Pedir un crédito a mitad de curso para pagar los estudios: más de 60.000 familias de Madrid arrancan las clases sin saber si tienen beca o no

Es jueves, se celebra el Debate del Estado de la Región, e Isabel Díaz Ayuso enmienda a Isabel Díaz Ayuso. “La familia (…) necesita organizar su casa, su economía”, dice para justificar que los concebidos no nacidos cuenten en las ayudas que se deciden en función de la renta familiar. Ocurre que las más de 60.000 familias que la Administración calcula que solicitan las becas regionales para estudiar en centros privados Educación Infantil, Bachillerato y Formación Profesional han arrancado el curso sin saber si Madrid les va a dar la beca que han solicitado. Otra vez. Que ha habido años, como 2020, en los que eso no se supo hasta finales de noviembre, tras el pago de tres mensualidades. Y que eso ha provocado que en cursos pasados haya habido alguna familia que ha tenido que pedir un crédito a mitad de curso, tras descubrir que Madrid le denegaba la ayuda y que no podían pagar por sí solas los estudios que ya cursaban sus hijos, según denuncian en la federación de asociaciones de padres y madres de alumnos Francisco Giner de los Ríos y en el sindicato CC OO.

Seguir leyendo

 Ayuso defiende en la Asamblea que las familias necesitan conocer sus gastos, pero el gobierno normaliza los retrasos en la resolución de solicitudes  

Es jueves, se celebra el Debate del Estado de la Región, e Isabel Díaz Ayuso enmienda a Isabel Díaz Ayuso. “La familia (…) necesita organizar su casa, su economía”, dice para justificar que los concebidos no nacidos cuenten en las ayudas que se deciden en función de la renta familiar. Ocurre que las más de 60.000 familias que la Administración calcula que solicitan las becas regionales para estudiar en centros privados Educación Infantil, Bachillerato y Formación Profesional han arrancado el curso sin saber si Madrid les va a dar la beca que han solicitado. Otra vez. Que ha habido años, como 2020, en los que eso no se supo hasta finales de noviembre, tras el pago de tres mensualidades. Y que eso ha provocado que en cursos pasados haya habido alguna familia que ha tenido que pedir un crédito a mitad de curso, tras descubrir que Madrid le denegaba la ayuda y que no podían pagar por sí solas los estudios que ya cursaban sus hijos, según denuncian en la federación de asociaciones de padres y madres de alumnos Francisco Giner de los Ríos y en el sindicato CC OO.

“El año pasado fue muy difícil. Solicité la beca, pero tuve que adelantar tres mensualidades para que mi hijo comenzara el primer año de Bachillerato. Fue mucho dinero, más de 800 euros, que tuvimos que sacar de los ahorros, pero muchas familias en el colegio tuvieron que pedir créditos al banco o préstamos a familiares para pagar”, cuenta María, nombre ficticio de una madre que prefiere no revelar su identidad, sobre unas ayudas que se deciden fundamentalmente en función de la renta familiar, pero que en FP se enfrentan al hándicap de una cantidad (11.300 becas entre grado superior y medio) inferior a las de Bachillerato (16.900) e Infantil (32.000).

Su hijo ya ha comenzado el segundo de Bachillerato en el centro privado, a falta de públicos en su zona más cercana. “Este año volvemos a tener mucha incertidumbre, y no tenemos ninguna garantía de que nos darán la beca”.

El conjunto de ayudas para estudiar en privados Educación Infantil, Bachillerato y FP tiene un presupuesto de 141,3 millones de euros, según las notas de prensa del gobierno regional. Con ese dinero se espera beneficiar a más de 60.000 personas, según información publicada en el portal de contratación. Las becas de Bachillerato, que se empezaron a tramitar en junio, van de 2.000 a 3.750 euros anuales por alumno en función de la renta de la familia solicitante. Las de Infantil, que también se empezaron a gestionar en junio, de 1.947 a 3.113. Y las de FP, que no se convocaron hasta julio, pueden alcanzar hasta 3.500 euros anuales en el caso de los alumnos más vulnerables (beneficiarios de la Renta Mínima de Inserción e Ingreso Mínimo Vital).

La realidad es que un portavoz de la Consejería de Educación admite que ninguno de esos procesos ha terminado pese a que el curso ya ha empezado, por lo que las familias ya han tenido que pagar al completo la primera mensualidad de los estudios de sus hijos. Con el segundo mes de clases ya en el horizonte, la Administración apenas ha publicado el listado de inscritos. Y, antes de la fase de subsanación para mejorar puntuación o ser admitido en ese listado, advierte de que “figurar en la lista de presentados no supondrá adquirir la condición de beneficiario”. Una actuación que escandaliza a las familias.

Así, las quejas por los retrasos en el otorgamiento de estas becas son una “constante”, cuenta María Carmen Morillas, presidenta de la FAPA Francisco Giner de los Ríos. Cada año, dice, son cientos las familias a las que les deniegan la prestación una vez ya ha comenzado en curso, en diferentes niveles de enseñanza. Morillas recuerda especialmente el caso de unos padres que el primer año que se otorgó esta beca solicitaron la ayuda para sus dos hijos, que ingresaban a un centro de Formación Profesional Privado por no tener plaza en la pública, y una vez dentro, se la denegaron.

“Tuvieron que pedir un préstamo al banco, porque no tenían cómo pagar el curso de sus hijos”, relata. “No los iban a sacar cuando ya habían comenzado”.

Para la presidenta de la FAPA, es inexplicable que la Comunidad abra los plazos de solicitud y entregue las bonificaciones tan tarde, manteniendo en vilo a las familias durante los primeros meses del curso. “Esto es un parche, no soluciona nada”, lamenta.

En la misma línea se expresa Aida San Millán, del sindicato CCOO: “La sorpresa viene en febrero, cuando alguna de las familias no se beneficia de la ayuda y tienen que pagar al centro desde septiembre. Está claro que deberían saber antes de empezar el curso si van a tener la beca para que las familias no se hipotequen”.

¿Qué tiene que decir la Comunidad de Madrid de que el curso haya empezado sin que se hayan resuelto las becas?

“Las becas de la Comunidad de Madrid para las etapas no obligatorias de Infantil, FP de Grado Medio y Superior y Bachillerato siempre se conceden una vez comenzado el curso escolar”, justifican en la consejería de Educación, que dirige Emilio Viciana, y que tiene externalizado el servicio de gestión de las solicitudes a cambio de pagar cientos de miles de euros. “La web regional ofrece a los solicitantes de estas ayudas información puntual sobre el estado de tramitación y en las próximas semanas se publicarán los respectivos listados definitivos de beneficiarios, que como siempre lo serán a efectos de inicio de curso”.

Enrique Ossorio, actual presidente de la Asamblea de Madrid, y antiguo consejero de Educación del gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

Sin embargo, la propia Administración ha dejado muestras claras de que esa situación no es normal, ni aceptable. Solo hay que recordar las palabras de Enrique Ossorio en 2023, cuando aún era consejero de Educación y anunció que se adelantaría el periodo de tramitación de estas ayudas para que las familias conocieran la decisión de la administración antes del inicio de curso: “Cuando las familias matriculan a sus hijos tienen que saber en qué condiciones van a estar. Es un procedimiento administrativo lento, veíamos que año tras año esto se producía demasiado tarde. Por eso hemos hecho el esfuerzo de hacerlo antes».

Hay otra señal de que el gobierno sabe que las cosas no marchan bien: el próximo curso 2026-2027 será el primero en que los beneficiarios de las ayudas en Bachillerato o FP no tendrán que volver a hacer el proceso entero para el siguiente curso, si expresan su deseo de renovar y ninguna de las circunstancias que afectan a los requisitos ha variado.

¿Y cuáles son esos requisitos? El principal es de renta per cápita, un criterio que lleva casi un lustro en el centro de la polémica, y que define la renta de una familia como el resultado de dividir todos sus ingresos entre el número de sus integrantes.

De cara al curso 2022-2023, el Ejecutivo, inspirado por una propuesta de Vox, flexibilizó este parámetro.

Como resultado del cambio, desde entonces optan a recibir las ayudas aquellas parejas con un hijo que ingresan hasta 107.739 euros, cuando antes el límite era de 30.000 euros para los que optaban a una ayuda para Bachillerato, de 60.000 para los de Formación Profesional (FP), o de 75.000 para los de Educación Infantil. Del mismo modo, las parejas con dos niños que tengan unos ingresos globales de 143.652 euros también pueden pedir estas becas; o las que tengan tres hijos y unos ingresos en el hogar de 179.565 euros. Al conocerlo, la oposición de izquierdas calificó la medida de “atraco”.

Cuatro cursos después, una cosa ha cambiado, y otra se mantiene. El cambio: Madrid rectificó en abril las ayudas de Bachillerato para tener en cuenta las notas. La continuidad: de nuevo ha empezado el curso sin que las familias sepan si tienen o no la ayuda.

 Feed MRSS-S Noticias

Noticias Similares