Todos los participantes de la
carrera espacial, China, estados Unidos, Rusia, Europa…, todos ellos
comparten un mismo sistema de aeronaves para llegar al espacio, una que se
alimenta con combustible. Pero eso podría estar a punto de cambiar gracias a un
nuevo avance: un cohete electromagnético.
El nuevo sistema, desarrollado por la empresa espacial privada
Galactic Energy, utilizará tecnología de levitación magnética para propulsar
satélites al espacio con una velocidad y eficiencia mucho mayor. Y económica.
Si todo marcha según lo previsto, podría estar operativo en 2028.
La mayor ventaja del sistema es que los cohetes no necesitan
cargar combustible para impulsarse, lo hacen mediante imágenes, igual que los
trenes de levitación magnética. Esto no solo reduciría el coste, también
aumentaría la capacidad de carga, si fuera necesario.
De acuerdo con Li Ping, presidente del Instituto de
Investigación de Tecnología de Lanzamiento Espacial Comercial de Ziyang, la
tecnología de plataforma de lanzamiento electromagnética de Galactic Energy
podría duplicar la capacidad de carga útil. La pista de lanzamiento también
requeriría menos mantenimiento que una plataforma de lanzamiento tradicional.
Esto permitiría un alto ritmo de lanzamientos y así llevar a China a desafiar
el dominio de SpaceX en el lanzamiento de satélites.
Por ahora, el problema es que la startup china, Galactic
Energy cuenta con un historial de anuncios ambiciosos. El año pasado, la
compañía anunció Pallas-1, el primer cohete reutilizable de China, y ahora habrá
que ver si cumple con este nuevo desafío. La empresa estaría desarrollando la
nueva tecnología en colaboración con el gobierno de Ziyang en Sichuan y la
Corporación de Ciencia e Industria Aeroespacial de China (CASIC).
El sistema utiliza imanes superconductores para acelerar un
cohete a velocidades supersónicas antes de la ignición. El proceso es
comparable al lanzamiento vertical de un tren de levitación magnética.
Aceleraría los cohetes a velocidades superiores a Mach 1 (aproximadamente 1227
km/h).
La empresa estadounidense SpinLaunch, por ejemplo, está
desarrollando una centrífuga masiva que catapultaría pequeñas naves espaciales
al espacio. La nave espacial encendería un motor para el ascenso final. Green
Launch, por su parte, pretende lanzar cargas útiles directamente a la órbita
utilizando un cañón espacial masivo.
Por supuesto, existe el
riesgo de que el sistema de lanzamiento experimental no funcione. Si lo hace,
la recompensa podría ser enorme, ya que podría dar al sector de lanzamiento
chino una ventaja clave sobre la competencia. La introducción exitosa de la tecnología
de lanzamiento electromagnético en el mundo sería comparable al advenimiento de
la tecnología pionera de cohetes reutilizables de SpaceX. Lo sorprendente es que lo está fabricando una empresa privada y no el gobierno chino. El objetivo es romper con el dominio de SpaceX en la carrera espacial.
Todos los participantes de la carrera espacial, China, estados Unidos, Rusia, Europa…, todos ellos comparten un mismo sistema de aeronaves para llegar al espacio, una que se alimenta con combustible. Pero eso podría estar a punto de cambiar gracias a un nuevo avance: un cohete electromagnético.
El nuevo sistema, desarrollado por la empresa espacial privada Galactic Energy, utilizará tecnología de levitación magnética para propulsar satélites al espacio con una velocidad y eficiencia mucho mayor. Y económica. Si todo marcha según lo previsto, podría estar operativo en 2028.
La mayor ventaja del sistema es que los cohetes no necesitan cargar combustible para impulsarse, lo hacen mediante imágenes, igual que los trenes de levitación magnética. Esto no solo reduciría el coste, también aumentaría la capacidad de carga, si fuera necesario.
De acuerdo con Li Ping, presidente del Instituto de Investigación de Tecnología de Lanzamiento Espacial Comercial de Ziyang, la tecnología de plataforma de lanzamiento electromagnética de Galactic Energy podría duplicar la capacidad de carga útil. La pista de lanzamiento también requeriría menos mantenimiento que una plataforma de lanzamiento tradicional. Esto permitiría un alto ritmo de lanzamientos y así llevar a China a desafiar el dominio de SpaceX en el lanzamiento de satélites.
Por ahora, el problema es que la startup china, Galactic Energy cuenta con un historial de anuncios ambiciosos. El año pasado, la compañía anunció Pallas-1, el primer cohete reutilizable de China, y ahora habrá que ver si cumple con este nuevo desafío. La empresa estaría desarrollando la nueva tecnología en colaboración con el gobierno de Ziyang en Sichuan y la Corporación de Ciencia e Industria Aeroespacial de China (CASIC).
El sistema utiliza imanes superconductores para acelerar un cohete a velocidades supersónicas antes de la ignición. El proceso es comparable al lanzamiento vertical de un tren de levitación magnética. Aceleraría los cohetes a velocidades superiores a Mach 1 (aproximadamente 1227 km/h).
La empresa estadounidense SpinLaunch, por ejemplo, está desarrollando una centrífuga masiva que catapultaría pequeñas naves espaciales al espacio. La nave espacial encendería un motor para el ascenso final. Green Launch, por su parte, pretende lanzar cargas útiles directamente a la órbita utilizando un cañón espacial masivo.
Por supuesto, existe el riesgo de que el sistema de lanzamiento experimental no funcione. Si lo hace, la recompensa podría ser enorme, ya que podría dar al sector de lanzamiento chino una ventaja clave sobre la competencia. La introducción exitosa dela tecnología de lanzamiento electromagnético en el mundo sería comparable al advenimiento de la tecnología pionera de cohetes reutilizables de SpaceX. Noticias de Tecnología y Videojuegos en La Razón