El británico firma una gran vuelta (1:03.971), con medio segundo de ventaja sobre Leclerc y Piastri. Leer El británico firma una gran vuelta (1:03.971), con medio segundo de ventaja sobre Leclerc y Piastri. Leer
Hace un año, Lando Norris se marchó desmoralizado del Red Bull Ring, víctima de un choque con Max Verstappen que provocaba su primer abandono en este circuito. Este sábado, en el mismo escenario, el británico completó una de las mejores vueltas de su vida (1:03.971) para marcar su tecera pole del año. Algo más de medio segundo sobre Charles Leclerc y Oscar Piastri, su compañero en McLaren y líder del Mundial. Ni el propio Lando parecía dar crédito a su ventaja, impropia de un trazado tan corto. Ni a su buena ventura, propiciada por un trompo de Pierre Gasly.
A medio minuto para el final, el líder de Alpine provocó una doble bandera amarilla que obligó a abortar a Piastri y Verstappen. En la curva 10, el francés había completado un doble giro de 360º, regando de grava el asfalto a la entrada de la recta de meta. Mad Max saldrá séptimo en la parrilla, justo por detrás de Liam Lawson, su compañero en Red Bull durante las dos primeras carreras del año. El neozelandés, a bordo de su Racing Bulls, supo arañarle tres milésimas.
Entre los incesantes rumores sobre el futuro de Fred Vasseur, Ferrari firmó su mejor crono de 2025, con la segunda plaza de Leclerc y la cuarta de Lewis Hamilton. El heptacampeón precederá en la salida a George Russell, que venía penando ya desde la Q1. Aún menos propicio resultó el sábado para Fernando Alonso y Carlos Sainz, undécimo y decimonoveno, respectivamente.
El clímax de la Q2 se vio enturbiado por una bandera roja que no ralentizó la pista, pero sí enfrío los ánimos. Como hace dos meses en el GP de Japón, un pequeño incendio a la entrada de la recta de meta había obligado a la rápida intervención con extintores. Todo debía jugarse a un intento con los blandos. Alonso, en solitario, debía batirse con los Racing Bulls y los Alpine.
No pudo obrar otro milagro el bicampeón, que cedió su sitio ante Gabriel Bortoleto, quinto, Gasly, sexto y Lawson, noveno. Tres invitados a los que nadie esperaba en esa fiesta. El novato brasileño rodó apenas una centésimas más lento que Verstappen a bordo de un Sauber con el que Nico Hulkenberg había marcado el peor registro en la Q1. Las siete centésimas ante Andrea Kimi Antonelli condenaron al doble ganador en Le Mans.
A falta de cuatro minutos para el final de la Q1, la situación ya se tornó crítica para los españoles. La poderosa irrupción de Isack Hadjar, Bortoleto, Lawson y Gasly, muy rezagados desde la sesión inaugural, obligaba a un máximo esfuerzo. Alonso había tenido que abortar su primer intento, mientras Sainz quedaba a más de cuatro décimas de Alex Albon.
En el Red Bull Ring, la tarea primordial siempre pasa por encontrar el momento idóneo para no toparse con el tráfico. Desde ese momento había que aprovechar cada centímetro de los límites de pista. Sin margen para el error, Alonso mejoró en los tres sectores para calcar el crono de Leclerc. Entre tanta igualdad, Lance Stroll, con un tiempo 13 centésimas más lento que el asturiano, se quedó fuera, tirando al garete las buenas sensaciones mostradas desde el viernes.
También a la desesperada, Sainz se estrelló contra las limitaciones de un Williams que él mismo definió como «inconducible». «Debo de haber sufrido algún tipo de daño», añadió el madrileño, que no pudo meter en vereda su coche, demasiado lento en el segundo sector (29,3). Una eliminación, la tercera consecutiva en la Q1, para confirmar una tendencia preocupante. Carlos venía insistiendo desde el viernes que las sensaciones al volante eran mejores que sus tiempos. A la hora de la verdad fue justo al revés.
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