Lo que pasó tras las cámaras en el congreso del PP: de la ‘A Rianxeira’ con Feijóo a los libros de Aznar y las fresas de Ayuso

Alberto Núñez Feijóo clausuró el 21 congreso del Partido Popular aguantando estoico un plano cerrado, mirando a cámara, mientras sonaba el himno de España. Los focos se apagaron luego, después de tres jornadas de cónclave eufórico de la formación, que dejaron varias escenas pintorescas en los pasillos del pabellón 10 de la Institución Ferial de Madrid (Ifema), en Madrid. Al acabar el acto, este domingo, el líder de la oposición se dio un baño de compromisarios, que se acercaban a buscar el selfie con el jefe al que habían reelegido por el 99,24% de los votos. Entre quienes se acercaron a saludar a Feijóo estaban el padre Ángel, el torero Miguel Ángel y una histórica afiliada de Alcorcón, Pilar Vélez, de 86 años, que se acercó y le dio palmaditas en la mejilla con cariño, como hacen las abuelas con sus nietos.

—Podemos hablar gallego si quieres.

Vélez, viuda y madre de un gallego, quiso mostrar así su cercanía con Feijóo. La impronta gallega fue una de las señas de identidad del congreso, que por primera vez tiene a un presidente y a un secretario general oriundos de Galicia. La fuerza de su tierra se vio reflejada también cuando, este sábado, durante el receso por la comida, los compromisarios gallegos se tomaron una foto delante del plenario junto al líder popular. Y entonaron todos juntos, con Feijóo, Tellado y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en el centro, la canción popular A Rianxeira. “Ondiñas veñen e van/ non te embarques rianxeira/que te vas a marear”, se escuchó al unísono.

Tanto la delegación gallega, de 316 representantes —una de las más numerosas—, como el resto de compromisarios tuvieron que confirmar este sábado a Feijóo como presidente del PP. El proceso de elección, con voto en urna, generó grandes colas antes de introducir la papeleta, en la que tenían que escribir de su puño y letra el nombre del líder. “¿Hay que esperar todo esto para votar?“, se preguntaba al toparse con la fila uno de los 3.264 compromisarios asistentes al cónclave.

El número de compromisarios se reparte entre las provincias por volumen de afiliación (75% del cálculo) y según los resultados de las elecciones generales anteriores (25%). Los representantes se toman estos congresos además de como acto político, como lugar de encuentro y distensión entre compañeros, tomando cañas en las terrazas de los dos bares que Ifema tenía abiertos. La delegación más populosa en esta ocasión ha sido la andaluza, con 566 compromisarios, seguida de la valenciana, con 389.

Muchos de ellos se fueron con un recuerdo bajo el brazo, que compraron en el mismo pabellón, pues la organización del congreso había colocado un expositor en el que los militantes podían comprar una camiseta o una sudadera con un lema que se imprimía en el momento, a razón de 10 y 20 euros cada una. Entre las proclama que podían elegirse se encontraba la repetida frase por Feijóo “No soy presidente porque no quiero”; la que dijo Pedro Sánchez en la rueda de prensa tras la informe Cerdán “Son las cinco, no he comido; y otras consignas, sacando pecho de la batalla cultural contra la izquierda, como ”Fachosfera» o “Muchas cosas buenas empiezan por F”.

El puesto de ropa se encontraba en una enorme sala junto al plenario. Toda decorada de azul, en la que había varios puestos con diversos propósitos: el de Igualdad, el de Nuevos españoles, el de Valores… y el de Faes, la fundación que preside José María Aznar. El expresidente del Gobierno, que ha mostrado una imagen de unidad junto a su predecesor, Mariano Rajoy, estuvo sentado en la tarde de este sábado en el espacio de la fundación para firmar ejemplares de su libro Retratos y perfiles: de Fraga a Bush, que también se podía comprar.

La primera imagen pintoresca del congreso había ocurrido un día antes a pocos metros, en la tarde del viernes, cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, recibía como anfitriona a los militantes con cajas y cajas de fresas. “¿La fruta? Está buenísima, me encanta”, dijo la baronesa madrileña como guiño a la frase que dijo cuando Pedro Sánchez fue investido presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados. Las cámaras, que en ese momento estaban grabando la entrada de Feijóo en el pabellón, apercibieron el momento, que estaba fuera de los focos, y cambiaron rápidamente de ubicación para captar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, que este domingo ha trasladado confianza a su jefe: “Tuyo es el partido, vamos a estar en todo momento a tu lado”.