Montoya lanza un duro comunicado tras varias semanas desaparecido: «Caí en una maquinaria forzada en la que llegué a perder mi voluntad»

José Carlos Montoya terminó Supervivientes y desapareció. Tras un duro encuentro en plató con la que fue su pareja, Anita Williams, y tras las acusaciones de algunos compañeros de Supervivientes, desbordado por la situación decidió apartarse. Hoy, tras varias semanas de silencio, lo ha roto Leer José Carlos Montoya terminó Supervivientes y desapareció. Tras un duro encuentro en plató con la que fue su pareja, Anita Williams, y tras las acusaciones de algunos compañeros de Supervivientes, desbordado por la situación decidió apartarse. Hoy, tras varias semanas de silencio, lo ha roto Leer  

José Carlos Montoya -sólo Montoya para la mayoría- ha vivido la gloria y el horror de la fama en cuestión de sólo unos pocos meses. Entró en La isla de las tentaciones, regalando a los espectadores una de las mejores ediciones y convirtiéndose en un fenómeno mundial, y fue terminar el reality y meterse en otro, en Supervivientes. Tras 102 días de cautiverio, con fuertes tensiones en la convivencia, con su ex, Anita Williams, y el tentador con el que le fue infiel, Manuel, en la isla, y soportando acusaciones que cruzaron determinadas líneas, Montoya salió de Supervivientes y, tras una fuerte discusión con Anita en uno de los últimos programas de Supervivientes, Montoya dijo basta y desapareció.

Casi tres semanas han pasado desde que Montoya desapareciese de la esfera pública y se rodease de su familia intentando alejarse de la televisión. Semanas en las el resto de compañeros sí han estado en otros platós y sí han hablado de él. Hoy, Montoya ha roto su silencio en un duro comunicado en el que, además, de advertir de que ha contratado los servicios de un despacho de abogados para «defender mis derechos ante los tribunales», también pone el foco en lo que ha supuesto para él emocionalmente todos estos meses convertido en una estrella de la pequeña pantalla.

«Quiero agradecer de todo corazón el respeto y el cariño que me estáis haciendo llegar… He tenido que decir basta, basta a una situación en la que me he ido sumergiendo sin darme cuenta; movido siempre por el amor y los sentimientos para agradecer todo el cariño», arranca el comunicado en el que Montoya no señala a nadie directamente y asume en parte su responsabilidad.

«Pero todo no vale en esta vida, mis Flamencos (nombre que da a sus seguidores). Pensaba que podía pero las situaciones vividas en los últimos tiempos me han colapsado», reconoce el de Utrera. «No soy un robot, soy una persona; una persona que se enamoró, una persona que sufrió y cayó dentro de una maquinaria forzada en la que llegué a perder mi voluntad, mi fuerza y mi alegría. No pretendo gustar a todo el mundo ni ser el centro de un circo, ni mucho menos ganar un premio, pero NO TODO VALE«, sentencia.

El comunicado continúa expresando la situación emocional en la que ahora se encuentra. Montoya habla de que «la ilusión se transformó en pesadilla, de esas que te atrapan y aún despierto sabes que el monstruo te sigue persiguiendo». ¿A qué monstruo se refiere? «El monstruo de la mentira, de no dar crédito a lo que está pasando a tu alrededor y de que aquellos en quien creías confiar están utilizando el momento de tu más profunda vulnerabilidad esperando a darte la estocada final como para rematar la faena. Sin escrúpulos«, afirma, posiblemente, en referencia a Anita y a otros compañeros que han seguido manteniendo ciertas versiones y dando información que por lo que dice el sevillano no son así, aunque tampoco entra en detalles.

«Jamás me alegré del mal ajeno y siempre he intentado proteger a quienes quiero, pero es imposible curar abriéndote en canal en un contexto en el que todo vale y tu exposición da lugar a que sigan hiriéndote cada vez más profundo con argumentos inventados y manipulados, con el fin de que el show continúe», sentencia Montoya, que por lo que parece, por su parte, no va a continuar alimentando.

«No todo vale, y llega el momento en el que la cabeza dice que hasta aquí, no somos robots, somos personas, y hay unos límites. Si algo me llevo de este tiempo, ha sido el saber que no siempre se puede ganar a costa de complacer…», añade, para a continuación pedir perdón «por no estar bien y a la altura, quizás, de muchos de vosotros».

Montoya continúa insistiendo en que «no soy un robot» y afirmando que «no tengo culpa de todo lo que estoy viviendo estos meses»: «Consciente de todo, a día de hoy, he dicho ¡basta!».

«La salud mental no es un juego, y gracias a tener un entorno sano que me ha puesto en manos de grandes profesionales estamos en ese camino para volver a seguir siendo feliz, porque es lo que llevo buscando desde hace mucho», remata el sevillano, el cual por lo que dice parece que se encuentra en manos de especialistas para salir de esta situación.

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