La NASA acelera la construcción de un reactor nuclear para la Luna

El director de la NASA en funciones, Sean Duffy, quiere disponer de un reactor nuclear capaz de generar al menos 100 kilovatios de electricidad en 2030, para lo que se seleccionarán dos propuestas comerciales. China y Rusia también planean mandar un dispositivo nuclear en 2035 a nuestro satélite Leer El director de la NASA en funciones, Sean Duffy, quiere disponer de un reactor nuclear capaz de generar al menos 100 kilovatios de electricidad en 2030, para lo que se seleccionarán dos propuestas comerciales. China y Rusia también planean mandar un dispositivo nuclear en 2035 a nuestro satélite Leer  

Los planes del siglo XXI para volver a la Luna van a requerir más tecnologías de las que se idearon en los años 60 del siglo pasado para el programa Apolo, pues Artemisa, como se denomina el proyecto de la NASA lanzado en 2017 para que los astronautas estadounidenses vuelven a caminar por nuestro satélite, prevé estancias más largas y la construcción a medio plazo de una base lunar semipermanente.

Uno de los retos más complejos es conseguir la energía necesaria para llevar a cabo esas actividades lunares, por lo que desde hace años se trabaja en el desarrollo de un reactor nuclear que permita trabajar y pasar largos periodos en la Luna. Y esta semana se ha conocido la intención del director en funciones de la NASA, Sean Duffy, de acelerar su desarrollo.

Según adelantó Politico y confirmaron otros medios estadounidenses, la NASA pretende enviar a la Luna un reactor nuclear en 2030. Una nueva directiva prevé seleccionar dos propuestas comerciales en un plazo de seis meses. Los detalles del contrato se publicarán próximamente pero de acuerdo a la publicación, se trataría de un reactor capaz de generar al menos 100 kilovatios de electricidad.

Sean Duffy, que es también secretario de Transporte de la Administración Trump firmó esta directiva que supone también una señal de apoyo al programa lunar Artemisa, en el aire durante unos meses debido a las presiones de Elon Musk, director de SpaceX, para priorizar una misión tripulada a Marte.

Las prisas por desarrollar este reactor nuclear tienen mucho que ver con los planes de China de enviar astronautas a la Luna antes de que acabe la década. El gigante asiático y su socio, Rusia, también están trabajando conjuntamente para instalar un reactor en la Luna que esperan tener listo a mediados de la década de los años 30.

Tanto EEUU como China pretenden que sus astronautas vayan al polo sur de la Luna, pues se cree que allí hay reservas de agua, que serían vitales para la viabilidad de las bases lunares -además del agua para beber y cultivar alimentos frescos, se podría obtener de ella combustible-.

Un reactor nuclear permitiría tener electricidad durante todo el día, a diferencia de la energía solar, algo fundamental tanto para explorar la Luna como Marte. Los reactores nucleares son cada vez más ligeros y compactos, pero incluso así enviar un reactor nuclear a la Luna presenta evidentes riesgos de seguridad que tendrán que ser minimizados antes de colocar en un cohete un dispositivo así.

Las agencias espaciales llevan tiempo investigando la producción de energia nuclear para la exploración de otros mundos. Por ejemplo, hace dos años la NASA estableció tres contratos con la industria para que desarrollar un reactor que produjera 40 kilovatios de energía. El objetivo establecido ahora es más ambicioso.

El primer país en colocar un reactor nuclear en la Luna, señalaba Politico, podría potencialmente declarar una zona de exclusión, lo que afectaría a los planes de EEUU si China se adelanta.

Mientras tanto, se espera que Donald Trump revele quién será su candidato para dirigir la NASA durante el resto de su legislatura. Cada vez que llega un nuevo presidente a la Casa Blanca, se cambia el Administrador de la NASA pero nueve meses después de que Trump asumiera su cargo, la agencia espacial sigue con un director en funciones. Nominó para el puesto al multimillonario empresario y astronauta privado Jared Isaacman, amigo de Elon Musk, pero tras el enfrentamiento con el magnate retiró su candidatura. Janet Petro, que estaba ejerciendo como directora en funciones, fue reemplazada hace unas semans por Sean Duffy, a la espera de conocer quién será propuesto para liderar la NASA durante las misiones Artemisa 2 y 3, previstas para finales de 2026 y mediados de 2027 respectivamente.

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