Pedro Sánchez he elegido precisamente el corazón del capitalismo, la cumbre de Davos, donde Meta o Amazon, empresas a las que se refirió indirectamente, tienen un gran protagonismo con enormes espacios propios en la Promenade, la calle principal de este pueblo de los Alpes suizos, para lanzar el discurso más duro sobre las redes sociales y los “tecnomillonarios” que se haya escuchado a un dirigente europeo. El presidente español, que no citó en ningún momento a Donald Trump pero está claramente enfocando su discurso político en la defensa del modelo opuesto al del nuevo presidente de EEUU, no se limitó a la crítica, durísima, en la que acusó a estos tecnomillonarios dueños de las redes de estar intoxicando las democracias solo para beneficiarse económicamente, porque los discursos de odio son más rentables, sino que anunció tres propuestas de impacto que llevará al Consejo Europeo para buscar un consenso, y que tendrían un efecto directo sobre las grandes empresas tecnológicas.
El presidente critica que “un pequeño grupo de tecnomillonarios” quiere hacerse también con el poder político y juega con el lema de Trump: “Hagamos las redes grandes otra vez”
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lanzado desde Davos un discurso muy duro contra las redes sociales y su efecto tóxico sobre la democracia, y especialmente contra sus dueños multimillonarios que se niegan a que puedan usarse como se pensó en un principio, para unir y para favorecer un debate sano. Sánchez ha afirmado que “un pequeño grupo de tecnomillonarios” no está satisfecho con acumular todo el poder económico, sino que además quiere el “poder político”, socavando las “instituciones democráticas”. “Y ya ni lo ocultan”, ha afirmado.
Sánchez ha centrado todo su discurso en esa crítica, ha llegado a decir que las redes “están alterando el orden social y están aumentando la división y el odio” y por eso él propone, y llevará estas ideas al Consejo Europeo, que los estados “recuperen el control” para hacer unas redes que ayuden a la democracia y no la pongan en peligro.
Para eso plantea tres medidas: acabar con el anonimato, forzar a los dueños a dar a conocer el algoritmo para poder evaluarlo, y por último que los dueños de estas plataformas “sean penalmente responsables de lo que pasa en sus redes”. “Igual que el dueño de un restaurante es responsable si se envenenan sus clientes, los dueños deben ser responsables si sus redes envenenan el debate público”, ha resumido.
El presidente del Gobierno ha despertado risas entre los asistentes cuando ha dicho, en tono irónico: “Make social media great again” [”Hagamos grandes las redes sociales de nuevo”], en alusión al célebre lema del mandatario estadounidense Donald Trump: “Make America great again”.
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