Nueve científicos iraníes muertos bajo las bombas: el día en el que la ciencia fue blanco del fuego israelí

El ataque contra Irán lanzado por Israel en la madrugada del pasado viernes no solo ha dejado un rastro de instalaciones golpeadas y plantas destruidas: también ha costado la vida a, al menos, nueve de las mentes más capacitadas del país persa. Entre los científicos iraníes fallecidos en el bombardeo ordenado por el Gobierno de Benjamín Netanyahu figuran dos nombres que, durante años, simbolizaron la fusión entre ciencia, ideología y soberanía nacional en Irán: Fereydoun Abbasi-Davani y Mohammad Mehdi Tehranchi.

Seguir leyendo

 La operación lanzada por Netanyahu no fue solo una ofensiva militar: supuso una incisión quirúrgica en el corazón del programa nuclear de Teherán  

El ataque contra Irán lanzado por Israel en la madrugada del pasado viernes no solo ha dejado un rastro de instalaciones golpeadas y plantas destruidas: también ha costado la vida a, al menos, nueve de las mentes más capacitadas del país persa. Entre los científicos iraníes fallecidos en el bombardeo ordenado por el Gobierno de Benjamín Netanyahu figuran dos nombres que, durante años, simbolizaron la fusión entre ciencia, ideología y soberanía nacional en Irán: Fereydoun Abbasi-Davani y Mohammad Mehdi Tehranchi.

El perfil de los científicos asesinados implica una pérdida de conocimiento operativo interno. La inteligencia no era foránea, sino nacional, estructurada en redes de colaboración civil-militar. El ataque que los mató no sólo segó sus vidas sino que interrumpió una carrera clave en el desarrollo científico del programa nuclear iraní.

Aunque el bombardeo ha desarticulado parte del engranaje humano del programa nuclear, Irán conserva una infraestructura técnica y académica suficientemente robusta para continuar. La capacidad de desarrollar su energía nuclear de forma autónoma, sin asistencia extranjera, es un hecho consolidado desde hace una década.

El ataque, en todo caso, constituye un golpe fuerte contra el programa nuclear iraní. Con la caída de Abbasi-Davani, Tehranchi y otros investigadores, Netanyahu ha buscado desmantelar la columna vertebral del conocimiento nuclear de Teherán. Hay consecuencias inmediatas: parálisis de proyectos, pérdida de mando técnico.

El viernes se conocieron los nombres de los seis primeros científicos caídos bajo las bombas israelíes, y este sábado Irán confirmó la muerte de otros tres, elevando a nueve el número total de expertos asesinados en los últimos días. Según la agencia Tasnim, cercana a la Guardia Revolucionaria, las nuevas víctimas son Ali Bakaei Karimi, Mansour Asgari y Said Borji. Las autoridades iraníes han condenado enérgicamente estos hechos, en un contexto de creciente tensión regional.

La gran incógnita es si esta estrategia israelí logrará frenar el avance del programa nuclear iraní. Mientras tanto, Oriente Próximo contiene el aliento. Estos son los seis científicos fallecidos en el ataque israelí del viernes:

Fereydoun Abbasi-Davani, el estratega

Físico nuclear, exjefe de la Organización de Energía Atómica de Irán (2011-2013) y miembro destacado de la Guardia Revolucionaria, Abbasi-Davani, nacido en 1958, no solo fue un técnico sino también un estratega. Bajo su dirección se consolidaron los avances en enriquecimiento de uranio y se afianzaron líneas de investigación que podrían haber conducido, según fuentes occidentales, al diseño de un armamento nuclear. Eso lo convirtió en objetivo prioritario de Israel.

Abbasi también fue una figura política: ocupó un escaño en el Parlamento (2020-2024) y se manifestó de forma crítica con el acuerdo de contención nuclear de 2015, que consideraba una rendición técnica ante las potencias extranjeras. “Hasta hoy no se ha emitido ninguna orden oficial para la fabricación de armas nucleares pero, si se toma la decisión, Irán será capaz de hacerlo”, llegó a avisar el pasado mayo.

Mohammad Mehdi Tehranchi, rector universitario

Mohammad Mehdi Tehranchi, en abril de 2023 en un acto universitario en Teherán.

Reconocido por su labor en física de la materia condensada y nanofísica, Tehranchi, nacido en 1965, era rector de la influyente Universidad Islámica Azad, uno de los principales viveros de talento científico en Irán. Desde allí lideraba investigaciones clave en el campo de la física aplicada, una de las columnas del programa nuclear civil, pero también base para posibles desarrollos con potencial dual: energía o armamento.

Tehranchi representaba el modelo de científico de perfil académico pero con acceso a proyectos de alta sensibilidad. Bajo su rectorado se promovieron colaboraciones con centros estatales dedicados al enriquecimiento de uranio y la gestión de materiales nucleares.

Abdolhamid Minouchehr, estudioso de la seguridad de reactores

Doctor en Ingeniería Nuclear por la Universidad Estatal de Moscú y profesor en la Universidad Shahid Beheshti, Minouchehr dirigía desde 2022 la Facultad de Ingeniería Nuclear y era redactor jefe de la revista Tecnología y Energía Nuclear. Su trabajo se centraba en el estudio de las vainas de combustible y los métodos de ensayo no destructivos. Publicó investigaciones sobre seguridad de reactores, comportamiento termomecánico del combustible nuclear y simulaciones moleculares.

Ahmad Reza Zolfaghari Dariani, referente en la divulgación

Compaginaba funciones administrativas y científicas, además de ser investigador y docente en la Universidad Shahid Beheshti. Como director de la misma revista científica que Minouchehr, era un referente en la publicación de estudios sobre seguridad radiológica, aplicaciones del hormigón pesado en protección contra radiación gamma, así como en modelos de inteligencia artificial aplicados a sistemas energéticos. Colaboró activamente con Minouchehr en varios proyectos.

Seyed Amirhossein Feghi, exrepresentante ante la Organización Espacial

Profesor en la Universidad Shahid Beheshti, había alcanzado el rango de catedrático y lideraba el Grupo de Aplicaciones de la Radiación. Su extenso currículum incluía más de 150 artículos internacionales, siete libros y cinco innovaciones reconocidas. Ocupó cargos clave como representante ante la Organización Espacial de Irán. Fue distinguido como investigador y docente ejemplar en varias ocasiones.

En la información inicial del Ministerio de Defensa iraní también se mencionaba a otro fallecido, identificado únicamente por el apellido Motalibizadeh. Su nombre de pila no trascendió, una omisión que no sorprende en un sector donde muchos científicos trabajan deliberadamente en el anonimato, lejos del foco público y bajo estrictas medidas de confidencialidad.

 Feed MRSS-S Noticias

Noticias Similares