Sean Bean tiene una larga trayectoria profesional en cine y televisión, pero hay dos papeles que le han marcado de por vida, por muchas series o películas que haga: Boromir en El señor de los anillos y Ned Stark en Juego de Tronos. Y, curiosamente, esos dos personajes que tanta proyección le han dado internacionalmente, acaban muertos Leer Sean Bean tiene una larga trayectoria profesional en cine y televisión, pero hay dos papeles que le han marcado de por vida, por muchas series o películas que haga: Boromir en El señor de los anillos y Ned Stark en Juego de Tronos. Y, curiosamente, esos dos personajes que tanta proyección le han dado internacionalmente, acaban muertos Leer
Sean Bean tiene nuevo proyecto con el que ha conquistado al público del Reino Unido (con casi dos millones de espectadores en su estreno, llegando a registrar una audiencia de hasta 6,6 millones) y con el que busca ahora el mismo éxito en España. Se trata de la serie Los amos de la ciudad, estrenada en Movistar Plus + la semana pasada. Una historia de mafiosos, de maldad, de límites, de a dónde es capaz de llegar un ser humano cuando la ambición y el poder marcan tu día a día.
Los amos de la ciudad, compuesta por ocho episodios, gira alrededor de la lucha de poder y supervivencia dentro de un clan de mafiosos que dirige el capo Ronnie Phelan (al que da vida Sean Bean). En el aclamado drama ambientado en Liverpool (rodado en la ciudad británica y en España) explora cómo el amor y la familia pueden corromperse por la ambición, el orgullo y la codicia. Al actor británico le acompañan en el reparto James Nelson-Joyce (que da vida a Michael Kavanagh) o Hannah Onslow (es Diana Williams), entre otros intérpretes.
Hablamos con el actor de este nuevo papel, de los silencios den su interpretación y de cómo un papel (o dos), como le ocurrió a él con El señor de los anillos y Juego de Tronos, puede cambiarte la vida.
- ¿Cómo ha sido rodar Los amos de la ciudad?
- Ha sido una de las series más agradables en las que he estado involucrado, ya sé que la gente dice siempre eso cuando acaba un proyecto, pero puedo decir sinceramente que no quería que terminara nunca. Me fui del set de rodaje realmente a regañadientes, con esa sensación de estar perdiendo algo valioso, pero, obviamente, también con una gran satisfacción. Estoy convencido de que Los amos de la ciudad se convertirá en una pieza clásica del drama. Está muy bien escrita y estructurada, todo lo que ves en el episodio uno resuena en toda la serie hasta el capítulo ocho. Los personajes están tan bien definidos que fue un placer formar parte de ello.
- Muchos de los miembros del reparto habíais trabajado antes juntos. ¿Influyó positivamente en el rodaje?
- Ha habido una gran camaradería, tanto individual como colectivamente. He tenido la suerte de que ya había trabajado con algunos de mis compañeros antes, y el creador y productor, Stephen Butchard, es alguien a quien respeto y admiro enormemente. Puedo prometer a los fans de los dramas policiales que esta serie lleva todo a otro nivel. Eso fue lo que me atrajo cuando leí los guiones por primera vez. Ya en la página nueve supe que quería ser Ronnie. Él está pensando en la jubilación justo cuando una organización criminal rival se prepara para atacar. Esta es, en realidad, la historia sobre una familia al borde de ser destruida por la ambición, el orgullo y la avaricia. Todos los involucrados en esta serie merecen el éxito.
«Los amos de la ciudad es un gran título en muchos sentidos, es desafiante y triunfante»
- ¿Se notó ese gran ambiente entre el equipo desde el primer día?
- Tener un elenco y un equipo felices es una señal segura de que todo va bien y sí, había un muy buen ambiente. Jack McMullen, que interpreta a mi hijo Jamie, es un verdadero talento y puedo ver que va a tener un gran futuro. Es un actor muy reflexivo y trabajador que se toma su trabajo muy en serio, al igual que James Nelson-Joyce, con quien he trabajado antes. James interpreta a mi mejor amigo, Michael Kavanagh. Y luego está la talentosa Hannah Onslow como su pareja Diana, y Julie Graham como mi esposa, Elaine. Los productores merecen un reconocimiento especial por reunir un elenco diverso y talentoso que destaca en todos los aspectos.
- Vuelves a grabar en una ciudad que te trae muy buenos recuerdos y que te gusta mucho como es Liverpool. ¿Qué has sentido al pisarla una vez más?
- Es una ciudad que siempre es un placer visitarla y trabajar en ella. Tiene un lugar muy especial en mi corazón, la gente te recibe con los brazos abiertos y eso facilita mucho las cosas para cualquier equipo de producción. Son respetuosos, saben que tienes un trabajo que hacer y te dejan continuar con él. Los habitantes de Liverpool están orgullosos de que se ruede en su ciudad, de que uses su hogar como ubicación porque es un reconocimiento de su atractivo, también están agradecidos de que la economía de la ciudad se beneficie de ser uno de los lugares más utilizados para filmar. La ciudad se ve brillante en la pantalla, desde el paseo marítimo hasta Chinatown, y de allí hasta Wirral, donde vive Ronnie. Los amos de la ciudad es un gran título en muchos sentidos, es desafiante y triunfante.
- Un drama necesita algo que alivie la tensión. ¿Tiene el humor un papel importante en la serie?
- Es que Liverpool es conocida por su sentido del humor, y la trama se desarrolla allí, así que sí, eso ayuda a calmar algunos momentos de tensión entre los personajes. Creo que tiene mucho que ver con cómo la gente dice las cosas, no es un humor obvio, sino una observación aquí o allá o un desaire, también. Son personas naturalmente divertidas, con una mente aguda. Con alguien como Stephen Butchard, con su trayectoria, podías ver hacia dónde iban las cosas desde el primer episodio. El lenguaje de los gánsteres es muy directo y para conseguir hacer algo humorístico con él es necesario que entre en acción la habilidad de los guionistas y el arte de los actores.
- Hay un tema recurrente en la serie sobre la necesidad de cambio. ¿Estás de acuerdo?
- Cuando recibí el guion, mi reacción inmediata fue que tenía que formar parte de esto. Sabía que podía contribuir algo al personaje de Ronnie. En un breve período de tiempo, hojeando el primer episodio, pude ver que era profundo, divertido, impactante y siniestro, pero muy real. Leí el resto de las páginas y quedé enganchado. Ronnie contempla su retiro como un señor de la droga y ese es el catalizador para que su hijo considere su trabajo, mientras que su propio amigo, Michael, también quiere salir. La principal motivación para el cambio de Michael es que se ha enamorado y quiere ser padre por encima de todo. Ya el título de la serie insinúa muchas cosas. Los amos de la ciudad examina la posesión, la propiedad, el control y el desafío. Todos estos escenarios implican tomar acciones drásticas y tienen repercusiones.
- Si tuvieras que resumir Los amos de la ciudad entres palabras, ¿cuáles serían?
- Única, emocionante y nueva. Única, porque se destaca en una temática como el drama; emocionante, porque estarás al borde de tu asiento viéndola; y nueva, porque la narración es muy fresca. Al final, es una historia de amor, pero no un romance normal.
- ¿Qué prefieres hacer, de héroe o de villano?
- Me gusta el género del crimen que se puede ver en series como Peaky Blinders o Line of Duty, ya que la BBC las hace bien. Me parece que Los amos de la ciudad es diferente a ellas porque no está narrada desde el punto de vista de la policía, sino desde la perspectiva de los villanos y llegamos a saber por qué hacen lo que hacen. No es violencia gratuita, las historias son mejores que eso. Estoy seguro de que los espectadores encuentran a los villanos más interesantes que a los buenos. Sin duda son interesantes de interpretar por sus silencios y sus pausas. Alguien escribió una vez que en mis muchos silencios en la serie, donde no decía nada, hablaban mucho. Afortunadamente no se dieron cuenta de que esos eran momentos en los que solo estaba tratando de recordar mis líneas, no estaban en guion (risas).
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