La Organización Trump anunció la semana pasada un
lanzamiento sorprendente por varios motivos: tratarse de un smartphone,
usar al actual presidente de Estados Unidos como nombre comercial y la dudosa
promesa de tratarse de un dispositivo completamente fabricado en dicho país.
Trump lleva tiempo presionando a Apple para que traslade la
fabricación de sus iPhone a Estados Unidos, algo que la empresa considera
que encarecería notablemente el producto y supondría enormes dificultades, dado
que la mayoría de componentes provienen de terceros países que ya cuentan con
la experiencia y los medios de producción perfectamente engrasados. El Trump T1 parecía querer dar lecciones al iPhone.
La página web del smartphone se lanzó con afirmaciones
como ‘Nuestro “T1 Phone” FABRICADO EN EE. UU. ya está disponible para su
reserva’ y otras en este sentido. En la nota de prensa se describía como ‘un
elegante dispositivo diseñado para el rendimiento y orgullosamente concebido
y fabricado en Estados Unidos para clientes que esperan lo mejor de su
operador móvil’. Al Trump T1 también le acompañó el anuncio de un servicio de
telefonía y datos bajo el nombre Trump Mobile, respaldado por Liberty Mobile, un operador móvil virtual que utiliza la red de T-Mobile.
De ‘fabricado en Estados Unidos’ a ‘hay manos estadounidenses detrás de cada dispositivo’
Sin embargo, una semana después, el Trump T1 ya no es tan
‘made in the USA’. De la página web del terminal han desaparecido las
referencias a su fabricación nacional y han sido sustituidas por afirmaciones
bastante ambiguas que vienen a dar la razón a todos los que han dudado que
la Organización Trump pudiera poner en el mercado un flagship completamente
fabricado en EE. UU. y por tan solo 499 dólares.
Por ejemplo, el nuevo eslogan es ‘Rendimiento premium.
Orgullosamente estadounidense’, algo que también aplica al diseño, que,
según dicen, tiene un ‘orgullo estadounidense’ que no compromete a nada.
Así, el T1 ha pasado a estar ‘diseñado con los valores
estadounidenses en mente’, ‘cobra vida aquí mismo, en EE. UU.’ y ‘hay
manos estadounidenses detrás de cada dispositivo’. Es decir, una clarísima recogida
de cable sobre lo que se decía hace una semana.
El Trump Phone ahora es más pequeño
No es el único cambio. Si ya resultaba poco prometedor que
las especificaciones anunciadas tuvieran carencias como el procesador, ahora han
aumentado y otras características han cambiado. De hecho, el Trump T1 ha
empequeñecido.
La pantalla ha pasado de anunciarse con una diagonal de 6,78
pulgadas, un móvil de gran tamaño, a 6,25, un terminal mucho más
compacto para los estándares actuales. Se suponía que tendría 12 GB de RAM,
buena cantidad en su rango de precio, pero ese dato ha desaparecido y ahora se
desconoce cuánta será. El procesador que utilizará sigue siendo un misterio,
aunque se sigue prometiendo un ‘rendimiento de primer nivel’.
La fecha de lanzamiento también ha sido modificada. La
semana pasada, según se atendiera a la web o a la nota de prensa, podía ser
agosto o septiembre. Ahora es a finales de año.
Un portavoz de la Organización Trump, el conglomerado
empresarial privado propiedad de Donald J. Trump y su familia, ha señalado al
medio Ars Technica que: ‘Los teléfonos T1 se están fabricando con orgullo en
Estados Unidos. Especulaciones en sentido contrario son simplemente inexactas.
Estamos entusiasmados con su lanzamiento para más adelante este año’. Pero
esto no explica los cambios que se han visto; por otro lado, acordes con la
realidad de las cadenas de producción de smartphones.
Sí ha aportado algo más de luz Eric Trump, quien, en
una entrevista de la semana pasada, dijo que fabricar el T1 en Estados Unidos
era más una meta a futuro que una realidad. ‘Eventualmente, todos los
teléfonos podrán fabricarse en Estados Unidos’, aseguró el hijo de Donald
Trump.
Ni siquiera están claras las especificaciones finales del Trump T1, que ahora es más pequeño
La Organización Trump anunció la semana pasada un lanzamiento sorprendente por varios motivos: tratarse de un smartphone, usar al actual presidente de Estados Unidos como nombre comercial y la dudosa promesa de tratarse de un dispositivo completamente fabricado en dicho país. Trump lleva tiempo presionando a Apple para que traslade la fabricación de sus iPhone a Estados Unidos, algo que la empresa considera que encarecería notablemente el producto y supondría enormes dificultades, dado que la mayoría de componentes provienen de terceros países que ya cuentan con la experiencia y los medios de producción perfectamente engrasados. El Trump T1 parecía querer dar lecciones al iPhone.
La página web del smartphone se lanzó con afirmaciones como ‘Nuestro “T1 Phone” FABRICADO EN EE. UU. ya está disponible para su reserva’ y otras en este sentido. En la nota de prensa se describía como ‘un elegante dispositivo diseñado para el rendimiento y orgullosamente concebido y fabricado en Estados Unidos para clientes que esperan lo mejor de su operador móvil’. Al Trump T1 también le acompañó el anuncio de un servicio de telefonía y datos bajo el nombre Trump Mobile, respaldado por Liberty Mobile, un operador móvil virtual que utiliza la red de T-Mobile.
De ‘fabricado en Estados Unidos’ a ‘hay manos estadounidenses detrás de cada dispositivo’
Sin embargo, una semana después, el Trump T1 ya no es tan ‘made in the USA’. De la página web del terminal han desaparecido las referencias a su fabricación nacional y han sido sustituidas por afirmaciones bastante ambiguas que vienen a dar la razón a todos los que han dudado que la Organización Trump pudiera poner en el mercado un flagship completamente fabricado en EE. UU. y por tan solo 499 dólares.
Por ejemplo, el nuevo eslogan es ‘Rendimiento premium. Orgullosamente estadounidense’, algo que también aplica al diseño, que, según dicen, tiene un ‘orgullo estadounidense’ que no compromete a nada.
Así, el T1 ha pasado a estar ‘diseñado con los valores estadounidenses en mente’, ‘cobra vida aquí mismo, en EE. UU.’ y ‘hay manos estadounidenses detrás de cada dispositivo’. Es decir, una clarísima recogida de cable sobre lo que se decía hace una semana.
El Trump Phone ahora es más pequeño
No es el único cambio. Si ya resultaba poco prometedor que las especificaciones anunciadas tuvieran carencias como el procesador, ahora han aumentado y otras características han cambiado. De hecho, el Trump T1 ha empequeñecido.
La pantalla ha pasado de anunciarse con una diagonal de 6,78 pulgadas, un móvil de gran tamaño, a 6,25, un terminal mucho más compacto para los estándares actuales. Se suponía que tendría 12 GB de RAM, buena cantidad en su rango de precio, pero ese dato ha desaparecido y ahora se desconoce cuánta será. El procesador que utilizará sigue siendo un misterio, aunque se sigue prometiendo un ‘rendimiento de primer nivel’.
La fecha de lanzamiento también ha sido modificada. La semana pasada, según se atendiera a la web o a la nota de prensa, podía ser agosto o septiembre. Ahora es a finales de año.
Un portavoz de la Organización Trump, el conglomerado empresarial privado propiedad de Donald J. Trump y su familia, ha señalado al medio Ars Technica que: ‘Los teléfonos T1 se están fabricando con orgullo en Estados Unidos. Especulaciones en sentido contrario son simplemente inexactas. Estamos entusiasmados con su lanzamiento para más adelante este año’. Pero esto no explica los cambios que se han visto; por otro lado, acordes con la realidad de las cadenas de producción de smartphones.
Sí ha aportado algo más de luz Eric Trump, quien, en una entrevista de la semana pasada, dijo que fabricar el T1 en Estados Unidos era más una meta a futuro que una realidad. ‘Eventualmente, todos los teléfonos podrán fabricarse en Estados Unidos’, aseguró el hijo de Donald Trump.
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