Volodímir Zelenski ha recurrido con frecuencia a los golpes de efecto en los casi tres años de invasión rusa. El presidente ucranio ha presentado planes ambiciosos que debían mantener alto el ánimo de la población y garantizar el apoyo internacional a la defensa de su país. Uno de estos planes era su Fórmula de Paz, una iniciativa de 10 puntos presentada en 2022 y que ahora debía consensuar con sus aliados para negociar el fin de la guerra con Moscú. Pero Kiev ha pospuesto sine die la cumbre que debía acordar esta posición común, por el riesgo de que terminara en fracaso.
Trump amenaza a Rusia con aranceles
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha cambiado su tono en torno a Ucrania. El candidato republicano que durante la campaña electoral prometió poner fin a la guerra en sus primeras 24 horas de mandato obligando a Kiev y Moscú a negociar se ha visto obligado a adoptar una posición más realista. Ya ha reconocido que conseguirlo es algo que va a tardar al menos “seis meses” y necesitar una buena dosis de presión. Este miércoles amenazó con imponer sanciones y aranceles a Rusia si Putin no accede a abrir conversaciones.
“Voy a hacer a Rusia, cuya Economía se está perjudicando, y al presidente Putin, un gran FAVOR. Acuerden algo ya, y DETENGAN esta ridícula Guerra! SOLO VA A IR A PEOR. Si no llegamos a un ‘acuerdo’, y pronto, no tendré más opción que no imponer altos niveles de Impuestos, Aranceles y Sanciones a cualquier cosa que Rusia venda a Estados Unidos y otros países participantes”, ha escrito Trump, con su habitual generosidad en el uso de las mayúsculas, en un mensaje en su red social, Truth.
El líder estadounidense precisa que “no estoy intentando perjudicar a Rusia. Me encantan los rusos y siempre he tenido una relación muy buena con el presidente Putin”. Pero insiste en que es necesario “acabar esta guerra, que nunca hubiera empezado si yo hubiese sido presidente”.
“Podemos conseguirlo por el camino fácil o por la vía difícil, y siempre es mejor el camino fácil. Es hora de ‘LLEGAR A UN ACUERDO’. ¡NO SE DEBEN PERDER MÁS VIDAS!”, concluye.
El Gobierno ucranio pospone la cumbre en la que debía acordar con sus aliados una posición común ante Moscú para poner fin a la guerra
Volodímir Zelenski ha recurrido con frecuencia a los golpes de efecto en los casi tres años de invasión rusa. El presidente ucranio ha presentado planes ambiciosos que debían mantener alto el ánimo de la población y garantizar el apoyo internacional a la defensa de su país. Uno de estos planes era su Fórmula de Paz, una iniciativa de 10 puntos presentada en 2022 y que ahora debía consensuar con sus aliados para negociar el fin de la guerra con Moscú. Pero Kiev ha pospuesto sine die la cumbre que debía acordar esta posición común, por el riesgo de que terminara en fracaso.
La Fórmula de Paz de Zelenski ha contado sobre el papel con el apoyo de la Unión Europea y de la gran mayoría de sus miembros, además de Estados Unidos, el Reino Unido y otros países como Canadá o Japón. Expertos consultados por EL PAÍS opinan, sin embargo, que sus puntos son maximalistas, alejados de la realidad geopolítica y de la difícil situación en el campo de batalla. La llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, partidario de cerrar el conflicto a toda costa, y la necesidad de que China, aliado de Rusia, presione a Vladímir Putin para que se abra al diálogo, han minado todavía más las opciones de éxito del plan.
La Fórmula de Paz fue debatida en junio de 2024 en una primera cumbre de paz en Suiza en la que participaron un centenar de países. Esta iniciativa aborda cuestiones como la integridad territorial del país invadido, la seguridad energética, la creación de un tribunal de crímenes de guerra cometidos por Rusia o el retorno de los ciudadanos ucranios apresados. El objetivo de Zelenski era que una segunda cita, la definitiva, se celebrara el pasado noviembre, justo después de las elecciones estadounidenses. Pero su Ministerio de Exteriores ha reconocido que la reunión ha quedado aplazada. “Está claro que celebrar el acontecimiento solo por celebrarlo es innecesario. Necesitamos algo que sea efectivo, y estamos trabajando en ello”, dijo el 27 de diciembre el portavoz ucranio de Exteriores, Georgi Tiji.
Numerosos analistas políticos ucranios dan por enterrada la siguiente reunión y la fórmula trazada por Zelenski. “La primera cumbre de la paz terminó en nada. Y si hizo algo es empeorar la situación porque demostró una disminución del apoyo a Ucrania en comparación con 2022, y la consolidación del grupo de países que comparten más o menos la posición de Rusia”, dijo el lunes en el medio ucranio Telegraf Mikola Kapitonenko, profesor del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Kiev. “Después de esto”, prosiguió Kapitonenko, “las negociaciones para una segunda cumbre ya no tienen esperanza [de prosperar]”.
La Fórmula de Paz de Zelenski, basada en los principios de soberanía de la Carta de las Naciones Unidas, busca un apoyo abrumador de la comunidad internacional a la posición ucrania en la mesa de negociaciones. Un total de 95 Estados y organizaciones internacionales suscribieron la declaración final de la primera cumbre. Pero lo que parecía un éxito se recibió en Ucrania como una derrota, porque evidenció que grandes actores del tablero global, como China, Brasil, India o México, no secundaban el documento. La cumbre estuvo además marcada desde su inicio por la ausencia del por entonces presidente de EE UU, Joe Biden, que optó por acudir a un acto de financiación para su campaña electoral. Zelenski cargó contra Biden, incluso acusándole de hacer el juego a Putin.
Plan “enterrado”
Ivan Gomza, profesor de ciencia política de la Kyiv School of Economics, enumera los errores que, en su opinión, cometieron las autoridades ucranias en la primera cumbre: la no implicación o el “tibio apoyo” de actores clave; “falta de cálculo entre objetivos maximalistas, como la exigencia de liberar todos los territorios ocupados, incluida Crimea, y las posibilidades militares”, y la retórica de “descolonizar” Ucrania de la influencia rusa, que fue mal vista por países del sur global. “Teniendo en cuenta la complejidad de todo esto”, afirma Gomza, “ha sido buena idea enterrar tácitamente el plan”. “Con la actual situación de división entre los países del Norte y Sur, la cumbre es difícilmente salvable”, remarca.
Gomza añade que la llegada del líder republicano al poder en EE UU todavía hace más aconsejable cambiar de estrategia: “Trump añade razones para ser cautelosos sobre la viabilidad de la cumbre y de sus posibles resoluciones. Solo si tiene un verdadero impacto, con la firma de Washington, Bruselas y otros poderes del sur global, la fórmula de paz y la cumbre tendrían sentido”, dice.
Zelenski habló extensamente de unas futuras negociaciones en su discurso del martes en el Foro de Davos, pero no mencionó su fórmula. Insistió en que hay que encontrar “una paz justa y duradera”, y unas garantías de seguridad para su país que disuadan a Rusia de volver a atacar. El mandatario ucranio advirtió además sobre la influencia que tendrán Washington y Pekín en el desenlace de la guerra frente a lo que él considera una pérdida de influencia europea. “Ahora mismo no está claro que Europa tenga un puesto en la mesa cuando la guerra termine. Vemos cuánta influencia tiene China sobre Rusia”, dijo Zelenski, “¿pero Trump escuchará a Europa, o negociará con Rusia y China sin Europa?”.
Trump reveló el martes que en su primer día en el cargo reclamó al presidente chino, Xi Jinping, que utilice su influencia para llevar a Putin a la mesa de negociaciones. “Es probable que la administración Trump no vaya a sentirse limitada por la Fórmula de Paz [de Zelenski], o por cualquier documento acordado en una futura cumbre, excepto si Rusia lo apoya. Trump y su equipo quieren acabar con la guerra y no les preocupa demasiado lo que suceda con Ucrania”, considera Paul D’Anieri, experto en Rusia y Ucrania de la Universidad de California Riverside. “Desafortunadamente para Ucrania”, prosigue, “las negociaciones bilaterales entre EE UU y Rusia tendrán probablemente un papel tan grande como las negociaciones en las que tome parte directamente Ucrania”.
Trump amenaza a Rusia con aranceles
Macarena Vidal-Liy
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha cambiado su tono en torno a Ucrania. El candidato republicano que durante la campaña electoral prometió poner fin a la guerra en sus primeras 24 horas de mandato obligando a Kiev y Moscú a negociar se ha visto obligado a adoptar una posición más realista. Ya ha reconocido que conseguirlo es algo que va a tardar al menos “seis meses” y necesitar una buena dosis de presión. Este miércoles amenazó con imponer sanciones y aranceles a Rusia si Putin no accede a abrir conversaciones.
“Voy a hacer a Rusia, cuya Economía se está perjudicando, y al presidente Putin, un gran FAVOR. Acuerden algo ya, y DETENGAN esta ridícula Guerra! SOLO VA A IR A PEOR. Si no llegamos a un ‘acuerdo’, y pronto, no tendré más opción que no imponer altos niveles de Impuestos, Aranceles y Sanciones a cualquier cosa que Rusia venda a Estados Unidos y otros países participantes”, ha escrito Trump, con su habitual generosidad en el uso de las mayúsculas, en un mensaje en su red social, Truth.
El líder estadounidense precisa que “no estoy intentando perjudicar a Rusia. Me encantan los rusos y siempre he tenido una relación muy buena con el presidente Putin”. Pero insiste en que es necesario “acabar esta guerra, que nunca hubiera empezado si yo hubiese sido presidente”.
“Podemos conseguirlo por el camino fácil o por la vía difícil, y siempre es mejor el camino fácil. Es hora de ‘LLEGAR A UN ACUERDO’. ¡NO SE DEBEN PERDER MÁS VIDAS!”, concluye.
Feed MRSS-S Noticias