Corea, tras décadas de ocupación japonesa, quedó
dividida en dos al finalizar la Segunda Guerra Mundial. La situada al
sur del paralelo 38, bajo la influencia de Estados Unidos. La del norte,
bajo la de la Unión Soviética. Mientras Corea del Sur prosperó y
evolucionó como una democracia, Corea del Norte se ha mantenido desde
entonces como una de las dictaduras más férreas e impenetrables del planeta,
bajo el control de una dinastía familiar cuyo representante actual es Kim
Jong-un.
Se considera el régimen más cerrado y represivo en
términos de control de la población, y un buen ejemplo de ello es el uso
que sus ciudadanos pueden hacer de Internet y de dispositivos como smartphones,
que no tiene nada que ver con lo que estamos acostumbrados.
La BBC ha publicado un vídeo en el que muestran cómo es
un smartphone obtenido de contrabando desde Corea del Norte y dejan claro el
control extremo que la dictadura tiene sobre sus ciudadanos. No debe haber
país más triste que Corea del Norte para ser un usuario de tecnología.
El teléfono, del que no se facilita el modelo o marca,
probablemente corresponda a algún fabricante chino como Huawei o Honor,
con lo que parece un Android adaptado a las exigencias de Corea del
Norte.
Smartphones sin Internet, pero con Kwangmyong
Por ejemplo, al iniciarse no muestra una animación del
fabricante, sino que la precede la de la bandera del país. Pero más
llamativo que eso es que no tiene acceso a Internet, no al Internet que el
resto del mundo conoce. Este está reservado solo a unos pocos ciudadanos
privilegiados como funcionarios de alto rango, científicos seleccionados y
algunas instituciones estatales, siempre bajo supervisión.
Pero los norcoreanos comunes se deben conformar con acceder
a Kwangmyong, Brillante en español, que es la intranet nacional iniciada en
el año 2000 y está aislada del Internet global. Incluye unas pocas miles de
páginas web aprobadas por el gobierno (educativas, científicas, propaganda,
etc.). No permite acceso a Google, redes sociales, medios
internacionales ni webs extranjeras, incorpora servicios de correo electrónico,
grupos de noticias y cuenta con su motor de búsqueda norcoreano.
Capturas de pantalla cada 5 minutos
El terminal realiza capturas de lo que hay en la pantalla
del usuario cada 5 minutos. Estas se almacenan en una carpeta oculta a
la que no tiene acceso, pero sí el Gobierno, de acuerdo con la BBC.
Lógicamente, con una dictadura que te está espiando constantemente, cualquiera
se atreve a hacer con su teléfono algo que no le gusta a Kim Jong-un.
Censura instantánea
Otro aspecto sorprendente es la censura instantánea al
escribir palabras que no son del agrado del régimen, por ejemplo, las que
son populares en Corea del Sur. Al escribir en una aplicación de mensajería ‘oppa’,
palabra que en Corea del Sur se usa tanto para referirse tanto a hermanos como, en
argot, a una pareja, el smartphone la cambia por ‘camarada’ cuando se
pulsa la tecla Intro. No solo eso, sino que se muestra una notificación
indicando cuál es el significado que se le debe dar a oppa, de acuerdo con el
régimen.
Si se escribe ‘Corea del Sur’, cambia automáticamente
a ‘estado títere’, que al parecer es la forma de referirse a su
vecino que complace a Kim Jong-un.
Realiza capturas de pantalla cada cinco minutos, pero hay mucho más
Corea, tras décadas de ocupación japonesa, quedó dividida en dos al finalizar la Segunda Guerra Mundial. La situada al sur del paralelo 38, bajo la influencia de Estados Unidos. La del norte, bajo la de la Unión Soviética. Mientras Corea del Sur prosperó y evolucionó como una democracia, Corea del Norte se ha mantenido desde entonces como una de las dictaduras más férreas e impenetrables del planeta, bajo el control de una dinastía familiar cuyo representante actual es Kim Jong-un.
Se considera el régimen más cerrado y represivo en términos de control de la población, y un buen ejemplo de ello es el uso que sus ciudadanos pueden hacer de Internet y de dispositivos como smartphones, que no tiene nada que ver con lo que estamos acostumbrados.
La BBC ha publicado un vídeo en el que muestran cómo es un smartphone obtenido de contrabando desde Corea del Norte y dejan claro el control extremo que la dictadura tiene sobre sus ciudadanos. No debe haber país más triste que Corea del Norte para ser un usuario de tecnología.
El teléfono, del que no se facilita el modelo o marca, probablemente corresponda a algún fabricante chino como Huawei o Honor, con lo que parece un Android adaptado a las exigencias de Corea del Norte.
Smartphones sin Internet, pero con Kwangmyong
Por ejemplo, al iniciarse no muestra una animación del fabricante, sino que la precede la de la bandera del país. Pero más llamativo que eso es que no tiene acceso a Internet, no al Internet que el resto del mundo conoce. Este está reservado solo a unos pocos ciudadanos privilegiados como funcionarios de alto rango, científicos seleccionados y algunas instituciones estatales, siempre bajo supervisión.

Pero los norcoreanos comunes se deben conformar con acceder a Kwangmyong, Brillante en español, que es la intranet nacional iniciada en el año 2000 y está aislada del Internet global. Incluye unas pocas miles de páginas web aprobadas por el gobierno (educativas, científicas, propaganda, etc.). No permite acceso a Google, redes sociales, medios internacionales ni webs extranjeras, incorpora servicios de correo electrónico, grupos de noticias y cuenta con su motor de búsqueda norcoreano.
Capturas de pantalla cada 5 minutos
El terminal realiza capturas de lo que hay en la pantalla del usuario cada 5 minutos. Estas se almacenan en una carpeta oculta a la que no tiene acceso, pero sí el Gobierno, de acuerdo con la BBC. Lógicamente, con una dictadura que te está espiando constantemente, cualquiera se atreve a hacer con su teléfono algo que no le gusta a Kim Jong-un.
Censura instantánea
Otro aspecto sorprendente es la censura instantánea al escribir palabras que no son del agrado del régimen, por ejemplo, las que son populares en Corea del Sur. Al escribir en una aplicación de mensajería ‘oppa’, palabra que en Corea del Sur se usa tanto para referirse a hermanos como, en argot, a una pareja, el smartphone la cambia por ‘camarada’ cuando se pulsa la tecla Intro. No solo eso, sino que se muestra una notificación indicando cuál es el significado que se le debe dar a oppa, de acuerdo con el régimen.
Si se escribe ‘Corea del Sur’, cambia automáticamente a ‘estado marioneta’, que al parecer es la forma de referirse a su vecino que complace a Kim Jong-un.
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