La noche que David Broncano perdió la ‘virginidad’ con Gabriel Rufián

La Revuelta y David Broncano se estrenaron anoche en un campo en el que todavía no habían jugado desde su llegada a La 1: los políticos. Hace unas semanas que comenzó el affaire entre Gabriel Rufián y el programa. Anoche, culminó en el primer encuentro de un amor que ya es para siempre Leer La Revuelta y David Broncano se estrenaron anoche en un campo en el que todavía no habían jugado desde su llegada a La 1: los políticos. Hace unas semanas que comenzó el affaire entre Gabriel Rufián y el programa. Anoche, culminó en el primer encuentro de un amor que ya es para siempre Leer  

Desde anoche Gabriel Rufián ya suma un galardón más en su vitrina (tiene el de mejor orador del Congreso 2024): ha sido el primer político en sentarse en La Revuelta. ¡Sorpresa! Podía haber sido Óscar Puente, Óscar López o el propio Pedro Sánchez, que la semana pasada ya tuvo su aparición estelar, pero no. La Revuelta escogió a Gabriel Rufián, uno de los políticos mejor valorados por los ciudadanos por lo bien que cae y por su capacidad de oratoria; y Gabriel Rufián eligió La Revuelta. El affaire que comenzó hace unas semanas a través de un tuit (como la vida misma) culminó anoche en un encuentro en el que Rufián volvió a hacer gala, precisamente, de eso, de oratoria.

Comencemos por el principio: semanas antes de que arrancase la segunda temporada de La Revuelta, RTVE lanzó a través de su web una encuesta en la que pedía a los espectadores que votasen por el personaje que les gustaría estuviera en el programa de David Broncano. Salieron Rosalía (que, por cierto, anoche estuvo liándola en Gran Vía casi a la vez que se emitía el programa), Gabriel Rufián y ex de Operación Triunfo. El pasado 8 de octubre, aprovechando la reaparición de Valeria Ros enLa Revuelta, comunicaron el resultado de las votaciones. Gabriel Rufián, asiduo a X y también a La Revuelta, lo vio y no tardó de 10 minutos desde que terminase el programa para ofrecerse. «Día y hora», escribió a la cuenta de La Revuelta.

Fue un flechazo automático. Horas después La Revuelta le contestaba con un «ya sabes que mientras sea después de El Hormiguero, cualquier día». Y Rufián les seguía el juego: «Mejor durante y les ganamos». Trece días después de aquel primer mensaje de Gabriel Rufián, llegó el encuentro, surgió el amor, La Revuelta perdió la ‘virginidad’ en esto de la política y de los políticos con, seguramente, el político que más puede encajar en La Revuelta.

De hecho, si a Gabriel Rufián le dieran una sección en el programa, él, encantado, y David Broncano, ni te cuento. Encajaron como dos piezas de un puzzle que nunca se encuentran, pero ¡ay, el día que se encuentran! Si por algo es considerado el mejor orador del Congreso, si por algo es el político que más admiradores y admiradoras atrae, aunque no hayan visto en su vida una sesión de control, si por algo cualquier cosa que hace (ir en chándal, bailar con Ester Expósito) le convierten en tendencia.

¿Se ha abierto la veda en La Revuelta del turno de políticos? No diría que tanto. Sería un ‘infidelidad’ al primero, pero sí que anoche lo dejaron caer, tanto que, cuando David Broncano le pidió a Gabriel Rufián que le recomendase un político de derechas, por aquello de equilibrar la balanza (ya advirtió Broncano que le valía el que fuera, pero que Santiago Abascal, no, mejor «uno tranqui»), para invitarle a La Revuelta, Gabriel Rufián no tuvo ningún reparo en advertirle que le podía poner los cuernos con cualquiera menos con uno: «Lo único que te pido es que nunca jamás invites a Mazón. Mazón a prisión. Es un tío chungo de cojones». Tranquilos, no estaba en los planes de David Broncano no vaya a ser «que ese día se rompa una tubería aquí y tengamos que desalojar esto».

Gabriel Rufián
Gabriel Rufián, anoche en La Revuelta.RTVE

Le propuso Gabriel Rufián algún político de derechas catalán, como por ejemplo… «Puigdemont». Éramos pocos y parió la mula. «¿Cuál es su situación actual? ¿Qué se sabe de él?», le preguntó David Broncano, pero… pero Rufián no iba a caer en la trampa, pues no tiene tablas ni na’ el político catalán: «Cambiemos de tema… Pues, yo que sé». «La verdad es que me he perdido un poco ¿No está en la Península a día de hoy?», zanjó David Broncano que tampoco era plan de que el primer político que va a La Revuelta se vaya con un mal sabor de boca.

¿Le recomendó un político el portavoz de ERC en el Congreso? Por supuesto, se lo recomendó y fue con guantá incluida: «Igual Feijóo quiere venir, pero divertido no es». Vale, aceptamos barco como animal de compañía. Le pidió Broncano que intercediera enviándole un mensaje al líder del PP, pero «sin ironías, que te conozco». A bueno se lo has ido a decir. «Alberto, vente que, si no, vendrá Ayuso«. ¡Boom! El golpe se debió escuchar hasta la Plaza de Callao.

Porque, aunque fue la primera visita de un político a La Revuelta y al primer político que se enfrentaba David Broncano en esta etapa en Televisión Española, todo fluyó como si se conociesen de toda la vida. No fue una entrevista como las habituales a políticos ni en programas de entretenimiento ni en programas de actualidad. Gabriel Rufián fue a La Revuelta a divertirse (no lo digo con sorna) y jugó con sus mejores cartas, mientras que David Broncano hizo lo de siempre, tirar de ironía, de humor, de risas, de parecer que no sabe por dónde le viene aire, aunque en realidad es él el que está soplando.

La Revuelta
Gabriel Rufián, durante su entrevista en La Revuelta.RTVE

Llegó Gabriel Rufián con todo el pack completo, incluyendo el chándal que tanto dio que hablar en su momento. Sí, ese chandal negro con corchetes con el que llegó al Congreos de los Diputados y que ya no se va a volver a poner porque fue el regalo que el político catalán le hizo a David Broncano. «Es la primera vez que viene un político en activo y tengo que mantener una distancia ideológica, no te puedo hacer regalos, tengo que ser neutro, incluso ir en contra», le presentó el jienense. Y Gabriel Rufián apareció con una sonrisa Profident de caerse al suelo, con su chándal, con unas cuentas bromas -las primeras a Mariló Montero y a David Bisbal, con el que se moriría por cantar- y David Broncano se rindió a sus pies y Gabriel Rufián a los pies de La Revuelta.

«Toda exaltación del invitado de hoy hay que cortarla, porque si no se nos queja Mariló Montero«, soltó el presentador nada más recibir al político en el escenario de La Revuelta. Rufián le siguió el juego: «Nosotros hace cinco años, presentándonos solo en Cataluña sacamos más escaños que Ciudadanos… ¿Os acordáis no?»

Podría David Broncano y el equipo de La Revuelta haber elegido a cualquier otro político del PSOE, a cualquier ministro, incluso al propio Pedro Sánchez, pero eligió a un Gabriel Rufián, tan entregado que cuando David Broncano puso encima de la mesa su momento con Ester Expósito hasta parecía que Rufián se lo traía preparado: «Yo iba con unos amigos, uno que se casaba, y coincidimos con otro grupo de amigos, entre los que estaba una actriz maravillosa, Ester Expósito. Nos conocimos, hablamos, le comenté lo valiente que era en cuanto a su significación con Gaza y otras causas políticas. Total, que bailó con todo el mundo, porque es simpatiquísima, me tocó a mí y me grabaron. Sin más». Sin más, sin más… que menuda se lió la semana pasada.

«¿Le lanzaste esa de primeras? Será la primera vez que en una discoteca le hayan dicho a Ester que valoran su significación», bromeó David Broncano. «Sí, porque se la juega».

Lo raro es que un político vaya a un programa, sea la estrella y no aproveche para hacer política. Es innato, forma parte de su ADN, no falla ni con unos ni con otros. Gabriel Rufián lo estuvo haciendo toda la noche, pero sin que pareciera que La Revuelta se había convertido en un mitin electoral o en un discurso en la tribuna del Congreso. Lo hizo porque sabe hacerlo, lo hace hasta cuando le plantan el micro a la salida del Congreso. Lo hizo con la vivienda, mejor motivo no iba a encontrar, y fue tan claro como lo es siempre: «La gente que tiene pasta, que deje de invertir en casas. Una familia una casa, quien quiera especular con vivienda que pague más impuestos, porque de otra manera nos vamos al carajo. Una familia, una casa».

Hubiera sido un error si Gabriel Rufián no hubiera cumplido con todo el ritual de La Revuelta. Sí, también las preguntas clásicas. En la dinero, tampoco tiene ningún secreto, pues las cuentas de los diputados son públicas: 28.000 euros en patrimonio declarado tras comprarse un coche de segunda mano y una deuda hipotecaria por la vivienda en la que vive su hijo.

Y, en la pregunta del sexo, solo seis puntos «y todo para mí, que aquí hay mucha soledad». «Por eso luego en el hemiciclo tengo tan mala hostia». Sinceridad ante todo. La Revuelta se estrenó, Rufián ya forma parte de la historia del programa y el amor se quedó para siempre. Igual, ahora, todos quieren ir a La Revuelta; igual, ahora, Rufián ha abierto la veda.

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