Margarita Robles dice que España llegará al 2% del gasto militar “muy anticipadamente” al 2029

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha rehusado concretar plazos para aumentar el gasto militar hasta el 2% aunque ha reiterado que será alcanzado porque España “siempre cumple sus compromisos”. El plazo se ha convertido en una cuestión controvertida después de que Mark Rutte, secretario general de la OTAN, afirmase que España alcanzaría esta cifra en verano. Robles solo desveló este martes que se cumplirá “muy anticipadamente” respecto a 2029, que era el límite que se barajaba hasta ahora. La ministra española también se desmarcó de la posición de otros países europeos, como Francia o Reino Unido, para enviar soldados a Ucrania en este momento, al considerar que la guerra que sigue en curso no ofrece condiciones para la actuación de un contingente internacional encargado de mantener la paz.

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 “Hemos estado viviendo de gorra del amigo americano”, lamenta Josep Borrell en el Foro La Toja en Lisboa  

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha rehusado concretar plazos para aumentar el gasto militar hasta el 2% aunque ha reiterado que será alcanzado porque España “siempre cumple sus compromisos”. El plazo se ha convertido en una cuestión controvertida después de que Mark Rutte, secretario general de la OTAN, afirmase que España alcanzaría esta cifra en verano. Robles solo desveló este martes que se cumplirá “muy anticipadamente” respecto a 2029, que era el límite que se barajaba hasta ahora. La ministra española también se desmarcó de la posición de otros países europeos, como Francia o Reino Unido, para enviar soldados a Ucrania en este momento, al considerar que la guerra que sigue en curso no ofrece condiciones para la actuación de un contingente internacional encargado de mantener la paz.

En su participación en el Foro La Toja, celebrado este martes en la Fundación Calouste Gulbenkian de Lisboa, Robles defendió que el aumento de la inversión militar sirva para desarrollar la industria española y europea con el objetivo de reducir la dependencia de la tecnología estadounidense. “En muchas cosas estamos subordinados a la tecnología de Estados Unidos, hay que hacer una apuesta por Europa”, planteó durante su intervención junto al ministro de Defensa de Portugal, Nuno Melo.

Robles destacó que España ha aumentado cada año un 10% el presupuesto en defensa en los últimos siete ejercicios, centrado en especial en inversiones industriales como la construcción de barcos en los astilleros gallegos de Navantia o proyectos en modernización aérea de la mano de Airbus. “Queremos una industria española y europea moderna y avanzada. Cuando invertimos en defensa, invertimos en paz y seguridad, pero también en creación de empleo y en combatir nuestras fragilidades”, afirmó. La ministra recordó que España cuenta con 4.000 militares repartidos en misiones en todo el mundo para destacar que el 2% del gasto militar es “una métrica” que no lo dice todo. “Tenemos tropas españolas que proveen seguridad en países donde su inversión en defensa es superior al 2% del PIB”, dijo.

La ministra recordó las diferentes sensibilidades en las opiniones públicas europeas, donde un kit de supervivencia o el aumento de gasto en defensa no se aprecia igual en el norte que en el sur del continente. Unas diferencias respecto a la percepción de la amenaza rusa que, en su opinión, no deberían afectar a la unidad europea para diseñar su defensa. “Me preocupa que esta unidad pueda empezar a romperse por cuestiones de política interna o electoral”, señaló.

“La historia y la geografía cuentan”, subrayó el anterior alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, para indicar que la amenaza rusa no se perciba igual en Cádiz que en Helsinki. “Ni yo ni mi sucesora vamos a conseguir la unanimidad de los europeos respecto a la guerra de Ucrania porque hay países que no ven a Rusia como un peligro para Europa”, destacó. Borrell planteó la búsqueda de soluciones que salven el escollo de la unanimidad entre los 27 países, como se hizo para responder durante la crisis del euro. “Es utópico pensar que avanzaremos en una defensa común sin más integración política. Si queremos mantenernos en el cascarón de los 27 de la UE no iremos a ninguna parte”, afirmó.

Casi todos los participantes en el Foro La Toja, que celebra su tercera edición en Lisboa, coincidieron en la necesidad de aumentar la inversión de Europa en su propia defensa, pero las fórmulas planteadas no siempre coincidieron. “Teníamos casi subarrendada la política de defensa a EE UU. Ahora parece que va a cambiar, hay que invertir en defensa como han hecho Alemania y Reino Unido, dejarse de eufemismos y no engañar a la gente”, exigió el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. “Europa se tiene que hacer mayor”, resumió.

La voz más discordante fue la de Augusto Santos Silva, que fue presidente de la Asamblea de la República y ministro de Asuntos Exteriores en Portugal. A su juicio, la solución al nuevo escenario geopolítico no reside en el rearme de Europa, “una visión estrecha”, si no en ampliar la influencia europea a través de la diplomacia en otras zonas del mundo. “Trump está dejando a China toda la libertad para aumentar la influencia en África y América Latina. Europa es el único actor que puede contrarrestar eso”.

Borrell concedió que la seguridad va más allá de la estricta defensa militar y es poliédrica. “Pero no nos escudemos en eso. Hemos estado viviendo de gorra del amigo americano”, dijo antes de darle la razón en esto a Donal Trump. “EE UU tiene 31 bases y 100.000 soldados desplegados en Europa, está en su derecho a retirarlos. A lo que no tiene derecho es a cortar la ayuda al desarrollo”, recalcó después de afirmar que la supresión del gasto en cooperación provocará una catástrofe humanitaria, que acabará repercutiendo en Europa. “Las bases de EE UU sirven para defender los intereses de EE UU”, contrapuso Santos Silva, que alertó sobre el “despilfarro” que representará seguir comprando material militar a EE UU y aumentando la dependencia europea de su tecnología.

El refuerzo de Europa fue una idea común. En su discurso de clausura del foro, el presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, reivindicó “una sola voz” comunitaria como ocurrió para gestionar la pandemia o la guerra en Ucrania. “Europa tiene que mostrar que es una potencia internacional”, retó. También Carlos Moedas, actual alcalde de Lisboa y antiguo comisario europeo, se mostró partidario de avanzar en la integración con un mercado de capitales común y la apuesta en la innovación para aumentar la soberanía en seguridad. “Hay una Europa invisible que es lo más admirado fuera de Europa, como es la seguridad alimentaria. Europa es un gran sustituto de los imperios fallidos, pero tenemos que cambiar el paradigma de subcontratar la seguridad a EE UU, la energía a Rusia y la productividad a China”, reflexionó.

No todo giró alrededor de la defensa. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se mostró confiado en que avance el acuerdo entre la UE y Mercosur durante el segundo semestre del año, bajo presidencia danesa, y destacó que se trata de una apuesta por el comercio internacional “basado en reglas”. “Es una gran oportunidad para España y Portugal”, comentó.

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