Un ensayo en el Hospital Niño Jesús de Madrid emplea células madre mesenquimales de donante sano con un virus oncolítico. Esta terapia es el legado de Noel, un menor que falleció por un meduloblastoma Leer Un ensayo en el Hospital Niño Jesús de Madrid emplea células madre mesenquimales de donante sano con un virus oncolítico. Esta terapia es el legado de Noel, un menor que falleció por un meduloblastoma Leer
El meduloblastoma es el tumor cerebral más agresivo que se diagnostica en niños. Cada año se detectan alrededor de 250 casos en España en este órgano. Cuatro de cada diez los menores con este tipo de neoplasia sufren recaídas, es decir, el cáncer reaparece cuando ya se consideraba eliminado. Además, estas recaídas suelen tener mal pronóstico, con una baja probabilidad de curación.
Por ello, desde el Hospital Universitario Niño Jesús de Madrid se ha acudido al poder de los virus oncolíticos. Estos patógenos, que normalmente son una amenaza, se adiestran y se convierten en reclutadores de células del sistema inmune, que puede desencadenar una reacción inmunitaria frente al tumor. Bajo este principio terapéutico se ha diseñado Alocelyvir, una estrategia financiada por la Fundación Cris contra el Cáncer.
«Respetando los tejidos sanos. Este tipo de virus generan como alarmas que movilizan al sistema inmunitario que finalmente combate a las células malignas». Álvaro Lassaletta, jefe de la Unidad de Neuro-oncología, explica que desde hace 20 años el equipo del hospital, con el apoyo de la Unidad que dirige Manuel Ramírez Orellana, jefe de la Unidad de Terapias Avanzadas del citado centro infantil, en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III, de Madrid, y el Instituto Catalán de Oncología (ICO) de Barcelona, trabaja con Celyvir, una combinación de células madre que portan en su interior el adenovirus oncolítico Icovir-5. Probado en ensayo clínico para tumores avanzados de niños y adolescentes, ha demostrado buena tolerancia y respuestas positivas en un tercio de los pacientes.
Un grupo de seis niños y niñas de entre cinco y 18 años, con meduloblastoma y que no habían respondido a ninguna otra terapia, participaron en este ensayo. Alocelyvir se administró en monoterapia durante ocho semanas. Todos los pacientes completaron el tratamiento sin observación de efectos secundarios graves. El investigador señala que poder emplear células de donantes sanos para fabricarla «de muy buena calidad permiten que en una semana se pueda comenzar el tratamiento».
Un dato que llamó la atención es que, a pesar de que las resonancias magnéticas de control a las 10 semanas del tratamiento mostraban avance del tumor, cinco de los seis niños pudieron continuar sus tratamientos con nuevas terapias al finalizar el ensayo. En varios, se lograron respuestas positivas. Dos de los seis pacientes siguen con vida ocho meses después con el tumor controlado.
«Los niños recibían después otras opciones y la supervivencia era muy prolongada; dos años en algunos casos. La terapia originaría una respuesta inmunitaria que debilitaría de alguna forma al meduloblastoma para que otros tratamientos hicieran mella», señala Lassaletta.
Ramírez Orellana explica que, a pesar de que se requieren más estudios, con mayor número de pacientes, esta estrategia supone una vía para mejorar uno de los tumores cerebrales más agresivos en niños y adolescentes. Para ello, es necesario recalcar que «las ayudas que ha recibido el proyecto ha posibilitado que no haya decaído. Es una carrera que se mantiene y en la que vamos mejorando poco a poco».
Los siguientes pasos de este ensayo pasan por «aumentar el número de niños afectados, hasta 20, así como incluir más tumores cerebrales: ependimomas, tumores embrionarios y gliomas de alto grado, entre otros», adelanta Lassaletta. De la misma forma, el equipo investigador estudia la posibilidad de incluir otros fármacos, como antiinflamatorios e incluso se pienda en algún tipo de inmunoterapia.
Esther Aleo, pediatra oncológico del Hospital Niño Jesús de Madrid, ha destacado, al igual que Lola Manterola, presidenta de CRIS contra el Cáncer, la importancia de este ensayo clínico pionero en España que está ofreciendo nuevas oportunidades a los niños afectados por tumores cerebrales, concretamente con meduloblastoma, señalando esencial que «la sociedad civil contribuya a los proyectos».
Samuel es uno de los pequeños que se ha podido beneficiar de este avance. Su madre, Lola Águila, así lo contó ayer en la rueda de presentación de los resultados del ensayo. «Se le ha visto una reducción casi total de la enfermedad. Las dos últimas resonancias están estables».
Esto ha sido posible gracias al legado de Noel, que no corrió la misma suerte. A este menor le diagnosticaron un meduloblastoma con solo ocho años. Junto a su madre, Sonia González, y con el apoyo de la Fundación Contra el Cáncer, impulsaron una campaña para investigar nuevas terapias contra este tumor cerebral infantil. La recaudación ha permitido financiar el ensayo clínico con Alocelyvir. Samuel aprovechó la presentación para pedir que se siga apoyando este tipo de iniciativas. «Si todo el mundo ayuda un poquito, al final esta enfermedad se irá y ya no habrá más gente en el mundo con cáncer», subrayó.
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