededor de la mesa, Anas Laghrari (hombre de confianza de Florentino) representando al Madrid, Fernando Ledesma (abogado y agente FIFA cercano a Laporta) al Barça y Bernd Reichart (CEO) a A22. En el otro bando, el secretario general de la UEFA, Teodoro Teodoridis. Ahora, las propuestas concretas que acercaron las posturas en los últimos meses.
El bando de la Superliga ofreció a la UEFA mantener la denominación de sus tres competiciones principales, la Champions League, la Europa League y la Conference League, pero modificar un poco el formato actual, confirmado y oficial hasta el año 2027. A22 propuso seguir con el sistema de acceso vigente, a través de las ligas nacionales, y después dividir a los 36 equipos en dos grupos de 18, uno con los seis campeones de las seis mejores ligas del ranking UEFA y los doce mejores equipos del continente, también según la clasificación del organismo europeo, y otro con los 18 siguientes. Seguirían jugándose ocho jornadas en formato suizo y después llegaríamos a las eliminatorias, donde estaban negociando cuántos de cada grupo se clasificaban a octavos.
La gran revolución queda para el tema audiovisual. La oferta del bando de la Superliga, una oferta que seguirá estando sobre la mesa en las próximas reuniones a pesar de las demandas por daños y prejuicios, es que las competiciones europeas, y en especial la Champions League, se vieran, gratis y con publicidad, a través de la plataforma ‘Unify‘. Esos ingresos comerciales serían para los clubes, la UEFA seguiría siendo el regulador y organizador de las competiciones y la gobernanza de la plataforma estaba aún sobre la mesa.
Una mesa que se rompió hace poco más de dos semanas. «Hay tres opciones ahora. Retomar las negociaciones, que nos paguen daños y prejuicios o aceptar una competición que se llame ‘Superliga‘», admiten a este periódico fuentes del nuevo proyecto.
Mientras, ‘UC3‘, la nueva empresa formada por UEFA y los clubes de la ECA responsable de gestionar y vender sus derechos comerciales, desliza ahora el interés de Netflix y Disney (dos plataformas de streaming) de cara al proceso de licitación de los derechos televisivos de las competiciones UEFA entre 2027 y 2033. Una batalla, otra más, que empezará estas semanas y que tendrá en España y Reino Unidos sus principales mercados.
El poder de la UEFA y su ascendencia sobre el fútbol europeo es altísimo, algo de lo que es consciente el propio ente de Ceferin, que mantiene una posición de lógica superioridad en las negociaciones, pero la amenaza de varias demandas millonarias y el interés del bando de la Superliga en lanzar su propia plataforma de streaming, como Netflix y Disney, pero gratis aunque con versión premium, podría reiniciar de nuevo las negociaciones en esta guerra del fútbol.
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