España es desde este martes el primer país de los cinco que conforman el llamado Big Five -los países que más dinero aportan a la Unión Europea de Radiodifusión- en decidir no participar en el Festival de Eurovisión si Israel permanece Leer España es desde este martes el primer país de los cinco que conforman el llamado Big Five -los países que más dinero aportan a la Unión Europea de Radiodifusión- en decidir no participar en el Festival de Eurovisión si Israel permanece Leer
Decisión histórica y precipitada por los acontecimientos de las últimas horas: España no participará en el Festival de Eurovisión si la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organismo responsable del certamen, no expulsa a Israel. Así lo decidió este martes por mayoría el Consejo de Administración tras llevar in extremis la propuesta el propio presidente de RTVE, José Pablo López. Una decisión sin precedentes en la historia de España en el Festival, pero que responde a un mecanismo de presión, sobre todo para la UER, pero también para el resto de países participantes, pues no será hasta diciembre cuando se tenga que tomar la decisión definitiva.
Según López, que tras la votación concedió varias entrevistas en programas de RTVE, «las televisiones que conforman la UER no se pueden poner de lado ante el genocidio en Gaza» y «la UER tiene que tomar una decisión sobre Israel antes de diciembre y «no someter al conjunto de televisiones que participamos al estrés que supone llegar a una votación in extremis en el mes de diciembre».
De llegar diciembre y la UER no haber decidido expulsar a Israel, España, de mantener lo votado por el Consejo de la televisión pública, confirmará su salida del Festival. Desde 1961, cuando compitió por primera vez con Conchita Bautista y Estando contigo, España ha participado ininterrumpidamente en la gran final de Eurovisión y es uno de los 10 países con más participaciones, 64.
La medida llega en un contexto de empeoramiento de la situación en Gaza y el mismo día que un informe de la ONU acuse a Israel de «genocidio» en Gaza. La invasión israelí de este territorio tras los atentados de Hamas en 2023 ha provocado la muerte de casi 65.000 personas, la gran mayoría civiles, y ha provocado una hambruna declarada por la ONU. En el caso de España han sido los acotencimientos de las últimas horas los que han precipitado que López llevase al Consejo de Administración esta votación.
El lunes por la tarde RTVE sorprendió con una información que nadie esperaba y que no se comunicó por los canales oficiales sino en el directo del estreno en La 1 de Directo al grano. El presidente de RTVE, José Pablo López, iba a proponer al Consejo de Administración, que se reuniría el martes por la mañana, sacar a España de Eurovisión si Israel no era expulsada. Sorprendió la forma y el fondo, pues hasta ese momento la posición de Televisión Española era esperar a la UER, pese a que los consejeros nombrados por el PSOE y por el resto de partidos socios del Gobierno tenían ya una postura clara que no dudaron en filtrar a varios medios de comunicación tras las presiones por lo ocurrido en la última etapa de La Vuelta a España.
Todo cambió el lunes por la mañana cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó de manera «clara y rotunda» que hasta que no cese la «barbarie» ni Rusia ni Israel deben estar en ninguna competeción internacional. Las palabras de Sánchez se sumaban a las de sus ministros de Cultura y Transformación Digital, Ernest Urtasun y Óscar López, y sus socios de Gobierno, Sumar, que directamente pidieron llevar a cabo «cualquier medida de presión» para que Israel no estuviera en el Festival de Eurovisión de 2026. A las 12 de la mañana del lunes en el orden del día del Consejo de Administración no estaba Eurovisión. A media tarde -horas después de que se anunciase en el programa de Marta Flich y Gonzalo Miró- los consejeros recibían el nuevo orden del día: uno de los puntos sería votar si España debía abandonar Eurovisión.
El presidente de RTVE respondía así a las presiones del Gobierno y de sus socios por sacar a España del Festival, consciente de que contaba con el apoyo de la mayoría del Consejo -11 de los 15 miembros fueron nombrados por el PSOE y sus socios de Gobierno-.
Podría haber esperado a diciembre o podría haber tomado unilateralmente la decisión, pues el Decreto Ley aprobado en octubre del año pasado sobre el reglamento de RTVE, da al presidente de la Corporación la potestad para decidir sobre programas de televisión –Eurovisión es un programa de televisión-. Sin embargo, como explican fuentes de Televisión Española a este periódico, quiso que se votase para que quedase clara cuál era la postura de la mayoría del Consejo y, por tanto, también de los partidos que les eligieron, y hacerlo ahora cuando lo ocurrido en La Vuelta de España había puesto el foco sobre la participación de Israel en competenciones y eventos.
Llegó el martes. A las 09.30 arrancó el Consejo de Administración con cientos de miradas puestas sobre él. Durante más de dos horas los consejeros debatieron con cordialidad y diplomacia si España se debía retirar o no. Surgieron muchas dudas, especialmente por saber qué ocurrirá con otros eventos y competiciones en los que está Israel y que también retransmite RTVE. El tema de la retransimisión no se trató en la reunión, pero sí que después la televisión pública confirmó que si España no participa, Eurovisión no se emitirá.
Con este planteamiento, el Consejo de RTVE procedió a la votación con el resultado esperado: 10 votos a favor (de los consejeros del PSOE, Sumar, PNV, Podemos y ERC), una abstención, la de Miquel Calçada, consejero de Junts, y cuatro votos en contra de los consejeros del PP.
La participación de Israel recae en la propia UER, según recogen sus estatutos y reglamentos, y no sobre RTVE, aunque sí depende de RTVE participar o no. Las normas de la UER respecto a Eurovisión no son claras respecto a los países participantes que se encuentren inmersos en conflictos bélicos. Por ejemplo, cuando Rusia invadió Ucrania, las cadenas rusas Rossiya 1 y Piervy Kanal fueron suspendidas y expulsadas de la UER. El motivo oficial fue la pérdida de independencia editorial y su papel en la difusión de desinformación y propaganda estatal durante la invasión de Ucrania, lo que supone una violación de los valores fundamentales de la UER y de los medios de servicio público. Su expulsión de la UER trajo consigo la expulsión del Festival.
En el caso de Israel, su televisión es miembro de la Unión Europea de Radiodifusión desde 1957. El país debutó en el certamen en 1973 y ha participado de manera continua desde entonces, ganando el festival cuatro veces. La UER podría plantearse algo similar a lo que hizo con Rusia, pero hasta ahora, el organismo considera que «todos los miembros de la UER son elegibles para competir en el Festival de la Canción de Eurovisión» y que, pese a las «preocupaciones y opiniones profundamente arraigadas» sobre el conflicto en Oriente Medio, la participación de KAN es legítima bajo las reglas actuales.
España es uno de los países que más dinero y audiencia mueve en el festival europeo
La retirada de España del Festival de Eurovisión, además de poner a España como el primer país del Big Five en retirarse si continúa Israel, también supone una fuerte medida de presión contra la UER, pues los cinco países que conforman este grupo (Alemania, Italia, Francia, Reino Unido y España) son los que más aportan económicamente al conflicto. España es uno de los países que más dinero y audiencia mueve en el festival europeo. Si España ha sido el primero, otros países de este grupo podrían seguir su camino lo que pondría a la UER contra las cuerdas, aunque hoy por hoy la posición del organismo, pese a estar consultando a todas las televisiones públicas, está lejos de no permitir a Israel participar.
Aun así la inclusión de España entre las televisiones públicas que han optado por dar este ultimátum -Irlanda, Islandia, Eslovenia y Países Bajos- suma todavía más presión a la asamblea general de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), que decidirá a principios de diciembre si excluye a Israel. La UER respondió este martes a la decisión de España manteniendo su posición: «El Grupo de Referencia -presidido por Ana María Bordás, ex directora de Programación de RTVE- entiende que el proceso de toma de decisiones está en curso y que se espera una decisión definitiva en diciembre».
Tres son las opciones que hay encima de la mesa: la primera, que se sumen más países y a la UER no le quede más opción que no permitir a Israel participar si quiere mantener el Festival; la segunda que la UER decida mantener a Israel y se celebre un Festival de Eurovisión que dejaría de ser Eurovisión tal y como la conocemos a día de hoy; y la tercera, la más impobrable de todas, que Israel se retire por su propio pie.
La televisión israelí ha advertido que «no hay razón para que Israel no siga siendo una parte importante de este evento cultural, que no puede volverse político»
El director de KAN, Golan Yochpaz, ya ha advertido en innumerables ocasiones -la última este mismo lunes- que Israel no se va a retirar: «No hay razón para que Israel no siga siendo una parte importante de este evento cultural, que no puede volverse político». En el caso de que los miembros de la UER decidan mantener a la televisión israelí en la competición, RTVE tendría que materializar la amenaza de abandonar el concurso por primera vez en la historia.
De momento, Televisión Española ha dejado claro que el Benidorm Fest 2026, el festival del que desde hace cuatro años sale el representante español en Eurovisión y que también genera un gran impacto económico y en visibilidad, seguirá celebrándose, pues para RTVE es un «festival con identidad propia». Lo que no habrá es todo lo que viene después del Benidorm Fest y que está totalmente ligado a Eurovisión: promociones, eventos, visibilidad internacional, programas televisivos…
La ausencia de España en el mayor espectáculo televisivo de Europa coloca al país como uno de los países más combativos contra el genocidio en Gaza, pero supondría también un impacto directo en ingresos publicitarios, en la visibilidad internacional de la marca España y en el atractivo turístico vinculado al festival.
Eurovisión no es únicamente música: es política, como recalcó este martes el presidente de RTVE, pero es también una industria cultural que moviliza a millones de espectadores, turistas e inversores cada año. El certamen genera cientos de millones de euros en ingresos para la ciudad anfitriona, que recibe a decenas de miles de visitantes en apenas una semana.
Aunque España no será sede en 2026, la emisión del Festival en RTVE arrastra cada año a millones de telespectadores, lo que se traduce en ingresos publicitarios millonarios para la Corporación Pública y en una amplia promoción de la cultura española en Europa.
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